vestirse MAL, pasarla BIEN

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fuckit. Me voy a inventar el contexto del esposo de Fubuki.

[XxX]

Dos figuras avanzaron a través de los tatamis de la finca de los Azuma. La que iba a la cabeza, con el uniforme del Cuerpo Anti-Demonios, y una trenza en su mejilla, era la matriarca de los Azuma: Tobera Azuma. Su cabeza alzada y sus brazos cruzados sobre su pecho.

Detrás de ella, encogida sobre si misma, iba una joven Fubuki Azuma. Usaba un kimono tradicional de color oscuro, su cabello corto estaba peinado para que un mechon cubriera su ojo derecho. Era un estilo que su madre había impuesto sobre ella, aseguraba que le daba personalidad. Tobera no admitiría que era únicamente para que Fubuki usase el corte de cabello que a ella le hubiera gustado usar en su juventud.

Tobera resopló en su mano, caminando por la finca de los Azuma's junto a una joven Fubuki. La chica había sido ingresada recientemente al Cuerpo Anti-Demonios. Tobera se había serciorado de que así fuera.

Y no se había decepcionado con los resultados de Fubuki. Los capitanes se quedaron mudos cuando, la joven de apariencia tímida, convocó una enorme lanza y ayudó en la vanguardia. La pequeña cabecilla del clan Azuma, como le decían, se ganó rápidamente su reputación con su gran actuación en la prefectura de Tokyo hace unas semanas.

Eso le ganó un montón de pretendientes/as que Tobera, sin ninguna cortesía como era de esperarse, rechazó. Excepto a uno.

"¿Cómo va el marido que te asigné?" Preguntó Tobera.

Fubuki, detrás de ella, bajó la mirada hasta el suelo, y pronunció.

"B-bien..."

"Sabes que no me gustan esas respuestas." Fubuki se estremeció, alzando un poco la vista para ver la espalda de su madre mientras caminaban. "Responde como una Azuma, Fubuki."

La menor tragó.

"T-tenko es amable, cocina bien y es bastante capaz de seguirme el ritmo." Estaba implicito, pero Tobera sabía a qué se refería con seguirle el ritmo.

Le dirigió una mirada por el rabillo del ojo.

"Eres joven, estás en tu apogeo, es bueno que ese hombre sea capaz de complacerte ahora para tener hijos pronto." Habló, y retomó su viaje hacia el comedor. "Úsalo un poco más y, cuando yo diga, tíralo a la División Tierra."

La voz de Fubuki se perdió, pero para el oído entrenado de Tobera, se escuchó un débil.

"Sí, madre."

"Azuma-san."

La mujer rolliza parpadeó un par de veces antes de mirar al chico a su lado.

Yuuki tenía una expresión algo preocupada en su rostro, su ceja alzada y sus ojos fijos en los de ella.

"¿Se encuentra bien?" Preguntó.

Fubuki lo miró durante unos instantes, su expresión levemente sorprendida por su increíble y sorprevisa seguridad y preocupación por ella.

No iba a dejar pasar este repentino impulso de confianza del chico. Así que se inclinó un poco más cerca del chico, con sus narices a punto de tocarse, con Yuuki sintiendo el aliento de Fubuki en su rostro, y dijo:

"¿Luzco mal?"

"¡Eep!"

El repentino impulso de confianza abandonó a Yuuki tan rápido que no fue capaz de notar el desnivel de la vereda, y se estampó contra el suelo. El chico Wakura sentía que el corazón se le subía a la garganta y que no pudo pronunciar nada coherente, no por la caída, si no por la acción de la mujer junto a él. Probablemente su incapacidad de hablar fue lo que causó la carcajada en la mujer rolliza.

Mato Seihei No... ¿No...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora