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﹙❕﹚ㅤִㅤCuando Jake salió del departamento de Tom esa noche, lo hizo con la determinación de que esa sería la última vez que intentaría salvar algo que claramente ya no existía. Caminó por las calles del campus sin un rumbo claro, dejando que sus pensamientos fluyeran libremente. Había intentado con todas sus fuerzas, había luchado por esa relación hasta el punto de quebrarse a sí mismo, pero ahora sabía que ya no podía continuar.
El aire fresco de la noche le ayudaba a despejar su mente, pero también sentía un vacío profundo en su pecho. Sabía que había tomado la decisión correcta, pero eso no hacía que el dolor fuera menos intenso. De alguna manera, Jake se sentía como si estuviera diciendo adiós a una parte importante de su vida, a un futuro que alguna vez había soñado con Tom. Pero también sabía que aferrarse a esa fantasía solo le causaría más daño a largo plazo.
Cuando llegó a su residencia, la quietud del lugar lo recibió. Sus compañeros de habitación estaban ausentes, y por primera vez en mucho tiempo, Jake sintió que ese silencio no era abrumador, sino necesario. Se sentó en su cama y dejó que las lágrimas que había estado conteniendo durante tanto tiempo fluyeran libremente. No se trataba solo de la pérdida de Tom, sino de todo lo que esa relación había representado para él. Jake había puesto tanto de sí mismo en esa relación que ahora, al verla desmoronarse, sentía que una parte de él también se había perdido.
Sin embargo, en medio de su dolor, hubo un pensamiento que lo reconfortó: Aiden. Su amigo había sido una constante en su vida, alguien en quien podía confiar plenamente. Pensar en Aiden le daba una sensación de seguridad y calidez, algo que no había sentido en mucho tiempo. Jake sabía que no estaba solo, y eso le dio fuerzas para levantarse y continuar.
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﹙❕﹚ㅤִㅤAl día siguiente, cuando Jake y Aiden se encontraron en su lugar habitual del campus, Jake sintió que había un nuevo entendimiento entre ellos. Aiden lo recibió con una sonrisa cálida y un abrazo que transmitía más de lo que las palabras podían expresar. No necesitaban decir nada para que Jake supiera que Aiden estaba allí para él, listo para ofrecer su apoyo en cualquier momento.
"¿Cómo estás?" preguntó Aiden, su voz suave pero llena de preocupación.
Jake respiró hondo, intentando encontrar las palabras adecuadas para describir cómo se sentía. "Me siento... extraño," admitió. "Por un lado, sé que tomé la decisión correcta al dejar a Tom. Pero por otro lado, no puedo evitar sentirme... vacío."
Aiden asintió, comprendiendo perfectamente lo que Jake estaba pasando. "Es normal sentirse así, Jake. Terminar una relación, especialmente una que significó tanto para ti, nunca es fácil. Pero también es importante recordar que no estás solo. Tienes personas que te apoyan, que te quieren y que estarán a tu lado mientras te recuperas."
Jake miró a Aiden, sintiendo una profunda gratitud por su amigo. "Gracias, Aiden. De verdad, no sé qué haría sin ti."
"Jake, no tienes que agradecerme nada. Esto es lo que los amigos hacen, ¿recuerdas?" respondió Aiden con una sonrisa que logró hacer que Jake también sonriera.
Pasaron las semanas, y Jake comenzó a sentir que su vida volvía a encarrilarse, poco a poco. Todavía había momentos en los que sentía la ausencia de Tom, pero con la ayuda de Aiden, esos momentos se volvieron menos frecuentes. Aiden se aseguró de mantenerlo ocupado, invitándolo a eventos en el campus, a salir con amigos, y a explorar nuevos pasatiempos que Jake nunca había considerado antes.
Fue en esos momentos compartidos con Aiden que Jake comenzó a ver a su amigo con nuevos ojos. No era que Aiden hubiera cambiado, sino que Jake estaba empezando a notar cosas en él que antes había pasado por alto. La manera en que Aiden siempre sabía qué decir para hacerle sentir mejor, o cómo podía hacerle reír incluso en los días más oscuros, comenzaron a resonar en Jake de una manera diferente.
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Una tarde, mientras caminaban por el parque, Jake decidió compartir algunos de estos pensamientos con Aiden. El sol estaba comenzando a ponerse, bañando el parque con una luz dorada que hacía que todo pareciera más cálido, más acogedor.
"Aiden, he estado pensando mucho últimamente," comenzó Jake, sin estar seguro de cómo expresar lo que sentía. "Sobre nosotros, quiero decir."
Aiden lo miró con una mezcla de curiosidad y anticipación. "¿Qué has estado pensando?"
Jake tomó un momento para encontrar las palabras adecuadas. "Bueno, me he dado cuenta de lo mucho que significas para mí. Siempre lo he sabido, claro, pero últimamente... no sé cómo explicarlo. Simplemente siento que... me estoy dando cuenta de cosas que antes no veía."
Aiden lo miró en silencio, sus ojos reflejando una mezcla de emociones que Jake no pudo descifrar del todo. "¿A qué te refieres exactamente, Jake?"
Jake se detuvo, girando para mirar a Aiden de frente. "Creo que estoy empezando a ver lo importante que eres para mí, de una manera que va más allá de la amistad. No sé si esto tiene sentido, pero he empezado a pensar en ti de una manera diferente."
Aiden permaneció en silencio por un momento, como si estuviera procesando lo que Jake acababa de decir. Finalmente, dio un paso hacia Jake, acortando la distancia entre ellos. "Jake... quiero que sepas que lo que sientes no es solo cosa tuya. Yo también he estado pensando en nosotros, y he llegado a una conclusión similar."
El corazón de Jake comenzó a latir con fuerza en su pecho. No estaba seguro de lo que esperaba escuchar, pero escuchar esas palabras de Aiden lo llenó de una mezcla de alivio y emoción que no había anticipado. "¿En serio?" preguntó, su voz apenas un susurro.
Aiden asintió, sus ojos fijos en los de Jake. "Sí, en serio. Desde que te conocí, siempre he sentido algo especial por ti, pero nunca quise presionar. Especialmente porque sé por lo que has pasado con Tom. Pero si tú sientes lo mismo... creo que deberíamos explorar lo que esto significa para nosotros."
Jake sintió que sus emociones lo abrumaban, pero esta vez no era de tristeza o dolor, sino de una esperanza renovada. "Me gustaría eso, Aiden. Me gustaría ver a dónde nos lleva esto."
Aiden sonrió, y en ese momento, Jake supo que había tomado la decisión correcta al abrirse a su amigo. Lo que había comenzado como una amistad sólida y confiable ahora tenía el potencial de convertirse en algo más, algo que ambos estaban dispuestos a explorar juntos.
Esa noche, mientras Jake se preparaba para dormir, sintió que por primera vez en mucho tiempo podía cerrar los ojos sin que los pensamientos oscuros lo acecharan. Había un nuevo camino por delante, uno que no sabía a dónde lo llevaría, pero que estaba dispuesto a recorrer con Aiden a su lado.
La distancia que había sentido con Tom se estaba convirtiendo en un puente hacia algo nuevo, algo lleno de posibilidades. Y mientras Jake se dejaba llevar por el sueño, supo que, aunque el futuro era incierto, no tenía miedo de enfrentarlo. No cuando tenía a Aiden a su lado, dispuesto a caminar con él en cada paso del camino.
