Teacher's Pet - Minayeon

9 - ¿Celos?

-Vamos. -Nayeon estaba débil, sentía su cuerpo ser movido con fuerza y furia. -Te quitare lo lesbiana.

No era un buen lugar para hacer eso. ¿En un callejón? ¿Qué clase de idiota hace eso? Comenzó a desvestirla, pegándole a Nayeon. Dejando moretones y algunas marcas.

-¡Hey! ¿Hay alguien ahí? -alguien gritó al escuchar las quejas de Nayeon, quién en este momento está muy mal para poder decir algo cueréente.

La persona corrió hacia donde estaban los dos adultos, miro el estado de la chica.

-¡Suéltala, imbecil! -la japonesa gritó. Le arrebató de las manos de Ji-yong a su amante y lo miró con asco. -¿Qué le haces, asqueroso?

-Tú no te metas.

Mina bufó al escucharlo y comenzó a caminar rápidamente con Nayeon en brazos. Los gritos del hombre se escuchaban cada vez más bajos y lejos.

Mina llevo a su profesora a su casa, agradeció mentalmente que su madre no estaba. Se preocupaba cada vez mas por el estado de su mayor.

-¿Sra. Im? -Nayeon sonrió, sus ojos pesados. - Coneja, iremos a dormir.

Mina con delicadeza le quito los zapatos a su profesora y comenzó a acomodar su ropa. La japonesa estaba preocupada y mas al ver los moretones en la piel pálida de Nayeon.

Nayeon bufó acurrucándose con Mina. La japonesa sonrió al sentir el calor de su profesora.

¿Por qué siente esto? Mina tampoco sabe.

Mina se quedo dormida al lado de la persona que la confunde tanto, de la mujer que le gusta.

A la mañana siguiente, Nayeon se levantó primero que Mina, observó su rostro detalladamente, se veía relajado y tierno al estar dormida. Aunque no recuerda nada.

-¿Qué...? -Mina escuchó el susurro y abrió sus ojos. Encontró a su profesora mirándola con confusión.

-¿No te acuerdas de nada? -Mina ignorando su voz grave al recién despertar, sintió preocupación.

-Nada de nada.

-Te contaré después de desayunar. -Mina se levanto de la cama para ir al baño, dejando a Nayeon confundida en la cama.

Todo pasó rápido, ya después de minutos estaban desayunando cereal en la mesa. Mina mirando a Nayeon y esta última mirando el cereal, se sentía ansiosa.

-Te encontré en un callejón con alguien, un hombre. -la voz de Mina se escucho brusca. -Parecías drogada. ¿No notaste algo raro en él? ¿Te dió algo de beber o comer? ¿Qué estaba pasando, Nayeon? ¿Quién era él?

Y entonces con las preguntas de Mina, la mente de la coreana hizo un click para recordar absolutamente todo. Como notó que Jiyong le ponía algo en su bebida y también como se sintió ser sacudida bruscamente en un callejón.

También recordó el sentimiento de la droga.

Frunció su ceño. -Estaba en una cena con mis padres... Les dije que me gustaba una chica. -los ojos de Mina se abrieron. -Me fui corriendo y luego me sentí muy mal. Alguien me cargo y me llevo al callejón, ahora me acordé quien era.

-¿Quién era ese idiota?

-Kim Ji-yong, era hombre que se supone que fuera mi esposo desde hace años. -la boca de Mina se cerró y sus ojos se vieron pesados. El enojo se notó, aunque Nayeon no dijo nada.

-Mmm, entiendo. -la japonesa se levanto de su silla y se fue a la cocina a lavar su plato. Se escuchaban los leves susurros y algunas bufidas que para Mina no se pudieron evitar.

Nayeon suspiro y dejó su plato donde estaba Mina y se fue al sofa, se sentó desanimada. Después de algunos minutos, Mina regreso con ella y la miró preocupada, Nayeon notó el botiquín en las manos de Mina.

-Tu futuro esposo no debería hacerte estas cosas. -la voz de Mina se escucho, después del silencio que se había creado. Mina echo crema en sus manos.

Sintiendo los cálidos dedos de la japonesa por sus brazos, los miro y se sorprendió un poco.

¿Cómo no había notado eso?

¿Por qué no le dolía?

-¡Auch! -retira su pensamiento. Las manos de Mina llenas de una crema, pasaron por los brazos contrarios haciendo un leve masaje.

El corazón de Nayeon dio un vuelco al ver a Mina tan cerca, probablemente también al ver lo que estaba pasando. Mina se había preocupado por ella, Mina la había salvado de aquel idiota.

Simplemente Mina sigue haciendo cosas que la enamoran cada día más, digamos que también la confunden.