Diet of sex (Final)

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Nayeon sonrió en cuanto vio a la menor pasar a su habitación, y le hizo un espacio en la cama, indicándole que se recostara junto a ella

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Nayeon sonrió en cuanto vio a la menor pasar a su habitación, y le hizo un espacio en la cama, indicándole que se recostara junto a ella. La otra lo hizo, sacando varias risas.

—¿Qué tal?

—Amo el reposo absoluto, es de lo mejor que me ha pasado, agradezco que ese carro me haya atropellado. —Tzuyu la volteó a ver con una ceja alzada, indicándole que no le causaba gracia esa broma, pero la azabache la ignoró, riendo ella misma— Hasta que un carro te atropelle lo entenderás.

—Yeon, yo fui en parte la culpable de eso, no me gusta que hagas esas bromas. —sus palabras llegaron a la mayor, que la hizo fruncir su ceño y voltear a verla, haciendo un puchero, que hizo a la menor dejarle un piquito en sus labios.

—¿Qué hicieron hoy?

—Día libre, en medio de las clases un microondas prendió fuego así que por precaución nos evacuaron, por eso vine. — Nayeon negó mientras reía y se acercaba, acurrucándose contra ella, viendo la televisión— Hey, te tengo que decir algo.

—¿Sí?

—¿Ya ves que… ahí abajo… medía 25 centímetros? —la mayor la vio confundida al escuchar el “medía” y volteó a verla, de nuevo— Pues, verifiqué porque me llamaba mucho la atención que eso es casi 30 centímetros y que casi te parto a la mitad, pero, ayer la medí… es la mitad.

—¿12.5?

—No, tampoco tanto, son… 17 centímetros, creo que no sabes medir cosas porque eso fue mucho, Yeon, lo bueno es que no estás en el taller de arquitectura porque sería algo malo.

—¡Lo medí con pulgadas!

—Pues creo que contaste mal, ayer la medí con regla. —un gesto de asco y se apresuró a hablar— La lavé en cuanto la terminé de usar, es sólo que realmente tuve curiosidad sobre eso, pero ahora me siento mejor sabiendo que son 17 y que si los utilizo bien no te podré lastimar.

—Chewii, eres tan tierna en momentos que no deberías serlo, ¿Sabes? —le sonríe, y después la besa, sintiendo cómo la menor comenzó a saltar en su lugar y entrelazaba sus manos, generando ternura en la azabache.

Tzuyu se veía totalmente alegre con los sentimientos siendo correspondidos y mentiría si ella no se estaba sintiendo así, se sentía tan bien, que amaba la sensación, amaba ver a la mayor feliz mientras sus mejillas se sonrojaban ante cualquier muestra de cariño, y le encantaba saber que el corazón de la mayor saltaba y se alborotaba al sólo verla, era completamente correspondida.

Se separó para ver fijamente a la azabache, sonriendo, hasta que su madre entró a la habitación.

—Hola, enamoraditas. —Nayeon abrió sus ojos y ambas se sonrojaron al ver a la mujer entrar a la habitación con un pastel, y sonrió— ¿Quieren un postre?

—Mamá, se toca antes de entrar…

La señora le restó importancia con la mano y dejó los platos en el buró, vasos de limonadas, y después se fue, lanzando un beso a ambas. Y la situación hizo que Tzuyu imaginara qué pasaría si un día ella y Nayeon tuvieran relaciones sexuales y de repente entrara la mujer a dejarles un pastel. Sólo rió y abrazó a la mayor contra su pecho sin generarle algún dolor, y la miró.

—Me gustas mucho, te esperaré el tiempo que quieras hasta que estés lo suficientemente lista para tener una relación.

Nayeon sólo ocultó su sonrojo con una mano, y asintió, sintiendo en su corazón un revoloteo y una sensación que amaba tener.

Después de la tormenta viene la calma, y supo eso cuando sintió su corazón agitarse con emoción al sólo pensar en Tzuyu cuando hace tiempo era algo que llegaba a doler por el miedo al rechazo. Sólo acuna su rostro, asiente, y traga saliva, pensando severamente en eso. Una sensación que antes le dolía, ahora sabía que si entregaba su corazón ese iba a ser cuidado pero no sólo esperando de la castaña, sino, también poniendo de ella para que todo funcione.

Sólo vio a Tzuyu sonreír tanto que sus mejillas se hincharon, sus ojos se achicaron,  y estaba totalmente sonrojada. Sólo besó su frente.

—Gracias a ti por esperarme, lo aprecio mucho. —la mano más grande de la otra acunando su rostro, y ahora ella besó su frente.

—Esperaré todo lo que tenga que esperar, jamás te apresuraré o te obligaré a hacer cosas que tú no quieres, ¿Está bien? Lo único que me gustaría hacerte es darte varios alimentos para que nunca pierdas tus mejillas que me encantan. —y las muerde, haciendo a la mayor quejarse mientras la empuja y por accidente la tira de la cama, haciéndola casi saltar preocupada.

—¡Perdón!

—No importa, ahora sé que esos golpes y empujones son… “Empujones del amor”. —sus manos de un lado para otro, su rostro infantil y lleno de felicidad, y Nayeon niega, sonriendo para acercarse a la orilla y verla, notando que la menor estaba lista para saltar a ella.

—Si te atreves a tirarme yo misma te rompo una costilla, estás advertida. —Tzuyu sólo muerde su labio, viéndola retadora.

—Ya tienes dos rotas, ¿Qué a mi?

—Lo siento, señorita “Me pone muy triste haberte empujado para que te atropellen”, no pensé que sus sentimientos fueran tan superficiales. —Tzuyu salta a la cama y vuelve a morder su mejilla, haciendo resoplar a la otra— Tú a mi también me gustas mucho, Chewii, me enamoraste por completo.

La castaña entrelaza sus manos y la pone en su rodilla, voltea a verla, y sonríe, mostrándole sus labios en forma de corazón a la mayor— Me siento tan feliz en este momento, creo que voy a llorar.

—Yo también, es hora de llorar. —una pequeña carcajeada pero la castaña comienza a soltar algunas lágrimas que habían acabado de salir, pero las limpia con su manga. Nayeon hace que la vea y besa sus mejillas, ambas, cuidándola— No te escondas, no escondas tus sentimientos, mientras más hablemos mejor, ya sabemos lo que pasa si no lo hablamos.

—Lo sé, yo también te digo lo mismo, hablemos.

Ambas sonríen, Nayeon ríe mientras se oculta, y carcajea: —Yo también voy a llorar.

—Somos tan sensibles. —la azabache asintió mientras reía, carcajeando, y ambas comienzan a reír de forma ruidosa, hasta que la mayor se queja.— Oh Dios tus costillas-

—Está bien, déjame sentirme feliz ahora, soy muy feliz. —y Tzuyu sólo suspira, sonríe hasta que duele, y asiente, viendo a Nayeon reír y llorar con ella.

Fin.

Fin

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Diet of sex // Natzu [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora