El basquetbolista [Yoonseok]

capítulo 4

Hoseok:

Él estaba recostado sobre la pared, levemente inclinado con las manos dentro de los bolsillos, de mostrando una aptitud relajada o eso quería aparentar. Un pañuelo rojo se cernían al rededor de la coronilla de su cabeza, algunos mechones grises sobresalían sobre su rostro, cubriendole la frente como una fina capa de nieve sobre el techo.

Frío.

Cómo solo Yoongi podía serlo.

El estómago se me revolvió con pesadez, atenazandome las entrañas de los nervios. Sentí la palma de las manos sudarme y escuché a mi corazón rugir a través de los conductos por los tímpanos.

Estoy seguro que me escuchó entrar, porque sus ojos que hasta ahora habían permanecido cerrados, pestañaron en mi dirección.

Desvíe los míos como si yo fuera la maldita rata que publicó un video íntimo de un momento de suma entrega y pureza.

Maldito Yoongi.

— Hoba... — su voz ronca retumbó en el salón viejo y abandonado, — pensé que no vendrías. —se impulso sobre el codo izquierdo, me tomó todo el valor del mundo reunir la fuerza para alzar la vista y mirarle directo a los ojos — Yo no lo hice.

El primer impulso fue reírme de su más grande estupidez, era obvio que no iba aceptarlo y aquello me llenó de rabia.

— Tú no lo hiciste — sisee repitiendo sus palabras, — ¡¿entonces explícame como carajos el vídeo anda rondando por toda la puta institución?! ¿lo habías planeado?

Debí haberme enojado mucho para que Yoongi retrocediera los pasos que había avanzado, porqué eso era él; un maldito cobarde.

Apretó la mandíbula, mientras observé como su cuerpo se tensaba, quizás buscaba una respuesta buena, una que valiera su palabra, pero no la encontró.

— Yo no lo hice — dijo esta vez más fuerte y claro, y entonces avanzó de nuevo hacia mí —¡¿Crees que le mostraría tu cuerpo a todo los putos de mierda de aquí?! No me gusta que nadie más tenga lo que es mío ni tampoco que lo deseen, créeme, yo no lo hice.

Esta igual de furioso que yo, pero me importo poco. Yo no le creería tan fácil.

— ¿Por qué le mostraría tu cuerpo? —gruño, acercándose más — Aún sabiendo que fui el primero en tenerlo, — sonrió amplió, a modo altanero. Me odie, cómo pude pensar que Yoongi sería diferente al resto —no te confundas, Hoseok. Que tú quieras creer que fui yo para justificar que te arrepientes no es mi culpa.

Su mano huesuda y fría se cernió en mi antebrazo, hubo una descarga eléctrica como la primera vez que él me tocó. Aunque eso no evitó que jadeara del dolor.