I :llegada (2/2)

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Un nuevo día.

...

"Querido Damien, ¿Cómo has estado?, espero que bien. Te escribo esto porque es la única forma en la que me puedo comunicar con usted, lastimosamente. ¡Que dolor!, hace mucho que no nos vemos. Recuerdo cuando con Philip jugabas a ser un caballero y lo rescatabas, ¡Ah! ¡Que recuerdos! Ja, te veías muy contento. De todas formas, no es esa la razón de mi carta, Damien. Se acerca tu décimo séptimo cumpleaños, sabes que quiere decir, ¿verdad?, ¡Claro que haz de saber! Es hora de que borres esa isla de ensueños y consigas tus esperadas alas. No va a ser fácil, pero esa será tu tarea desde que tengas diecisiete años. Prepárate por el porvenir."

Atentamente: Cosette. H.

Así inicio el día de Damien Thorn, con esa carta, carta que le recordaba el deber y estrés por el cual fue y estaba siendo sometido.

- Cosette.. -mascullo. Tanto tiempo sin verla, que raro que le haya escrito, no suele recibir cartas, y mucho menos de ella.

De un momento a otro, Philip bajo de las largas y limpias escaleras que daban hacia las habitaciones de la familia.

-Hola, Dam- Saludo tiernamente mientras bajaba las escaleras.

-Hola, Phil. ¿No es temprano para que estés despierto?, son las cinco y media...  - Le cuestionó.

-¿Como estas?, ¿Qué es esa carta?- Pregunto evadiendo su pregunta rápidamente - No sueles recibir cartas, querido - dijo mientras pasaba sus brazos por el cuello de Damien delicadamente.

-Sin ánimos- Dijo. Luego miro la carta -Oh, es una carta de Cosette, ¿la recuerdas?

-Ow...- Quedo callado por un rato, pensativo- Claro, ¿que pasó para que te haya escrito?- Pregunto mientras observaba la carta meticulosamente.

-Mi cumpleaños- Dijo desanimado.

-¡Oh!, veo, veo. No te desanimes, ¿sabes que me puedes confiar todo lo que sientes y piensas, sabías?- Dijo con un tono dulce. Damien solo agarro una de sus manos y la acarició, a sintiendo lentamente.

-También es tu cumpleaños, Phil- Este asintió, esbozando una sonrisa- Te entusiasma, ¿Verdad?- Dijo cuando levanto la mirada para verlo.

-¡Si!, je. ¿No es increíble como pasa el tiempo?

-Eso creo.

-Así es.

Damien río. El, siempre tan confiado en sus palabras. Y él, tan absorto en sus pensamientos y lleno de presión.

. . .

Momentos después, Philip estaba en esa gran habitación, tocando su piano. Parecía murmurar una canción. Una melodía, como si fuese la única persona en esas tierras, al borde de todo, abriéndose a una estrella, abriéndose a la esperanza de escapar de allí; era simplemente armonioso, tan delicado, sus manos tocando con tanta calma las teclas. Un sonido hermoso e inigualable salía de el, como si esa melodía saliera dentro de él.

Viviremos por siempre. Dos voces. Dos vidas llenas de discrepancia. Solo ellos sabrían como hacerlo, los dos formados para distintos propósitos. Una luz.

. . .

Dejó de tocar y se levantó de su asiento. Camino hasta la gigantesca biblioteca en búsqueda de la Biblia. Sí, así es, en el infierno se predica la biblia, no de la forma donde Jesús es misericordioso. Aquí se le desacredita por sus acciones, por hacer que primero se piense en el y luego en ti mismo.

Disfrutaba leer, especialmente porque así, el pensaba, que estaba más cerca de lograr su objetivo.

. . .

De un momento a otro Damien había llegado al palacio. Lo habían citado a una firma, ¡Bah!, ni yo se que era, dudo que el tenga idea, parecía muy cansado. Tenía ojeras en su piel blanca, un poco de vello en su cara, ojos cansados. Pobre niño.

Se hecho en los brazos de Philip apenas verlo, solo necesitaba descansar. Sí, claro, solo eso.

-¡Hola..!

-Mmg, Phil.. -Dijo aferrándose a el-

-¿En que te puedo ayudar, Dam? -Había comenzado a acariciarle la cabeza- Soy todo oídos, cariño.

-Quiero dormir, ¿podría..?

-Claro, Dam. No lo preguntes - interrumpió mientras acunaba su cara en su pecho delicadamente.

. . .

Durmieron plácidamente, ambos acurrucados, dándose calor mutuo. Amándose, siendo felices uno con el otro. El amor y aprecio que le tenía Damien a Philip no se podía ni contar con números, era infinitamente profundo. Sumido en sus pensamientos, en el futuro, en el pasado, intentando recordar la poca infancia que tuvo. Se sentía tan pequeño, era como un frágil gatito asustado que busca a su madre, su calor, su amor.

Día tras día, noche tras noche, el mismo sentimiento seguía ahí, pero una voz majestuosa lo hacía dejar de pensar, le hacía tocar las estrellas, solo el lo sabe hacer de la forma correcta, Philip.

Un día nuevo daba inicio.

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⏰ Última actualización: Sep 01, 2024 ⏰

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