Serían las dos de la tarde cuando Katsuki despertó, Izuku dormía plácidamente a su lado y sus orejas se movían de vez en vez, se le quedo mirando un rato más hasta que se levanto y estiro. Camino hasta su plato de comida y lo devoro en un instante, sin nada más que hacer salió por la puertecilla al patio trasero para estirar las patas, apenas había salido noto como una ardilla corría despavorida, sin verdaderas intenciones de atraparla se lanzo a perseguirla nada más para asustarla, odiaba que las ardillas se metieran a su territorio, pero esta vez no se sentia de ánimos para cazar.
Una vez el intruso cruzo la reja se hecho el la sombra de un árbol, se sentía cansado y no entendía porque, aunque tampoco quería dormir y eso le hacia sentirse abrumado. No supo cuánto tiempo estuvo viendo hacia la nada hasta que escucho la puertecilla moverse y ver a Izuku correr de un lado a otro sin control. Se le quedó mirando sin entender el porque de sus acciones, era extraño verlo actuar de esa manera
—¡¿Que mierda haces?!— bramo
—Hacia mucho que no veía un lugar tan grande— el collie de detuvo a admirar el jardín —en el parque no me da la confianza de correr y en la otra casa el lugar era muy pequeño. Nada es igual al campo
—¿Campo?— Katsuki lo miro aún más extrañado —¿De dónde eres?
Izuku se recostó en el pasto, su respiración agitada poco a poco se fue calmado. No estaba seguro de querer hablar de eso, ya que recordar el pasado le hacia sentirse triste, pero pensó en que si le platicaba sobre el Katsuki podría hacer lo mismo y generar confianza mutua. Le platico del como nació en una pequeña granja; recordó a su madre y a sus hermanos, el como sus hermanos fueron adoptados uno a uno hasta quedar solo él, el como su madre le enseño a pastar ovejas y a cuidar de la casa, hasta que un día un día un lobo ataco el rebaño y se perdió en medio de su huida, vago durante varios días hasta que Shoto lo encontró y le dio un nuevo hogar
Katsuki lo escucho atentamente, no creyó que Izuku había pasado por cosas como esas, quizás ahora entendía mejor el porque de muchas de sus acciones; el porque era muy apegado a Shoto, porque le gustaba jugar y porque era tan bueno obedeciendo órdenes
—Vaya vida que tienes
—Lo se— Izuku se giro para verlo —¿Qué hay de ti? ¿Puedo saber que ha pasado en tu vida?
Katsuki no sabia que responder, nadie nunca le había preguntado de donde venia o que era lo que había pasado. Los otros perros a los que conocía solo querían jugar, eso estaba bien, cuando tienes una buena vida solo puedes estar feliz
—Estuve en la perrera de cachorro, un día Kirishima llego y me saco de ahí. Ese idiota solo quería un maldito juguete y cuando se canso de mi me dejo votado en una esquina— esto ultimo lo gruño en voz baja pero Izuku logro escucharlo
—¿Un juguete? ¿por que un juguete?
—¿Que voy a saber yo?— gruño al sentirse impotente —supongo que solo quería alguien con quién jugar hasta que se aburrió y no encontró forma de deshacerse de mi
Izuku parecía entender lo que Katsuki trataba de decir, el pastor no se sentía querido por Kirshima, y de hecho, desde que el también había llegado Kirishima no se había ni molestado en dirigirle siquiera una mirada. Ahora todo cobraba sentido, Karsuki actuaba de esa forma libertina porque Kirishima no le ponía limites, y él como humano se limitaba a darle de comer y sacarlo a caminar todos los días
—Tu humano es un idiota por tratarte como un juguete— Izuku coloco su cabeza sobre la del pastor a pesar de sus gruñidos —mi mamá siempre decía que todo lo que llega es porque viene a cambiar tu vida, tu llegaste a la de Kirishima para cambiar algo en ella, pero él ni siquiera se toma la molestia de ver lo especial de eres
—¿Crees que soy especial?— pregunto Katsuki confundido
—¡Yo creo que Kacchan es más que especial
Katsuki no sabia como procesar aquello, no había escuchado muchas veces a alguien tratarlo con ¿cariño? ¿aprecio? Ni siquiera sabia como era que se llamaba ese tipo de afecto, pero se sentía bien, Izuku lo hacia sentir bien y comenzaba a aterrarle sentirse tan vulnerable pero tan unido a alguien
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Cuando Shoto regreso a casa noto como ambos perros estaban acurrucados en la sala, Izuku dormía felizmente y Katsuki solo miraba todo con aburrimiento, su corazón se sacudió, se sentía feliz de verlos tan juntos y siendo tan amigos, pero ver a Izuku con un alfa le hacia sentirse triste, ver a su cachorrito convertido en todo un perro y con una potencial pareja le recordaba que pronto dejaría de necesitarlo a él
Con el corazón en la garganta se dirigió a donde ambos perros se encontraban y se sentó en el suelo, los acaricio y les pregunto como había ido su día. Para Katsuki eso resultaba tan extraño como reconfortale, que alguien lo acariciara solo porque si era algo que no pasaba muy a menudo. El agradable ambiente se rompió cuando la puerta se abrió y Eijiro entro, saludo a Shoto y subió a su habitación
Ver a su amigo ser tan indiferente hacia el que se supone era su compañero le hizo decepcionarse, para él Kirishima era quien llegaba a casa y era recibido por un coro de ladridos y el tomándose el tiempo de acariciarlos a todos, ahora ver que no le importaba dañar a uno era simplemente repulsivo
—Kirishima te estas comportando como un cretino— gruño por lo bajo y sintió que sus ojos picaban —¿y yo desde cuando soy tan sensible?
Parpadeo varias veces para alejar las lagrimas aunque fue inútil y una de ellas comenzó a recorrer su mejilla, pronto sintió como una áspera lengua comenzó a secarla, Katsuki lo estaba consolando. Cuando se separo y volvió a dejar su cabeza en su regazo noto sus ojos tristes pero acostumbrados a esa indiferencia, y eso solo hizo que se sintiera peor
—Sabes me siento responsable porque te trate así, cuando Kiri te adopto el había perdido a su mejor amigo— Shoto le daba largas caricias —yo le aconseje que no lo hiciera porque quería evitar esto y quizás debí haberle insistido más en que no lo hiciera; pero el dijo que no podía a dejar a alguien tan herido solo, él se veía reflejado en ti y pensó que ambos podrían ayudarse a sanar sus corazones. Pero, las cosas no funcionan así, el es así contigo porque tiene miedo de amarte y perderte, no se si puedes entender lo que te digo, pero se que Kiri te quiere mucho y yo se que lo quieres también, así que no seas tan duro con el ni contigo mismo ¿si? Solo es un idiota que no sabe manejar el dolor— a pesar de haber dicho esto, el mismo comenzaba a tenerle coraje a su amigo por tratar tan mal a un perro tan lindo como lo era el pastor
Katsuki escuchaba todo atentamente, las palabras tranquilizadoras de Shoto le hacían sentirse en paz, todo en Shoto irradiaba quietud y tranquilidad, envidiaba a Izuku por eso, porque el podía estar cerca de el siempre que quisiera y siempre tendría un lugar seguro en el cual refugiarse, algo que el no podía sentir con Kirishima, pues aunque el pelirrojo lo intentaba se sentía tan forzado que dolía y lo hacia sentirse mal
Comenzó a soltar chillidos y Shoto solo lo acaricio hasta que se calmo, de vez en vez soltaba frases que lo hacían sentirse mejor, sin embargo, no podía evitar que le doliera, en casi toda su vida solo Izuku y Shoto le habían brindado su cariño, ¿tan difícil era sentirse amando?
—Te quiero Kats, eres un gran compañero
Algo cambio en el interior de Katsuki, algo en su corazón se estremeció y se levanto para lamer las mejillas del bicolor, estaba feliz,
—Con calma Kats, con calma o despertaras a Izuku— Shoto lo abrazo y no lo soltó hasta que Kastuki se separo de él
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HUELLITAS //KATSUDEKU// //KIRITODO//
FanficEs una historia del Bakudeku en versión perritos, lleno de amor, comedia y ternura Solo son dos perritos que se conocen y se quieren mucho; lo que realmente es la historia que hay detrás de sus dueños que no son Katsuki e Izuku