Después del intenso beso en el baño, Evelyn no podía dejar de pensar en Kyle. Sabía que era peligroso y prohibido, pero también sentía una atracción irresistible hacia él. Una noche, mientras se encontraba sola en su habitación, Evelyn se sobresaltó al ver a Kyle en la ventana. Había venido a verla, a pesar de que sabía que estaba jugando con el fuego. "¿Por qué estás aquí?", preguntó Evelyn con voz temblorosa. "Porque no puedo dejar de pensar en ti", respondió Kyle con una sonrisa seductora. "Quiero que seas mía por completo".
Evelyn sabía que no debía permitir que Kyle entrara, pero algo en su mirada la atrapaba. Era como si estuviera bajo un hechizo, incapaz de resistirse a la fuerza de su presencia. "Entra", dijo finalmente, abriendo la ventana para dejarlo pasar. Kyle entró en la habitación y se acercó a ella lentamente, con una intensidad que le hizo temblar las piernas. Se besaron apasionadamente, sin poder controlarse. Pero entonces, Evelyn se dio cuenta de algo: Kyle había empezado a lamérsele el cuello con sus colmillos. Ella se quedó paralizada de terror, sabiendo que estaba en peligro mortal. Justo cuando Kyle estaba a punto de morder el cuello de Evelyn, ella reaccionó rápidamente y se apartó bruscamente, con un grito de horror. "¡No! ¡No me muerdas!", gritó Evelyn, respaldándose contra la pared y mirando a Kyle con miedo.
Kyle se detuvo, sorprendido por su reacción. No estaba acostumbrado a que se le resistiera, y eso lo hizo sentirse confundido y enojado. "¿Por qué te apartas?", preguntó Kyle con un tono frío. "¿No quieres ser mi compañera eterna?". Evelyn titubeó un momento, luchando entre su miedo y su deseo por Kyle. Parte de ella quería ser suya, pero otra parte sabía que era una locura arriesgar su vida por un vampiro. Finalmente, encontró la fuerza para hablar. "No... no puedo", dijo Evelyn con voz temblorosa. "No quiero convertirme en un vampiro".
Kyle se quedó en silencio, mirándola con ojos fríos y calculadores. "¿Estás segura?", preguntó finalmente. "¿No te has dado cuenta de que somos almas gemelas? ¿No sientes la atracción entre nosotros?". De repente, la puerta del cuarto se abrió con fuerza y apareció el padre de Evelyn, horrorizado al ver a Kyle en la habitación. Su padre era un asesino de vampiros, y reconoció inmediatamente lo que era Kyle.
"¡Kyle!" gritó el padre de Evelyn, sacando una estaca de madera. "¡Tú, asesino de sangre! ¡Hoy vas a morir!". Kyle se volvió rápidamente, preparándose para enfrentarse al padre de Evelyn. Los dos se miraron con odio, sabiendo que solo uno de ellos saldría vivo de esa pelea. Evelyn quedó paralizada, mirando a su padre y a Kyle, sin saber qué hacer. Sentía miedo y confusión, y no quería que ninguno de los dos resultara herido. La pelea comenzó con una brutal ferocidad. El padre de Evelyn atacó a Kyle con la estaca, intentando clavársela en el corazón. Kyle esquivó los golpes con una velocidad y habilidad sobrenaturales, y respondió con sus propios ataques, usando sus garras y colmillos para herir a su adversario.
La sangre empezó a despilfarrarse por la habitación, manchando las paredes y el suelo. Los dos combatientes se movían a una velocidad increíble, esquivando y atacando con una intensidad que hacía temblar la habitación. Evelyn quedó atrapada en medio de la pelea, mirando horrorizada cómo su padre y Kyle se atacaban con toda su fuerza. En medio de la pelea, el padre de Evelyn logró clavarle la estaca en el pecho a Kyle, haciéndolo gemir de dolor. Pero Kyle no se dio por vencido, y con sus uñas afiladas como cuchillas le arañó el rostro a su oponente, haciéndolo caer al suelo.
Kyle, herido pero aún con fuerzas, se dirigió rápidamente a la ventana y salió volando, desapareciendo en la oscuridad de la noche. Evelyn corrió hacia su padre, que yacía en el suelo herido y sangrando. "¡Papá!" gritó, tratando de detener la hemorragia. "¡Por favor, no te mueras!". Mientras Evelyn trataba desesperadamente de ayudar a su padre, este le miró con una mezcla de dolor y orgullo. "¡No te preocupes por mí, hija!", dijo con voz débil. "¡Debes protegerte de Kyle! ¡Él es un monstruo peligroso! ¡No lo dejes acercarse a ti!". Evelyn sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor. Su padre estaba gravemente herido, y Kyle había escapado. No sabía qué hacer, ni cómo protegerse de la amenaza vampírica que representaba Kyle. Pero entonces, algo inesperado ocurrió. Kyle volvió a aparecer en la ventana, mirando a Evelyn con una expresión llena de ira y determinación. "¡No te escaparás de mí, Evelyn!", gritó Kyle.
Mientras Kyle se preparaba para entrar en la habitación, Evelyn se levantó y tomó la estaca que aún se encontraba clavada en el suelo, lista para defenderse. "¡No te acerques!", gritó ella con determinación. "¡Ya no tengo miedo de ti!". Kyle sonrió, mostrando sus colmillos afilados. "¿No tienes miedo? ¡Qué valiente eres, Evelyn! Pero no podrás hacerme daño, soy inmortal". Kyle entró en la habitación y se acercó a Evelyn, pero ella no se dejó intimidar y atacó con la estaca, clavándosela en el hombro. Kyle gritó de dolor y se tambaleó, pero rápidamente recuperó el equilibrio y la miró con ojos llenos de furia. "¡Maldita seas, Evelyn!".
"¡Crees que me puedes detener con eso?", gritó Kyle, arrebatándole la estaca a Evelyn. "¡Soy mucho más poderoso que tú!". Evelyn retrocedió, sin saber qué hacer. Kyle se acercó a ella con una sonrisa malévola y dijo: "¿No te das cuenta, Evelyn? ¡Estamos destinados a estar juntos! ¡Tú serás mía para siempre!". "¡¿Qué te hace pensar que quiero estar contigo?!", gritó Evelyn, tratando de ocultar su miedo y su confusión. ¡Lo sé, Evelyn! ¡Lo siento en tu sangre, en tu corazón! ¡Somos dos almas gemelas, destinadas a estar juntas para siempre!".
Evelyn sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar las palabras de Kyle. Su voz profunda y sensual, junto con su dominio y seguridad, hicieron que se sintiera débil y vulnerable. ¡No puedes controlarme, Kyle!", intentó decir ella, pero su voz temblaba y su cuerpo se encontraba débil y sumiso. Kyle se acercó a ella y la tomó en sus brazos, sus labios apenas separados de los suyos. "¡Sí que puedo, Evelyn!", dijo con voz ronca. "¡Y tú lo sabes! ¡Te perteneces a mí, y haré lo que sea para tenerte!".
En ese momento, Kyle besó a Evelyn con una pasión y una intensidad que la dejaron sin aliento. Sus labios se fusionaron en un beso apasionado y desesperado, mientras sus manos recorrían los cuerpos del otro, explorando y buscando más y más cercanía. Evelyn se dejó llevar por la pasión y el deseo, olvidando por un momento el peligro y la temida naturaleza de Kyle. Pero entonces, sintió un dolor súbito en el cuello, y se dio cuenta de que Kyle estaba lamiéndole la piel con sus colmillos afilados. "¡No, Kyle!", gritó ella, tratando de apartarse. "¡No me muerdas!". Kyle se detuvo, respirando con dificultad y con una expresión de dolor en su rostro.
"¿Por qué no me dejas morderte, Evelyn?", preguntó con voz áspera. "¿No entiendes que es la única manera de que estemos juntos para siempre?". Evelyn se sintió confundida y enfadada. "¡No puedo permitir que me conviertas en una monstruosidad como tú, Kyle!", gritó ella. "¡No puedo dejar que me quiten mi humanidad!". Kyle se quedó en silencio, mirando a Evelyn con una mezcla de dolor y decepción en su rostro. Sus palabras habían herido profundamente su ego, pero también su corazón, pues desde el momento en que la había conocido, había sentido un profundo amor por ella, un amor genuino y sincero.
"¿Tú piensas que soy un monstruo, Evelyn?", dijo con voz baja y vulnerable. "¿Acaso no ves que te amo? ¿Acaso no ves que te deseo más que nada en este mundo?". Evelyn se quedó sin habla, no esperaba esa reacción de Kyle. Había sido tan arrogante y dominante hasta ese momento, que no había imaginado que pudiera sentir algo tan profundo y puro como el amor. Kyle se alejó lentamente de Evelyn, caminando hacia la ventana con la mirada baja y el corazón roto. Antes de salir, se volvió a mirarla una última vez, con una mezcla de amor, decepción y tristeza en sus ojos. "Adiós, Evelyn", dijo con voz apenas audible. Evelyn no pudo decir nada, simplemente lo miró partir con una mezcla de alivio y remordimiento. Sabía que había hecho lo correcto al rechazarlo, pero también sentía una profunda pena por haber lastimado a alguien que la amaba de verdad.
Al día siguiente, Kyle se encontraba en el gimnasio, haciendo ejercicio con intensidad para tratar de olvidar lo sucedido la noche anterior. Sin embargo, cada vez que recordaba el rostro de Evelyn y su reacción al rechazarlo, se sentía abrumado por un sentimiento de tristeza y dolor. Sus ojos se llenaban de lágrimas, mientras seguía levantando pesas con furia. Su corazón estaba roto y partido en pedazos, y no sabía cómo superar ese dolor. "¿Por qué no lo vio?", se preguntaba Kyle mientras seguía levantando pesas. "¿Por qué no pudo ver lo que sentía por ella? ¿Qué hice mal?". Kyle estaba sumido en una profunda melancolía y no sabía cómo salir de ese estado de tristeza y desesperación.
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Sangre y Pecado
Random"Sangre y Pecado" es una novela erótica oscura que explora la relación entre Kyle, un vampiro, y Evelyn, la compañera de clases de Kyle, que se ve atrapada en el mundo oscuro de Kyle. A medida que se enfrentan a enemigos comunes y su atracción se vu...