Ay pequeño, extrañarte es poco, estos días son en los que más me preguntó, que coño me hiciste para sentir que te necesito más que otra cosa en el mundo?
Sabes? Algo que me costó aceptar es que no solo estoy perdida, sino que ahora tampoco tengo un lugar, ya no pertenezco a ningún lado.
Un 23 de enero yo decidí hacer una limpieza y sacar de mi vida a todas las personas que no servían, o al menos a la mayoría, desde ese día empezamos a ser tu y yo, si a veces se nos unian más personas, pero a mí solo me importaba que estuvieras tú, sabía que cuando llegara a la escuela estarías ahí y podría sentarme contigo simplemente a existir, te encargaste de darme un lugar y ahora ya no lo tengo, estar allá y sentarme sola se siente como estar vagando sin ningún rumbo o destino.
Supongo que eso es lo malo de acostumbrarse a la presencia constante de una persona, que cuando te falta es como si la vida perdiera sentido, o al menos es lo que me pasa a mi, pero probablemente eso también se debe a qué te adueñaste de cada parte de mi mente y mi ser.
Cuando llegaste a mi vida, entendí que nunca tuvo sentido, llegaste a dárselo, te volviste una razón de mi existir y ahora tengo que vivir con tu ausencia la mayor parte del tiempo...
Att: Ella
