La cruel noche porteña

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Caminamos y caminamos mientras ella sacaba fotos enamorada de la vista nocturna de Buenos Aires y yo le sacaba miles de fotos mentales por lo linda que se veía concentrada-Te gusta la ciudad?- la interrumpí -Te juro que estoy enamorada, osea siemp...

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Caminamos y caminamos mientras ella sacaba fotos enamorada de la vista nocturna de Buenos Aires y yo le sacaba miles de fotos mentales por lo linda que se veía concentrada
-Te gusta la ciudad?- la interrumpí
-Te juro que estoy enamorada, osea siempre voy a amar y extrañar el lugar en el que nací, pero Buenos Aires es hermosa y de noche más todavía, la gente, las luces, los edificios altos. Siempre está activa la ciudad- sus ojos brillaban de una manera hermosa mientras hablaba de lo que le gustaba a pesar de su maquillaje oscuro y algo corrido.
-De dónde sos?-
-De Gardey, es un pueblito que está a media hora de Tandil, literal debe tener menos de 600 habitantes- dijo entre risas
-Y como terminaste acá?- su historia me generaba curiosidad
-Bueno, yo siempre hice teatro, en mí pueblo hay una escuelita de teatro y mí papá todas las semanas me llevaba a baile porque desde chiquita les demostré que a mí me gustaba el arte, pobre mí viejo que tenía que manejar media hora de ida y media de vuelta hasta la ciudad, pero era lo que a mí me gustaba, me vine acá con la excusa que quería estudiar en la UBA, pero ellos sabían que era mentira. Hice muchos contactos, cantantes, bailarines, actores y actrices, me rodee con la gente correcta y de a poquito empecé a dar clases de baile y el estudio de tatuajes lo tengo como una entrada más fija, porque con el baile la verdad no se gana muy muy bien-

hablaba sin parar y de cualquier otra persona me hubiera molestado, pero de ella no, su voz suave, el hilo de humo que salía de el cigarrillo que no se en qué momento prendio y su pelo volando por la brisa primaveral hacían de verla haciendo algo tan simple como hablar, fuera una obra de arte.

-de chiquita hice dibujo, teatro, baile, canto, aprendí a tocar la guitarra acústica, pintura, todo lo que una nena hiperactiva pudiera hacer, yo lo hice. Tuve la suerte de tener un papá que me ayudó en todo y siempre me acompañó-

Cuando hablaba de su familia la voz le cambiaba, se le iluminaban los ojos con orgullo y amor.

-Ay perdón, estoy hablando una banda no? La hice larguisima- de golpe me sacó de mí trance

-No no, no hay drama. Me gusta que me cuentes todo esto, siento que te conozco más asi- le dejé en claro

Se dio vuelta ligeramente y me sonrió, como nunca nadie lo había hecho, porque ni las luces de los autos ni los edificios, ni los carteles enormes que adornaban la noche porteña, eran tan brillantes como esa sonrisa.

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⏰ Última actualización: Jun 19 ⏰

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La Flaca - Guido Sardelli (Airbag)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora