Sangre y Pecado

Capítulo 3-La venganza del pecado

Unos días después de la reacción de Evelyn a su confesión de amor, Kyle se encontraba caminando por la ciudad, tratando de distraerse de sus pensamientos. La noche estaba oscura y fría, y Kyle sentía un vacío en su corazón. De repente, escuchó un ruido detrás de él. Se volvió y vio a Evelyn caminando hacia él. Su corazón se aceleró, pero también sintió una oleada de dolor y tristeza. "Kyle", dijo Evelyn, con una voz apenas audible. "Necesitamos hablar".

Kyle se quedó callado, sin saber qué decir. "Sé que te he herido", continuó Evelyn. Kyle se volvió y empezó a caminar en dirección contraria. No quería escuchar lo que Evelyn tenía que decir, no quería volver a sentir ese dolor y esa tristeza. "¡Kyle, por favor!", gritó Evelyn, tratando de seguirlo. "¡Escúchame, por favor!". Kyle aceleró el paso, tratando de alejarse de ella. "¡Kyle, te amo!", gritó Evelyn con desesperación. Kyle se detuvo en seco. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no se volvió. "¡Por favor, escúchame!", continuó Evelyn. "¡Necesito hablar contigo!".

Kyle cerró los ojos, luchando contra sus emociones. Finalmente, se volvió lentamente y miró a Evelyn. "¿Cómo puedes decirme que me amas?", preguntó Kyle con dolor en su voz. "¿Cómo puedes amar a alguien que has tratado como un monstruo?. Evelyn bajó la cabeza, avergonzada. "Lo siento, Kyle", dijo con voz apenas audible. "No me di cuenta de lo que sentías por mí. Estaba asustada, confusa... No sabía qué hacer". Kyle se quedó callado, escuchando las palabras de Evelyn. "Kyle, por favor, dame otra oportunidad", continuó Evelyn. "Quiero demostrarte que te amo, que siento lo mismo que tú por mí".

 Kyle se quedó paralizado por un momento, sin saber qué decir o hacer. Finalmente, gruñó y se alejó volando, dejando atrás a Evelyn. Necesitaba tiempo para pensar, para procesar lo sucedido y decidir qué hacer a continuación. Mientras volaba, Kyle se preguntaba si podía confiar en Evelyn, si ella estaba diciendo la verdad o si solo trataba de manipularlo. Pero, al mismo tiempo, su corazón seguía anhelando estar cerca de ella, sentir su calor y su amor. Finalmente, Kyle se detuvo en una azotea solitaria, mirando la ciudad bajo sus pies. "¿Qué debo hacer?", se preguntó a sí mismo. "¿Debo perdonarla o debo alejarme de ella para siempre?"

Mientras Kyle estaba sumido en sus pensamientos, de repente escuchó un fuerte ruido y un grito de terror. Al volverse, vio que un coche se acercaba a toda velocidad contra una niña pequeña que estaba cruzando la calle. Sin pensarlo dos veces, Kyle se lanzó a toda velocidad hacia la niña, empujándola fuera del camino del coche. Pero, en el último segundo, el coche chocó contra él, lanzándolo varios metros por el aire y haciéndolo caer al suelo con un fuerte golpe. Kyle se quedó tendido en el suelo, sin poder moverse. Sentía un intenso dolor en todo su cuerpo, y sabía que había sufrido heridas graves. Pero, a pesar del dolor, se sintió aliviado al ver que la niña estaba a salvo.

La niña se acercó a Kyle con cuidado, sin temor alguno por el hecho de que él fuera un vampiro. De hecho, ella estaba fascinada por su aspecto y su poder. "¿Estás bien?", preguntó la niña con voz temblorosa. Kyle trató de hablar, pero solo pudo emitir un débil gemido de dolor. "No te preocupes, yo cuidaré de ti", dijo la niña con determinación, y se puso a trabajar.

Primero, sacó su móvil y llamó a los servicios de emergencia para pedir ayuda. Luego, buscó su mochila y sacó una pequeña botella de agua, que usó para limpiar las heridas de Kyle. "¿Te duele mucho?", preguntó la niña, mientras limpiaba las heridas con cuidado. A pesar del dolor, Kyle no pudo evitar sonreír levemente al ver a la niña tratando de ayudarlo. "¿Cómo te llamas?", preguntó Kyle con dificultad. "Soy Emma", respondió la niña con una sonrisa. "Y tú, ¿Cómo te llamas?". "Soy Kyle", respondió él. "¿Y por qué estás aquí?", preguntó Emma con curiosidad.