El sudor recorría su frente debido al esfuerzo que hacía en mover las enormes cuerdas del barco, ya que estas debían quedar bien ordenadas en su lugar correspondiente. Estaba bajo el fuerte Sol de mediodía, culminando lo que sería su última tarea en lo que restaba del día y esperaba que del año, porque las órdenes que le daba NamJoon eran sumamente enrevesadas.
Había pasado un mes y medio desde que TaeHyung llegó al barco, y solo podía decir que su nueva vida en ese lugar superaba sus expectativas, salvo por las arduas tareas que el capitán le asignaba. Con HoSeok, en cambio, había forjado una amistad entrañable; juntos pasaban la mayor parte del día trabajando, después dándose el lujo de descansar para explorar la zona donde se encontraban las tuberías y válvulas de vapor, las cuales son esenciales para el funcionamiento del globo que les permitía navegar por los cielos. A pesar del sofocante calor, ese lugar le fascinaba al castaño, pues encontraba objetos extraños y fragmentos de antiguos tesoros que la tripulación había saqueado en tiempos pasados.
TaeHyung no comprendía cómo no se había dado cuenta antes, pero ellos eran piratas con una riqueza considerable. Invertían la mayor parte de sus ganancias en mejorar las instalaciones del barco y decorar el casco para camuflarse entre los barcos comunes y así pasar desapercibidos.
Gracias a estas mejoras, pudieron detenerse en un puerto para abastecerse de comida y suministros, como si nada, y nadie sospechó de que fueran piratas, por lo que pudieron detenerse ahí como si nada. Aprovechando la oportunidad, el alfa decidió enviar la primera carta a su madre, para tranquilizarla. En esta le explicó que probablemente la carta llegaría tarde y le pidió que no enviara ninguna por el momento debido a una falla en el sistema de correos. No quería que su carta se perdiera entre las miles que se enviaban a diario. Claramente, era una gran mentira, pero ni siquiera tenía una dirección fija a la que se pudiera enviar, por lo que, de igual forma, nunca las podría leer. Esperaba de todo corazón que ella estuviera bien de salud. Aunque no había pasado mucho tiempo, la extrañaba profundamente. Nunca había estado tanto tiempo lejos de su madre, y la distancia le resultaba increíblemente difícil de sobrellevar. Sin embargo, gracias a las personas que estaban junto a él en ese lugar, no se sentía tan solo.
Cuando la última cuerda terminó de ser acomodada suspiró con gran alivio, por fin había terminado y ahora podría descansar. Más le valía dormir una siesta, porque a este paso no aguantaría estar tanto tiempo junto a JungKook en la noche y esto era un punto de su rutina que no estaba dispuesto a negociar. Su relación con el omega también evoluciono en gran medida, no había etiquetas, pero ambos de alguna manera sabían qué hay algo más entre ellos que solo besos y miradas de complicidad.
Solo pensar en él provocaba que una sonrisa se apoderara de sus labios, no veía la hora en que fuera de noche para volverlo a ver. Así que esperaba poder descansar esta vez por fin, solo se dedicaría a localizar al beta para comer algo y luego probablemente debería darse una ducha, y...
—Kim, el capitán quiere verte —escuchó a su lado aquella voz y se volteó para ver a un hombre que reconoció a la vista, pero no por algún nombre o título. Quizá debía dejar el descanso para más tarde.
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The heart of heaven |TaeKook|
FanficKim TaeHyung, un joven pirata, tiene una misión clara: reconstruir la posada familiar que fue destruida por saqueadores. Determinado a lograr su objetivo, se une a un grupo de piratas con habilidades especiales para esa tarea, aprovechando la primer...