Dios

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Sin duda alguna la noche era algo hermoso... aquel oscuro e inalcanzable cielo estrellado era algo que podria contemplar por el resto de su vida y no podria quejarse por ello

Habian transcurrido ya varios años desde la muerte de Midoriya Inko y su hijo se alzaba aun fuerte frente al reto que supuso vivir por su cuenta

Sin muchas opciones de por medio, acabo recluido en un orfanato ubicado en las afueras de su ciudad natal. Conservaba el dinero que su madre dejo para el y la propiedad del apartamento en el que vivian, pero siendo menor de edad no podia hacer libre uso de esto, una verdadera mierda

Muchas cosas cambiaron en ese lapso de tiempo. El que solia ser un chico bajo y tierno ahora era un adolescente pleno con muchas cosas en mente.
Y quizas el mayor de los cambios fue el despertar de su don.

Aquel poder que yacia dormido en su interior finalmente desperto, y no perderia provecho de esta nueva oportunidad que se le habia presentado, aunque el precio que pago por el haya sido la vida de su propia madre

Una razon mas por la que lo explotaria al maximo

Se hacia tarde y su espalda recostada sobre aquella aspera roca empezaba a doler, por lo que decidio emprender paso nuevamente hacia el orfanato. Pronto se llevaria acabo el examen de ingreso para la U.A y era probable que sus dias alli terminaran, se despediria de manera apropiada por todas las atenciones que le prestaron.

Llegando a la puerta solto un gran suspiro y despejo su mente. Por ahora disfrutaria de sus ultimos dias libres.

"Solo espera y veras mama... llegare a la cima"

...

La prestigiosa academia de heroes U.A se imponia ahora frente a el.

Los meses pasaron y finalmente el dia del examen de ingreso habia llegado. La despedida fue dura pues se habia encariñado bastante con los niños y los encargados del lugar, pero sabia que era lo mejor. Aun podria visitarlos cuando tuviera algo de tiempo libre

El peliverde no se movio de su lugar y permanecio inamovible durante varios minutos, y probablemente hubiera seguido siendo asi si una desconocida voz no lo hubiera sacado de sus pensamientos.

- ¿Piensas moverte? Estas estorbando -pronuncio la voz con molestia-

Con toda su atencion el pecoso dirigio su mirada a la persona que le habia hablado y se sorprendio un poco, no era para nada lo que esperaba

Una chica joven, alta, probablemente de su edad. Piel blanca, cabello bicolor de tonalidades rojo y blanco y un frio semblante en sus ojos reforzados por una notoria cicatriz que imponia bastante a su parecer.

Era bastante bonita.

- Oh, lo siento -se apresuro en decir- me perdi por un momento en mis pensamientos.

La chica no dijo nada y simplemente reanudo su paso hacia la academia, dejando algo atonito al chico

"¿Ok?... grosera. Pero deberia seguir su ejemplo"

Sin mas preambulos, el pecoso finalmente se decidio por entrar y dirigirse hacia el area donde presentaria su examen escrito. Aun era algo temprano por lo que tomaria su asiento y esperaria pacientemente por el inicio.

...

Completo el examen sin mayor dificultad y presto suma atencion a la explicacion sobre el examen practico que debian tomar. Nada interesante sucedio mas que una pequeña interrupcion por parte de un alumno impaciente, pero realmente nada a destacar.

Todos se vistieron con ropa comoda para realizar la prueba y se dirigieron al campo que les fue asignado por su instructor y ahora parado frente a la linea de partida podia darse el lujo de pensar.

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