CAPITULO 9

120 6 1
                                    

Isabella

—Si te quedas no responderé por mis actos.

—Está bien — dije dejándome caer de cuclillas contra la puerta.

—¿Está bien? — preguntó Andréi.

Asentí firme en mi decisión.

Andréi se giró dándome la espalda, fue hasta una mesa llena de licores cerca de la ventana, se sirvió un vaso bebió rápidamente, luego se sirvió otro, parecía controlado, pero no dejé de alerta, hice bien porque el tercer vaso fue arrojado hacia la puerta del baño al otro lado de la cama.

No pude evitar sobresaltarme al escuchar el impacto, algunos vidrios saltaron cerca de donde estaba, ninguno me dañó. Andréi tomó mi reacción como si estuviera asustada.

Caminó hacia mí y me tomó del brazo, pegándome bruscamente contra la puerta, podía ver su mirada mejor, sus ojos estaban brillosos, pero no creo que sea por el alcohol.

—Cuando estas cerca, todo me sale mal — una de sus manos acomodó mi cabello detrás de la oreja —. Eres mi puto Karma Isabella.

Su mano bajo a mi cuello, acariciándolo, parecía querer sentir mi pulso.

—¿Quién es Helena?

En cuanto pregunté, la expresión su rostro cambió, pude ver el odio en ellos, como cuando estábamos en la piscina, su caricia en mi cuello cambió a un apretón que de inmediato comenzó a cortar mi respiración.

—¿Por qué siempre debes arruinar todo?

—Ann-dreei me lastimas — mis palabras salieron entrecortadas.

Me soltó de inmediato, como si lo hubiera golpeado algo.

Se giró y se paró a los pies de la cama.

—Vete Isabella ¡Sal de aquí! — su grito salió roto, sus hombros subían y bajaban con intensidad.

—¡No!

Sin dudarlo caminé hacia él y lo abracé por la espalda.

—¡Suéltame! — me sacudió, pero me aferré con más fuerzas a su cuerpo, enterrando mis uñas en su camisa.

—¡No te dejaré solo! — las lágrimas bajaron por mi rostro y no entendí por qué estaba llorando, fue hasta que el cuerpo al que me aferraba comenzó a sacudirse más fuerte.

Andréi estaba llorando. Andréi, mi satanás, mi cruel rey del tablero, estaba llorando, jamás creí ver esto, no pensé que Andréi pudiera llorar o si esa emoción pudiera estar en él, era como si de pronto se volviera humano.

Se sentía extraño ver alguien tan fuerte llorar.

Pero no eran solo lagrimas lo que sacudía Andreí, cuando me di cuenta lo giré, escondió su mirada de mí de inmediato.

—Andreí déjame.

—Vete... — dijo a penas.

De pronto su cuerpo cayó, quedando sentado en el piso, su espalda contra la cama, me arrodillé observándolo.

Andréi no estaba respirando bien, su pecho subía y bajaba, su rostro estaba empapado de sudor.

Era un ataque de ansiedad, Andréi tenía un ataque de ansiedad.

Llevé mis manos hacia su camisa, sujeté la corbata y procedí a eliminarla, mientras que su mano tomó mi muñeca con fuerza, apartándome.

—No...

—Déjame ayudarte.

—No quiero — su voz se cortó, aún escondía su rostro de mí, así que entendí.

CRUEL KING - +21 #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora