Diet of sex (4)

174 19 0
                                    

─ No, no, hasta que llegue el día que tengamos que hacer ejercicio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─ No, no, hasta que llegue el día que tengamos que hacer ejercicio.─ no quiere decir que iban a tener relaciones sexuales porque sólo quiere verlo como un trámite. Las películas que siempre le enseñaron que al momento de tener relaciones sexuales las personas involucradas iban a terminar enamoradas terminaron en falsedades, porque no siempre era eso.

Tragó saliva más fuerte al sentir a Nayeon menear sus caderas en su miembro, rozando sus cuerpos. De verdad se sentía demasiado bien, tan bien que Tzuyu abrió su boca al sentir sobre su pantalón la humedad de la mayor, sintiendo los pliegues sobre esa ropa. Gimió cuando volvió a sentir el movimiento igual de fuerte, y ahora esas manos bajaron hasta donde estaban esas traviesas caderas, impulsando a moverlas como antes.

─ ¿Puedo? Tus manos no te obedecen.─no recordaba la voz de Nayeon tan seductora de ese modo, no era así, pero le gustó como su voz salió ronca, tanto como le gustó sentir la lengua de la mayor su cuello y sus labios atrapar la piel de ahí, succionando levemente. ─ Solo no intentes meterlo todo.

La mayor sonrió porque la menor había cedido a sus encantos, caminó hasta su cama, agarrando un cojín para ponerlo en el suelo y arrodillarse en él, frente a donde Tzuyu estaba sentada. Puede que había soñado eso, pero solo una vez en su vida y fue cuando estaba caliente de ver esos vídeos que nunca había visto. Miró a los ojos a la castaña, quien alzó su ceja y su barbilla comenzó a temblar, indicándole que estaba nerviosa.

─ No estés nerviosa─ un beso sobre la tela, que hizo a Tzuyu temblar y levantar levemente sus caderas, sacando leves suspiros, y seguían teniendo ropa.─Te prometo que te va a encantar.

Ambas cabezas comenzaron a doler para Tzuyu, una porque ya estaba dura y la otra porque quería pensar otra cosa que no fuera que el amor de su vida le iba a hacer una mamada, ya estaba segura que le iba a encantar, porque iba a venir de Nayeon, y todo lo que viniera de ella le encantaba, fuera pequeña cosa.

Elevó sus caderas para que la mayor pudiera quitar ese pantalón de chándal, y volvió a alzar una sonrisa tierna cuando notó el bulto entre la tela blanca, uno grande. Sus manos se dirigieron a él y lo volvió a besar, tensando el cuerpo de Tzuyu.

─ Tan grande, tan mío ─ no servía para la menor que su mejor amiga le estuviera diciendo eso, porque sentía su miembro palpitar de placer y lo ultimo que quería era hacerle saber a Nayeon que su toque la ponía dura, y así de dura. ─¡Está palpitando!

─ ¡No… grites! ─ Tzuyu acaricia la cabeza de la mayor, incitándola a alejarse de su falo pero la otra seguía ahí, sonriendo. No sabía que le gustaba ese ángulo de Nayeon, donde estaba junto a su pene, acariciándolo. ─Solo hazlo, ya me tengo que ir.

Suspiró cuando sintió el frío golpear su miembro, que había sido liberado, pero sintió que su respiración se cortó al momento que sintió la mirada fuerte de Nayeon en él, que tenía su boca abierta, la cerró para tragar saliva, y la volvió a abrir, haciendo a Tzuyu cerrar sus ojos para evitar ponerse más ante la tierna imagen de su mejor amiga viendo su miembro duro, que falló porque la mayor relamió sus labios y sus dedos fueron hasta la punta rojiza, acariciándola con su índice.

Diet of sex // Natzu [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora