capítulo 3 pelea nocturna

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Tn: ¿Qué quieres de mí?

Caster: Oh, nada en especial, solo quiero que me entregues a Saber, si no es molestia.

Tn: ¿A Saber?

Caster: Claro que para eso primero necesito tus sellos de comando. Así que podemos hacerlo de la manera fácil: tú me das tu brazo y yo, a cambio, te lo uniré de nuevo además de hacerte olvidar todo lo que pasó en la guerra. ¿Suena como un buen trato, no?

Tn: ¿Entregar a Saber? Eso es una locura.

Caster: El tiempo corre y debes elegir rápido.

-Tn estaba nervioso sobre la decisión que debía tomar-

Con Angelica

-Angelica se encontraba subiendo las escaleras del monte Ryoudou-

Angelica: Juro que te arrepentirás por hacerme subir todas estas escaleras, sea quien sea que esté detrás de esto.

???: Alto ahí, joven león. -dice un hombre de cabello morado usando ropa del Japón antiguo- Soy el Servant Assassin, Sasaki Kojiro. Es adecuado presentarse antes de empezar un combate.

Angelica: Me importa un demonio quién seas, quítate de mi camino

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Angelica: Me importa un demonio quién seas, quítate de mi camino.

Sasaki: Creo que eso no será fácil. Tengo órdenes de mi Master de no dejar que nadie ingrese. Claro que si deseas pasar, ya sabes cuál es la respuesta.

Angelica: Ja, me subestimas si crees que un simple mestizo como tú siquiera es digno de hacerme frente.

Sasaki: No la estoy subestimando, mi señora, solo es una pequeña advertencia antes de comenzar el combate.

Angelica: Basta de tonterías, apártate. -invoca dos puertas de Babilonia que apuntan directo a Sasaki-

-Sasaki empuña su espada, listo para atacar-

Angelica: Gate of Ba...

Sasaki: Tsubame Gaeshi.

-Angelica dispara dos de sus tesoros en dirección a Sasaki, pero estos son esquivados. Para cuando se dio cuenta, un gran corte en diagonal se encontraba en su pecho desde su hombro izquierdo hasta su cintura derecha.-

-Angelica se tambalea hacia atrás, conmocionada por haber sido herida por un Servant que a simple vista no era superior a ella.-

Angelica: Tú... maldito bastardo.

-Sasaki baja su espada-

Sasaki: Le pedí que no se confiara, pero al final quien terminó subestimándome fue usted...

-En ese momento, varios tesoros se clavan en su espalda debido a que Angelica invoca puertas de Babilonia detrás de él-

Sasaki: Así que yo también me confié. Qué mala suerte. -Su cuerpo desaparece, siendo eliminado de la Guerra del Santo Grial-

el mayor tesoro de una reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora