Veintidós

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Los días pasaron y el lunes volvió, TaeHyun se despertó y con una sonrisa miró al pelinegro a su lado, quien se encontraba durmiendo tranquilamente.

El director de la universidad de YeonJun le dio unos días libres, mientras se calmaba todo el escándalo. Por supuesto que no querían involucrar a la universidad en esto.

Las fotos habían sido eliminadas de todas las plataformas, quien las volviera a publicar sería crudamente castigado, también se supo que quien las filtró fue la ex esposa de TaeHyun, YuNa.

Mucha gente quedó impactada, había gente defendiendo a la mujer, pero la mayoría estaba del lado del rubio.

Taehyun dejó un beso en las suaves mejillas de YeonJun y salió para su empresa. Sabía que cuando llegara iba a recibir toda la atención, y lo pudo confirmar cuando puso un pie dentro del edificio.

Soltó un suspiro y sin dejarse intimidar, camino con la cabeza en alto hasta su oficina, no los culpaba, era impactante el saber que tuvo un amante y que resultara ser el hijo de los Choi.

Muchos entendieron el porque el joven Choi venía seguido a visitar al jefe, todo tenía sentido ahora.

— Soyeon, buenos días, tráeme un café cargado, por favor. —habló cuando pasó por el escritorio de la chica.

Esta asintió y fue lo más rápido que pudo a hacerle caso a su jefe.

Apenas se sentó en su silla cuando la puerta fue abierta bruscamente.

— ¡Mierda! Me asustaste, ¿acaso nunca tocas las puertas?

— Lo siento, venía a ver cómo estabas, vi que todo se calmó un poco.

— Sí, solo un poco, YeonJun se sigue quedando en mi departamento, los Choi contrataron guardias para evitar cualquier reportero que quiera invadir su privacidad, pero de igual manera quiero que esté conmigo.

— Es lo mejor, hubieras visto cómo estaba aquí, toda la calle llena de gente queriendo grabar dentro por si salías, lo bueno que ya te habías ido. — comentó sonriendo, TaeHyun rió.

— Gracias por avisarme, Kai, solo espero que esto no le afecte a YeonJun, no me lo perdonaría nunca. — Huening negó sonriendo.

— Así que este eres tú realmente enamorado, quien diría que fueras un asalta cunas.

— ¡Oye! Yo aún soy joven. —se defendió, pero terminó riéndose al saber que efectivamente había caído en los brazos de alguien menor. — Son solo diez años.

— Poquito, pff.

— Bueno, basta, Huening Kai, mejor hablemos de cómo debes tocar la puerta antes de entrar, ya lo habíamos hablado.

— ¿Sabes, TaeHyun? Aún no acabo el ensayo que me pediste, así que mejor voy a avanzar. Con Permiso jefe. — TaeHyun sonrió al ver a su amigo salir de la oficina como un rayo.

— Tú no cambias, Kai.

El resto del día es aburrido y común sin YeonJun por los alrededores, le había dado la orden al menor de no venir a la empresa, así que todo se encontraba aburrido.

Miro el reloj, mirando como ya era algo tarde, se la había pasado revisando y cambiando la lista de compradores para los nuevos modelos de automóviles de su empresa.

Su celular sonó y vio que era una notificación del chat con YeonJun, este le había mandado una foto de una noticia.

Era YuNa tras las rejas llorando, YeonJun escribió otro mensaje burlándose de la mujer, TaeHyun río también, si le daba un poco de lástima ver a su ex esposa así, pero ella misma se lo busco.

Agarró sus cosas decidiendo que mañana terminaría con sus pendientes, nadie podía decirle nada, era el dueño. Salió de su oficina siendo recibido por Soyeon.

— Puedes ir a casa, disfruta de tu día. —sin más comenzó a caminar, dejando a la chica un poco confundida pero alegre por su salida temprano.





Cuando el mayor llegó a su departamento se alarmó al no ver a YeonJun por ninguna parte, pero afortunadamente se escuchó como la puerta era abierta segundos antes de que le marcará como loco.

— ¡Choi YeonJun! Creo haberte dicho que no salieras sin mí. —chilló, corriendo a abrazarle.

— Lo siento, bebé. Solo salí al mall que está cerca, mira, compré algo rico para cenar. —le enseño las bolsas, Taehyun se tranquilizó separándose del menor para ayudarle con las bolsas.

— Huele delicioso.

— Compré comida china, sé que te encanta. —el rubio asintió emocionado. — Y te compré un lindo conjunto para dormir.

TaeHyun alzó una ceja, ver la mirada traviesa del menor significaba peligro.

— Está en la bolsa negra.

El rubio abrió la bolsa, mirando que todas las prendas eran blancas, sacó la primera pieza que se trataba de una blusa de tirantes demasiada corta, seguro le llegaría arriba de la cintura, la segunda pieza era un short, demasiado pequeño.

— ¿Estás seguro que esto me
queda, YeonJunnie? —preguntó con desconfianza, el menor asintió, acercándose al rubio.

— Me sé el tamaño de tu cuerpo de memoria, cosita, así que te quedará un poco ajustado pero así es. —YeonJun metió su mano a la bolsa, sacando lo último que se encontraba, dejando a TaeHyun con la boca abierta.

Eran unas bragas de encaje, casi transparente. — Esto sin duda se te verá demasiado bien.

— ¡YeonJun!

— Puedes dejarte solo la braga, a mí no me importaría que no usaras el short, bebé. —levantó sus cejas de manera traviesa, haciendo a TaeHyun sonrojar.

— Ya sabía que era plan con maña.

— Para nada, bebé. —lo miró con una falsa inocencia. — Mejor cenemos y cuando vayamos a dormir estrenas el conjunto que te compré con tanto amor.

Taehyun lo miró de reojo, tal vez mañana llegaría un poco tarde a la oficina.






El rubio se miró por milésima vez al espejo de su baño, no podía negar que se miraba muy bien con aquellas prendas, se sentía sexy.

Se acomodó su cabello por última vez y salió del baño, las luces de la habitación se encontraban ya apagadas y TaeHyun tragó duro al ver a YeonJun en la cama, con su espalda apoyada en el respaldo, usando su celular.

Pero dejó el celular olvidado en cuanto levantó su vista, observando a un TaeHyun tímido, se miraba exactamente como lo imaginaba mientras hacía la compra. El short apretado y esa blusa dejando a la vista la linda cintura del rubio.

— ¿Piensas quedarte ahí? Ven, así puedo apreciar mejor, cosita. — murmuró, palmeando delante de él para indicarle dónde debía sentarse.

— No, gracias, aquí estoy bien.

YeonJun soltó un par de carcajadas y TaeHyun se relajó pero quiso salir corriendo al ver como el pelinegro se levantó de un brinco de la cama, caminando hacia él.

— ¿Por qué estás tan tímido, bebé? — preguntó cuando estuvo frente a él, su voz saliendo más ronca de lo normal, haciendo que TaeHyun apretara sus piernas.

— Tú eres el culpable...

— ¿Yo?

— ¡Sí! Tú y tu pecho todo desnudo.

— ¿Te distrae mi torso desnudo, bebé?

— Deja de hacer eso.

— ¿Hacer qué?

— ¡Deja de seducirme! —YeonJun sonrió, las mejillas del mayor estaban de un rojo intenso.

— Bien, entonces haré otra cosa. —el rubio ya no pudo hacer otra pregunta porque el menor lo cargó, llevándolo a la cama.

Oh no.

[…]

Mom's Friends • KTH + CYJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora