HUELLITAS //KATSUDEKU// //KIRITODO//

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Fue un día largo y agitado, lleno de emociones para ambos chicos, y lo único que querían hacer era recostarse y dormir como si no trabajaran al día siguiente. Eijiro le había dado la habitación de invitados a su amigo, junto con un futón y sabanas, y despues de cenar, asearse ya solo les faltaba darles las buenas noches a sus perros 

—Ahora Katsuki, se un poco amable con Izuku— los acaricio a ambos y subió las escaleras

—Buenas noches— Shoto beso la frente de ambos canes, apagó las luces y subió las escaleras al igual que el pelirrojo

—Oye— Izuku lo llamo entre débiles aullidos —Katsuki

—¿Qué quieres?

—No pude agradecerte correctamente está mañana, así que gracias, por protegerme

—Lo que sea— se giro dándole la espalda —ahora cállate

—Buenas noches

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Katsuki se levantaba realmente temprano, pero no tan temprano como él, el collie estaba sentado en frente de la puerta y esperaba pacientemente por alguien

—Buenos días Katsuki— saludo desde su posición 

—¿Qué haces ahí?

—Shoto ha ido a comprar para el desayuno, y me prometió galletas de manzana

—Buenos días— un pelirrojo apenas bajaba las escaleras entre bostezos y tambaleos —¿Qué haces ahí Izuku?— le pregunto y recibió un ladrido cómo respuesta

—¡Regrese!— casi de inmediato Shoto abrió la puerta y se vio rodeados de varios pares de ojos que lo observaban, dirigiendo su atención a Kirihima comenzó su explicación —primero, fui a comprar el desayuno— miro a Katsuki —segundo, buenos días Kats— se dirigió a Izuku —y tercero, si te traje tus galletas de manzana— procedió a sacar de una bolsa una galleta y la coloco en el hocico del perro —solo una

—¿Galletas de manzana?— Eijiro se acercó curioso por la escena del collie tratando que su galleta no se moviera

—Son las favoritas de Izuku— miro su reloj de muñeca —y... puedes comerla

El can dejó caer la galleta y se la comió despacio, degustando el sabor de la manzana

—¡¿Cómo lo entrenaste?!— el pelirrojo no cabía de la sorpresa al ver a Izuku muy bien entrenado —ni yo que he tenido tantos perros... jamás pude entrenar a ninguno a ese nivel

—Izuku es alguien que le gusta jugar, la mayoría de eso no se lo enseñe yo, el lo aprendió solo

—¡¿Que?!

—No es necesario que grites— se acercó a su amigo y cerró su boca con su índice —vamos a preparar el desayuno

—Emm si— un sonrojo pinto sus mejillas y ambos se dirigieron a la cocina

—¿Qué demonios crees que haces?— el pastor se acercó al collie y le gruño —¿acaso eres un maldito entretenimiento?

—No lo soy, pero ver feliz a mi amo es algo que me hace feliz

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—Lo siento, pero tengo que irme— el pastor perseguía muy molesto a su dueño por no sacarlo a pasear —tengo que llegar temprano al trabajo

—Yo puedo llevarlo— se ofreció Todoroki —mi trabajo empieza hasta las tres

—¿Estás seguro?

—No vamos a tardar mucho, son las ocho, estaremos de vuelta a más tardar a las nueve o nueve y media— se estiró —además correr ayuda a abrir el apetito

—En ese caso está bien, nos vemos más tarde— le pelirrojo salió con prisa y el bicolor se quedó con ambos canes

—Bueno, vayamos— Shoto tomo ambas correas y las ajusto sin problemas en los collares de los perros

La calle recién empezaba a sentirse cálida, el ruido matutino de la ciudad comenzaba a ser audible, pero el parque se mantenía en un agradable ambiente lleno de ladridos, murmullos y uno que otro gritó. Shoto soltó la correa del labrador y este salió corriendo como si no hubiera un mañana, hizo lo mismo con Izuku, pero antes de siquiera caminar se estiró y miro a su alrededor

—No tengas miedo, yo te cuido— acaricio sus orejas —además, Katsuki también te protegerá

«No lo creo» el perrito agachó sus orejas, pero al recordar que lo defendió el día anterior le devolvió su humor «o quizás si»

—Vamos— le dió un par de palmadas en su espalda y el collie salió dio un par de pasos

No sabia hacia donde ir, y sabia que Shoto no iba a intervenir mucho, pues quería que se integrara con el resto de perros que eran observados por sus respectivos dueños, y alguno que otro al que no le quitaban la correa. Izuku no era bueno socializando con los perros, a el le gustaba estar con los humanos, porque le gustaba que lo acariciaran en la barriga y las orejas, los perros muchas veces se volvían territoriales porque era un omega, y otras solo era ignorado por su singular aroma a flores 

—Hola ¿eres nuevo? nunca te había visto— una perrita de raza cavalier king se le acercó curiosa —¿Sabes hablar?— la perrita era café con brillantes ojos castaños y un collar rosa en su cuello

—Hola, ¿quien eres?

—Soy Ochako— se presentó —Y tú eres...

—Soy Izuku

—Lindo nombre ¿quieres jugar conmigo?

—¿Qué quieres que juguemos?

—Atrapadas— soltó un ladrido y empezó a correr —atrapame— dio un par de saltos e Izuku comenzó a correr hacia ella

Shoto vio a Izuku perseguir a la perrita, no se preocupo ya que conocía a su perro, y lo comprobó cuando era ahora la perrita quien lo perseguía

—¿Es tu perro?— una chica de cabello rosa se le acercó

—Si, ¿algún problema señorita?

—No, es solo que pensé que la estaba persiguiendo, pero solo están jugando— soltó una risa nerviosa —una disculpa

—No te preocupes, entiendo tu preocupación

—Soy Mina, Mina Ashido

—Shoto Todoroki

—Un placer conocerte— sonrió ampliamente —sabes, es raro que un perro juegue con Ochako, por lo general todos se cansan de ella porque es hiperactiva, me alegra ver qué tiene un nuevo amigo que puede seguir su ritmo

—Ochako es la primera amiga de Izuku, suele ser muy tímido con otros perros, en especial que apenas nos mudamos

—En ese caso llevémonos bien, por la amistad de nuestros perros