One Step at a Time

Ruedas atascadas en el Desierto de Arabasta.

Loguetown.

Luffy mueve su nueva sillita de ruedas descuidadamente para acercarse al marine ignorando la pila de cuerpos inconscientes a sus pies.

"¡Oye, qué suerte!" Exclama Luffy con alegría genuina. "¿Podrías decirme dónde está la plataforma de ejecución?"

El capitán Smoker mira al adolescente de arriba abajo. Como cada persona que conoce por primera vez a Luffy, su atención está plenamente en los dos muñones de sus piernas.

"¿La plataforma de ejecución?" Pregunta distraidamente.

"Sí, creo que estoy perdido," se lamenta el chico.

"¿Por qué estás buscando el patíbulo?" Pregunta Smoker arqueando una ceja.

"Quiero verlo," la sombra del sombrero de paja tapa los ojos del joven, pero aún se distingue su sonrisa. "El lugar en el que el Rey de los Piratas murió."

Por un segundo, Smoker se congela. No sabe qué es lo que causa tal reacción. La plataforma de ejecución es un lugar de interés turístico en Loguetown y cada día reciben cientos de visitantes que solo quieren ver con sus propios ojos un lugar grabado en la historia. Aún así, hay algo que no se siente bien acerca de este chico y su sonrisa.

"¿Eh? ¿No lo sabes?" Luffy muestra una mueca de decepción y gira su silla para marcharse. "Lo que sea..."

"Espera," lo detiene Smoker. Usando su habilidad, crea un camino con el humo de los dos puros que mantiene en su boca. "Mira donde señala el humo."

El chico se emociona de inmediato. "¡Oh! ¿Por ahí? ¡Gracias!" Exclama lanzándose en la dirección indicada mucho más velozmente de lo que debería debido a sus limitaciones.

Luffy inevitablemente se pierde una o dos veces, pero cuando una ráfaga de viento se lleva su sombrero, casi parece ser este quien lo guíe a la plataforma de ejecución. El lugar no es impresionante, sino mediocre en su mayoría. Luffy abre la caja en su regazo, saca las cuerdas y se ata los pies pocos confiables del payaso antes de saltar para trepar el patíbulo, ignorante de todas las personas que actualmente están tras él.

"Así que esto es lo que el Rey de los Piratas vio," Luffy sonríe desde la cima del patíbulo.

La gente se alborota. Aunque parezca algo que podría suceder a menudo, los habitantes de Loguetown no están acostumbrados a que haya alguien tan descarado como para subir al patíbulo a plena luz del día. Menos aún, alguien tan singular como Luffy con su pequeño par de pies. Un oficial de policía le ordena que baje, pero todo se descontrola cuando un grupo de piratas llegan a la plaza.

Cuando Cabaji atrapa a Luffy en el patíbulo y Buggy sube flotando, lo primero que hace es arrancarle los pies.

"¡Maldito seas, Mugiwara!" A pesar del rencor en su voz, hay alivio cuando al fin tiene sus pies unidos al resto del cuerpo. "¡Por el crimen de robarme mis pies y hacerme enojar... te condeno a una muerte llamativa!"

Los piratas festejan mientras Luffy chilla al darse cuenta de que es él al que tienen la intención de ejecutar. Sus brazos y su cabeza están atrapados, y ya no tiene pies en los que apoyarse para escapar. La situación no pinta bien de ninguna manera.

"¿Algunas últimas palabras? Bueno, al parecer te has quedado sin palabras... Estás a punto de morir de cualquier forma," se burla Buggy.

Para llevarle la contraria, Luffy toma aire y grita:

"¡Soy el hombre que se convertirá en el Rey de los Piratas!"

La plaza se queda mortalmente silenciosa. Las palabras viniendo de un tipo que está a punto de morir en el lugar en el que el Rey de los Piratas fue ejecutado ya son fuertes de por sí, pero todo se vuelve aún más intenso cuando todo esto es protagonizado por un hombre discapacitado. La gente ni siquiera puede reír por lo ridículo que suena cuando ven la seriedad plena en sus palabras.