Está bien sentirse mal aveces.

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-Mamá ¿dónde está mi vestido? - le grite de mi habitación.
-Lo puse a lavar ayer, pensé que lo habías tendido.
-Esta bien.
Y ahora que me pongo era la última prenda suelta que me quedaba, todo lo lave ayer y no se secó, mientras buscaba algo en mi armario, se abrío la puerta de mi habitación.
-Hija nos tenemos que ir vamos a llegar tarde.
-Lo se mamá pero no tengo que ponerme.
-Tienes toda esta parte llena de ropa, tienes mucho que ponerte - me sañalo- los tres estantes de arriba que estaban lleno de ropa.
Pero definitivamente, no iba a usar eso, era ropa muy ajustada que no usaría ni loca, ya no me atrevía a usarla.
-No mamá sabes que no uso ropa así, es ropa muy ajustada al cuerpo no me gusta
-Tienes que usarla, no tienes otra cosa.
Yo negaba con la cabeza mientras mi mamá buscaba algo, la verdad hacia años que no usaba ese tipo de ropa, y no es porque no me iba a andar, era porque simplemente no me sentía cómoda con esa ropa puesta, no me gustaba.
-Listo mira esto, te va a quedar hermoso, son tus colores favoritos - giraba las prendas para todos lados mientras sonreía.
-No mamá ni lo sueñes no usaré eso - lo que tenía en las manos eran una remera negra corta, y un pantalón de jeans blanco, pero lo malo de eso era que todo era ajustado y pegado al cuerpo y no me gustaba
-Ay por favor Briana, no es tan ajustado, ponte eso, y punto te espero afuera, si no sales en cinco minutos, estarás castigada todo el mes y no irás a la biblioteca por un mes, ¿entendido? - asenti - no te escuche Briana.
-Si mamá entendido, ahora me puedes dejar sola me quiero cambiar.
Se fue dando un mini golpe a la puerta de mi habitación, en ocasiones mamá nunca me entendía, ella siempre me quiso obligar a sentirme bien con mi cuerpo, pero nunca pude. Después de cambiarme de ropa, me puse unas zapatillas negras, y me recogí mi cabello risado en una una cola, y salí así, la verdad nunca use maquillaje, ni pensaba usarlo ahora, agarre mi mochila, y salí de mi habitación fui hasta la salida saque las llaves de la puerta, y salí afuera, senti como el rayos del sol pegaba en mi cara, eran los primeros del día, estaba amaneciendo.
Estaba buscando a mamá con la mirada y cuando la vi estaba hablando con la señora González su mejor amiga de toda la vida, y por supuesto, su hijo, no quería ir a saludar, pero quería llegar temprano, y si dejaba que mamá, suguiera hablando con su amiga llegaría tardé, mamá podía estar horas hablando con su amiga, sin más pensarlo me acerqué adonde estaban.
-Hola señora Margarita ¿como esta?.
-Hola Briana muy bien, que bonita te ves hoy.
No era que no me gustara recibir cumplidos, sólo que no me lo podía creer no me sentía bonita.
-Gracias señora Margarita, ¿como estás? Ignacio
-Muy bien Briana.
-Mamá ya estoy lista.
Mamá me miro y asintio.
-Margarita tenemos que irnos con Briana nos vemos más tarde.
-Esta bien te veo después Samara.
Y sin decir nada más dimos media vuelta y nos fuimos, la verdad la única persona que le dice Samara a mamá en la señora Margarita, nos subimos al auto mamá lo arranco y empezo a manejar por las calles de la cuidad, cuando estábamos a mitad de camino, mamá decidio contar el silencio, y me dijo:
-Quiero que cambies esa cara Briana - seguro se dio cuenta de mi cara de pocos amigos - no crees que es momento de dejar de sentirte insegura de ti misma, ya no te voy a llevar  más a comprar ropa suelta, o comprar ropa ajustada, o la ropa te la compras tu, todas tus primas usan ropa ajustada, tu eres la única que usa esa ropa tan poca femenina.
-Es enserio mamá, me dirás esto ahora, ya hemos hablado de esto, y siempre llegamos a nada, deberías estar feliz, hoy me obligaste a vestirme como a ti te gusta, y además es mi problema ser poco femenina.
-Pues no Briana no estoy feliz porque, hoy te vestis asi, y mañana volves a tu rutina de ropa fea, pareces un chico vestida así como te vistes.
-Suficiente mamá ya fue suficiente no crees.
-Pues no Briana no es suficiente, porque vos misma lo dijiste, siempre llegamos a nada con estas conversaciones, y quiero que cambies tu forma de ser, toda tu vida vas a seguir así, con esa ropa fea, sólo a ti te gusta.
-Lo que me faltaba, que además de todo el mundo tu también me critiques, sabes que prefiero ser fría poco femenina y vestirme como un chico, como tu me decís que tener que cumplir las expectativas de los demás, sabes que me importa poco lo que me digas, es mi cuerpo y soy yo.
-Si Briana y esa es tu respuesta para todo, soy yo y es mi cuerpo, sabes que es horrible como te vistes por eso te enoja que te lo diga, te molesta la verdad.
-No me molesta porque es la verdad, me molesta porque me lo dices, porque me quieres convertir en vos, y yo nunca voy a ser como vos - ya me canse de siempre lo mismo con mi mamá por lo que iba a ser, no me iba a arrepentir  - sabes que mamá para el auto.
-¿Para que quieres que pare el auto? no lo haré todavía falta para llegar.
-Para el auto mamá - le hable más fuerte.
-Esta bien ya esta lo pare.
Abrí la puerta del auto, agarre mi mochila y me baje.
-¿Qué estas haciendo? Briana ni se te ocurra irte caminando.
-Pues vaya, al menos en esa parte me conoces, me voy a ir caminando no soporto, cruzar una palabra más contigo, sabes que si quieres ni te molestes en ir, si te avergüenzas de lo mi, con todo lo que me dijiste, entendí eso, adiós mamá.
Sin decir nada más cerré la puerta del auto y me fui caminando, la verdad no me gusta discutir con mamá, pero en ocasiones no la podía soportar, siempre me quiere cambiar, eso me molesta.
No se en que momento crucé la calle, porque escuche una bocina, y como un auto freno, gire un poco mi cuello y mire, era un auto negro deportivo, bajo en chico muy alto de pelo negro, blanco como el papel, y unos ojos grises hermosos, fue hasta donde estaba y me miro fijamente y hablo:
-Te encuentras bien ¿dime por favor que estas bien? - quería responderle, pero las palabras no me salían, me quedé ahí parada, no sabia que responderle solo lo miraba - creo que estas en shock - me llevo hasta la orrila de la calle, y me dejó ahí en la vereda, y se fue en su auto.
De pronto volvió hasta donde estaba y se paró enfrente mio y nuevamente me hablo.
-Me llamó Luciano, es un placer conocerte - no sabia que me pasaba estaba ahí  parada sin saber que decir o hacer - creo que sigues en shock, esta bien me quedaré hasta que se te pase - y se quedó conmigo y de un momento a otro se me nublo la vista y no pude ver mas.
Sólo senti como alguien me sostuvo para no caerme y como me sento en algún lado, y el motor de un auto arrancar.

Forjando Mi Amor Propio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora