HUELLITAS //KATSUDEKU// //KIRITODO//

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Cuando Shoto bajo para hacer el desayuno Izuku ya estaba despierto y observaba fijamente la puerta, chillaba y caminaba erráticamente. Shoto se preocupo por ser a Izuku en ese estado, no era normal que se comportara de esa manera 

—¿Qué tienes chico?— Shoto se agacho para acariciarlo y fue recibido por un coro de chillidos por parte del collie —tranquilo, no va a pasa nada, respira— cuando lo sintió más tranquilo se separo —ya paso Izuku, vamos debes de tener hambre   

El bicolor entro en la cocina para servirle su comida en su tazón cuando una nota amarilla en el refrigerador llamo su atención, la despego y tras leerla corrio a su habitación para cambiarse y salir apresuradamente de la casa 

—Izuku, necesito que cuides a Katsuki— se agacho para besar la frente del collie —no tengas miedo, ya veras que todo va a estar bien

Izuku ladro bajo y cuando la puerta se cerro se dejo caer a los pies de esta, sus ojos estaban llorosos y trataba de contener sus chillidos, aunque fue inútil porque termino despertando a Katsuki, quien no dudo en abalanzarse sobre él 

—¡¿Por que carajos no te callas?!— pero tan pronto estuvo cerca del perro se sintió aturdido —¿Qué mierda esta pasando?

—¿También lo sientes?— hablo sin fuerzas —Algo malo esta pasando, empezó cuando Kirishima se fue temprano y ahora Shoto

—¡Calmante idiota!— los chillidos de Izuku se hacían más agudos y eso también lo hacia sentirse peor 

—Me duele— agotado por la horrible sensación que lo atormentaba volvió a dejarse caer sin dejar de chillar 

Katsuki estaba igual de aturdido que Izuku, pero no dejo que aquello le jodiera más de lo que ya estaba, suficiente era ya escuchar lo chillidos de Izuku; resignado y avergonzado de lo que haría se hacho cerca de Izuku y comenzó a acicalarlo, dejo salir su aroma para relajarlo y de vez en vez le mordía las orejas 

—Escuchame bien Deku, van a estar bien— gruño por un nuevo chillido —solo son cosas estúpidas de humanos, solo ellos se estresan por mierdas insignificantes 

Sin nada más que pudiera hacer Izuku se detuvo, aun le dolía su pecho y lo único que quería hacer era salir corriendo, lejos tan lejos como se lo permitieran sus pequeñas patas, pero Katsuki podría tener razón, quizás solo estaban bajo mucho estrés, y lo peor es que ese estrés no era suyo 

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Shoto corría por las calles buscando a su mejor amigo, por el contenido de la nota intuía donde estaba, pero no podía creer que su amigo fuera capaz de hacer tan estupidez. Jadeando llego al viejo cementerio de mascotas y lo distinguió con claridad entre el sin fin de tumbas 

—¡Kirishima!— grito y reuniendo sus ultimas fuerzas corrio hasta que lo tuvo entre sus brazos —¡¿que mierda crees que estas haciendo?!

—¿Shoto? ¿Qué haces aquí?

—¡¿Tu que haces aquí?!— saco la nota de uno de sus bolsillos —¡¿y que mierda quieres decir con que no pensabas volver y que cuidara bien de Katsuki?!— su voz se quebró y comenzó a llorar —perdoname si lo que te dije anoche te hizo daño, pero no puedes simplemente morir por esto 

—Shoto— Kirishima lo abrazo y le seco sus lagrimas —tomándote todo tan literal como siempre. Yo nunca dije que pensaba morir, solo dije que no iba a volver pronto, tenia que venir a despedirme bien de alguien 

—No vuelvas a hacer esto, no se si mi corazón podría resistir otro ataque como este. Sabes que todo me lo tomo literalmente

Kirishima se sentía culpable de hacer sentir mal a su amigo, se limito a abrazarlo mientras le decía que nunca se ira de su lado, y que sin importar lo que suceda el siempre estará ahí. También le explico porque había salido tan temprano y con que propósito había venido al cementerio 

—Ayer que hablaste conmigo y me dijiste que le estaba haciendo daño a Katsuki y a mi mismo, y me quede pensando que tienes razón, tengo que dejarlo ir, pero no se como, pensé que viniendo aquí sentiría que todo estaba bien, pero me siento peor

Shoto se separo de él y giro su cabeza para ver la tumba del perro, él sabia cuanto había sufrido Kirishima por su mejor amigo y compañero de aventuras, y como se seguía haciendo daño al torturase a si mismo para convencerse de que era un mal dueño 

—Sabes que no funciona así— Shoto tomo sus manos y las puso sobre el monton pasto y lo dejo así —El esta bien, donde quiera que este es feliz, esta bien y esta jugando con sus otros amigos y esperando pacientemente por ti— tomo su mejilla y la apretó suavemente —se que es difícil aceptar que alguien ya no esta, aun después de mucho llegas a sentir que esta cerca e incluso puedes verlo, y eso es verdad, siempre hay algo que se queda contigo, pero tienes que dejarlo ir para que ya no te torture— abrió sus brazos para recibir a Kirishima 

El pelirrojo se dejo envolver por los brazos del bicolor, comenzó a llorar sin tener intenciones de detenerse, murmuraba cuanto se arrepentía de no haber cerrado la puerta, de no haberse dado cuenta y de no haber llegado tan rápido; Shoto se mantuvo en silencio, no le dijo nada y solo lo dejo llorar, lo necesitaba, desahogarse y dejarlo salir 

—No tenemos control sobre muchas cosas— la mirada de Shoto se perdió en algún punto del horizonte —por eso, muchas cosas que suceden no son nuestra culpa, son solo resultados de acciones de las que nunca pensamos de mas, cerrar una ventana, abrir una puerta o salir a comprar dulces, lo que pase por lo que decidimos hacer nunca será nuestra culpa del todo, solo será una consecuencia 

Comenzó a lagrimear, quizás Kirishima no era el único que necesitaba desahogarse con el mismo, pero no sería en ese momento, su mejor amigo estaba mal y el no podía flaquear, uno de los dos tenia que ser fuerte por ambos 

—No voy a decirte que todo va a estar bien de la noche a la mañana— se seco sus lagrimas —pero si puedo asegurarte que estarás mejor, tomara su tiempo, pero veras que todo va a estar bien 

Kirishima confió en el, ajeno del dolor que su amigo guardaba en su corazón comenzaron su regreso a casa, hablaban para disminuir su estrés y tristeza y así no estresar a sus mascotas, pues estaban seguros que los habrían preocupado, y no se equivocaron. Al llegar los encontraron hechos bolita uno sobre otro, Izuku chillaba bajo y Katsuki se veía a punto de perder la paciencia 

Al verlos, Izuku salió de su cálido refugio y se lanzo sobre Shoto mientras chillaba y aullaba, Kirishima se acerco para saludar a Katsuki, pero este solo se estiro y dio una vuelta para subir al sofá, pero no rechazo las caricias de Shoto

—Gracias por cuidar de el, eres un buen chico Kats

Kiriahima observaba como Katsuki se dejaba acariciar por Shoto, incluso movía su cola de un lado al otro. Le sorprendía la conexión instantánea que habían tenido; Izuku perceptible a su tristeza también se lanzo contra el para tratar de animarlo, y aunque Kirishima lo acaricio un poco supo que seguía triste cuando lo alejo abruptamente, e Izuku no soportaba ver a nadie triste