Si comprendieras

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No te vayas, mi voz desesperada retumbaba en las paredes de mi habitación, no me abandones, tú no por favor, no seas igual que el montón, marca en mi vida la diferencia, quédate, mi amor quédate, lucha junto a mí y no escuches a los fantasmas que quieren separarnos.

Mi corazón latía con tanta intensidad que juro sentía que estaba a punto de colapsar, su adiós significaba mucho, pues si se iba, también se llevaba la última esperanza de amar, ya que era la última persona con quién intentaría todo y se estaba esfumando en el aire.

Dije; basta, si quieres irte, vete, respondió; vete tú, lo cual me decía que en su corazón realmente no quería marcharse, eso me daba esperanzas, mire su foto en mi celular y recordé todo lo que hemos vivido, como idiota acaricie el celular, respire profundamente y dije; quiero que sea feliz y si yo soy el motivo de alguna tristeza, entonces, debo irme.

Me fuí, pero mi corazón mantiene la fé de que volverá, horas después, suena mi celular, me llega un mensaje de su número que decía (se elimino este mensaje) fin.

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