Sadness #4

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Un nuevo día empezaba para Tetsu, una nueva oportunidad, un nuevo comienzo.

Se levantó de la cama y empezó su rutina matutina, bañarse, desayunar algo, lavarse los dientes y salir a caminar al trabajo. Ese día parecía ser exactamente a los anteriores, sin embargo, algo en él le dijo que era hora de romper parte de su rutina, así que sin dudarlo mucho, abordó un autobús.

Iba casi vacío, y sin pensarlo y sin ver realmente, se sentó al lado de alguien, en silencio.

El silencio se rompió cuando la persona a su lado lo saludó, y rápidamente reconoció la voz, era la voz de su ángel.

Se giró y Mana sonrió educadamente, para después hablar tranquilamente.

—Buenos días Tetsu, que sorpresa verte.
—Oh, yo... Hola Manabu, buen día.

El corazón de Tetsu latía a mil por hora, sus presentimientos habías dado frutos, ahora tenía al objeto de su obsesión enfrente de su cara, sentado a su lado. Mana siguió hablando educadamente, rozando en algo de timidez.

—Yo... Estuve pensando lo que me dijiste cuando nos conocimos, sobre el local que podías rentar.

Tetsu sonrió, tratando de no dar miedo, y habló fingiendo alegría.

—¿En serio? ¿Y cuál es tu desición?
—Pues he decidido aceptar. Es una oportunidad única y un buen comienzo para mi negocio.

La sonrisa de Tetsu creció al oír esto, era perfecto. Esta situación involucraba estar más cerca de su amado, y encima, de cierta manera era estar en una posición de poder sobre de él.

—Me alegra que hayas aceptado. ¿Te parece si vamos en este instante? Justamente este camión está tomando una ruta que nos dejará cerca.

Manabu dudo un poco, todavía no se sentía muy cómodo con Tetsu, pero quería darle una oportunidad, quizás no sería tan malo, así que asintió.

—Por supuesto, vamos.

Tetsu sonrió, y aunque su sonrisa aparentaba ser normal, en el fondo era una sonrisa enferma y obsesiva, sentía que Mana era una pequeña y bella mariposa cayendo en la red de una araña.

Ambos bajaron en la siguiente parada, y Manabu empezó a seguir en silencio a Tetsu, mirando al frente y analizando el camino que estaban siguiendo.

Finalmente, llegaron a un local cerrado, con aparadores para lucir maniquíes y diversa ropa. Tetsu sacó un manojo de llaves de su mochila y abrió la puerta principal del local, que cedió con un leve chirrido y el sonido de una campanita.

Ambos hombres entraron y ante ellos estaba la vista del local, había mucho polvo y algunas telarañas, además de algunos percheros viejos y una caja para cobrar antigua, sobre la que posaba una caja registradora de antaño.

Mana miró el lugar, bastante emocionado, y después dirigió su mirada a Tetsu para seguir hablando.

—Este lugar es perfecto. Con un poco de mantenimiento y mia diseños de ropa listo, la tienda estará abierta en unos meses.

Tetsu le devolvió la sonrisa, mientras lo miraba desde el umbral de la puerta.

—Tienes razón. Y seguro que lograrás poner está tienda en pie, lo sé.

Mana se sintió algo halagado, quizás Tetsu daba miedo, pero hasta cierto punto, ya le estaba tomando confianza.

—Gracias, eres muy amable. Por cierto, ¿De cuánto sería la renta?

Tetsu se preparó para seguir hablando, esto estaba saliendo de maravilla, realmente su amado estaba cayendo en sus redes.

—Bueno, serían alrededor de 500 yenes por mes. Si lo consideras, es más barato que otros locales en alquiler.

𝕿𝖍𝖊 𝕾𝖆𝖓𝖘 𝕷𝖔𝖌𝖎𝖖𝖚𝖊 𝖆𝖓𝖉 𝕸𝖊𝖒𝖔𝖎𝖗𝖊 𝕾𝖆𝖌𝖆𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora