ÁMAME, JULIÉT

CAPÍTULO XXV: CLOSET DE CRISTAL

El gran día había llegado. El viernes, Ólive y Óliver estaban sentados en su coche frente al portón del colegio. Óliver se rascaba el cuello de puro nervios, mientras Ólive intentaba calmarlo.

—Tranquilo, Óliver. Todo va a salir bien —dijo Ólive, colocando una mano sobre la suya.

—Es fácil decirlo porque no eres la que sale de closet frente a todos —respondió Óliver, respirando hondo.

En ese momento, Vincent llegó y abrió la puerta del coche. Extendió su mano hacia Óliver, quien la tomó con una mezcla de ansiedad y determinación.

—Estamos juntos en esto, amor —dijo Vincent con una sonrisa tranquilizadora.

Óliver bajó del coche y, con una oleada de emociones recorriendo sus cuerpos, caminaron de la mano por la entrada y los pasillos del colegio. Las miradas de todos los seguían: algunas aprobaban, otras desaprobaban y otras simplemente se llenaban de sorpresa.

—Todos nos miran. ¿Acaso somos unos fenómenos? —quería apartar la mano de Vincent.

—Es común para el ser humano ser curioso y juzgar lo que no comprende. No les des importancia.

—No-puede-ser. ¡Al fin! —se acercó Hade a abrazarlos.

—Hola chicos. Felicidades —dijo Alaska.

—¿¡Presidente!? ¿Usted es gay? —se acercó uno de sus integrantes de su club.

—Sí —dijo en voz baja.

—Algo me decía que lo eras. Felicidades por su relación —les dio un abrazo.

Óliver se dio cuenta que no todas las personas reaccionarían como su padre y eso le llenaba de calma. Pero como en este mundo nada es perfecto. Algunos de sus integrantes se salieron del club y algunos de sus compañeros de aula grafitearon sus mesas. Pero de algo estaban seguros ellos dos "La libertad les daba paz así como los hacía vulnerables ante otros, pero su libertad no lo cambiaraían por nada ni nadie"

Por la tarde, asistieron a la reunión del grupo LGBTQ+, ya que les habían invitado. Al llegar, Adara, Emma y Thalía los recibieron.

—¡Qué valientes fueron hoy! —exclamó Adara—. Estoy muy orgullosa de ustedes.

—Muchas gracias.

—Que linda pareja hacen —dijo Emma.

—¿Ustedes prepararon todo esto? ¿Por qué? —se le hizo extraño a Vincent, ya que no eran tan amigos de ellas.

—Recibimos ayuda. De hecho fue su idea. Chicas salgan.

Se abrió la puerta del baño y de ahí salieron Alaska, Hade, Sofía, Ólive y Juliét.

—Queríamos alegrar su día. No queríamos que esos grafities feos queden grabados en ustedes —dijo Hade.

—Ahora van a tener algo bonito que recordar —dijo Ólive.

—Es muy lindo de su parte —se acercaron a abrazarlas.

—Por estos momentos mágicos es que creamos este grupo de apoyo —dijo Thalía limpiándose las lágrimas.

—Este día fue aterrador como bonito. Es cierto, la libertad solo es para los fuertes —dijo Óliver.

—Y nosotros somos fuertes —dijo  Vincent dándole un beso en la mejilla como consuelo.

—Son tan dulces que me va a dar diabetes de solo mirarlos —dijo Sofía.

—Lo ves Alaska. Así se ve el amor—la miró.