7 - Matrimonio Forzado

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Nayeon
Jueves, 3:00 pm

Por fin, mi día había terminado. Estaba de camino para ir a mi auto para poder llegar a mi casa. Mi día había sido aburrido y totalmente estresante como siempre.

Pero mi sonrisa sigue igual al recordar todo lo que pasé ayer con Mina.

Mi teléfono comenzó a sonar. Lo miré con mi ceño fruncido, estirando mi brazo para poder alcanzarlo.

Agarre el teléfono, frunciendo los labios mientras leía el nombre de mi madre en la pantalla. Me fastidie inmediatamente mientras lamentablemente contestaba la llamada. Olvidé completamente los buenos momentos de toda mi vida.

"Bendición" saludé.

"Dios te bendiga." Se escucho la voz de mi madre. Su voz se escuchaba seria, algo inexpresiva. Como siempre. "¿Me seguirás escapando? Tu futuro esposo pregunta por ti." Al escucharla rode los ojos.

"¡Dios! Mamá. No quiero un matrimonio forzado, ¿ok? Ni siquiera quiero tener un bebé con él."

"Nunca pregunte. Hoy vienes a casa, una cena, obviamente con él también. Ven formal, por Dios. Te esperamos." Al ella terminar de hablar se escucho el sonido indicando que termino la llamada.

Por suerte, la cena sería más a la noche y tengo algo de tiempo.

Mi madre desde que soy una adolescente ha querido controlar mi vida, manejarla como si fuera la de ella. Es algo estresante ya que, ni siquiera pude disfrutar mi juventud.

Ella eligió todo para mí, al menos tuvo compasión y me dejo estudiar para lograr ser profesora, algo que de verdad me gusta y me seguirá gustando.

Estar con Mina solo me hace sentir joven otra vez. Esas travesuras que hacemos al no pensar con claridad, las veces que posiblemente nos hayan encontrado. Ahora entiendo por que tantos niños hacían eso cuando yo estudiaba.

Mina me hace sentir bien.

Llegue a mi casa para después buscar algo de ropa. Un traje algo formal pero sencillo estará bien; unos tacos negros y maquillaje leve estará de lo mejor.
No quería verme hermosa para ese hombre.

Me tome un baño y me arregle. Me mire al espejo y ¡wow! Que mujeron. Siento lo que siente Mina. Me veo como para chuparme y también chuparse los dedos.

-Soy hermosa, carajo. -murmuré para después caminar y agarrar un bolso pequeño con mis llaves y mi celular e ir a la casa de mi madre.

Media hora después había llegado. Estaba al frente de la casa, sentada en mi auto. Decidí ver mi celular un rato, no negare que estoy nerviosa. Observe la cuenta de Mina, lei varios tweets y me causaron risa.

Mina además de ser muy buena en la cama, es demasiado graciosa y buena persona.

Después de varios minutos, suspiré tomando confianza para entrar a esa casa. Me baje del auto y después de suspirar otra vez, toque la puerta.

-¡Nayeon! -dijo mi madre al verme. -Hija, entra. Bienvenida. -me miro de arriba a abajo. -Estás hermosa. -gracias, lo sé.

Al entrar a la casa, sonreí educadamente al ver a mi padre; mi sonrisa desapareció al verlo a él.

Kim Ji-yong. El hombre de 'buena economía' que quiere casarse conmigo.

Debí decirles a mis padres que era lesbiana cuando pude. Esto será demasiado incómodo.

-Hola, preciosa. -con su cara de drogadicto, me sonrió y me dió un beso en la mejilla.

Tal vez considere decir que salgo con mi alumna y quizás haga una leve mentira de que me casaré.
No. Definitivamente no haré eso.

Sonreí por educación ya que sentí la mirada de mi madre, pinchando mi espalda.

-¿Cómo has estado, hija? No te he visto en meses. -hablo mi padre con una sonrisa.

-Algo ocupada con mis estudiantes. Aunque no fueron meses, solo días, papá. -me reí levemente.

-Se sintieron como meses. Debes visitarnos más, Nayeon. Te extrañamos.

-Tratare, pa. El trabajo me tiene ocupada.

La conversación siguió y al menos no fue tan incomodo gracias a mi papá. Mi madre sirvió la comida, me senté al lado de Ji-yong obligada, sonreí frustrada agradeciendo por la comida.

La comida de mi madre es deliciosa, sonreí gracias a la felicidad que sentí al comer; pero mi sonrisa desapareció al sentir una fría mano en mi pierna, causándome un escalofrío de vergüenza.

Lo mire disimuladamente, me miraba como un tonto, un imbecil. Le sonreí levemente para después seguir comiendo, no podia hacer obvio que no quería su mano ahi. Pude escuchar la leve risa de alegría de mi madre.

Suspire.

-¿Cuando se casarán? -escuche la risita de Ji-yong mientras yo abrí mis ojos a la par, ahogándome con la comida levemente.

-¿Estás bien? -Ji-yong me dio algunas palmadas en la espalda y yo asentí desesperada a que se alejara de mi.

-No nos casaremos, papá. -aclaré, sintiendo la mirada ofendida de Ji-yong. Un bufido estaba atorado en mi garganta.

-Ya casi llegas a los treintas, Nayeon. -aviso mi madre. -Debes casarte con alguien, al menos.

-Ya tengo a alguien. -dije. Sentí la mano de Ji-yong ser retirada después de bufar, también sentí la mirada de mi madre.

-¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿En qué se dedica? ¿Tiene buena familia? ¿De dónde es?

Carajo, ¿por qué tantas preguntas?

-Si algún día se las presento entonces le hacen esas preguntas ustedes mismos.

-¿¡Es mujer!? -mi madre gritó.

Carajo.

Teacher's Pet - Minayeon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora