Iglesia

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Namjoon acepta con una sonrisa — lo que necesites. Las puertas están abiertas para todos — él estaba por despedirse, pero el golpeteo continuo de las puertas de la iglesia lo hicieron acercarse para ver qué era lo que causaba tal sonido.

Al abrir un grito lo sorprende — ¡Yoongi! — el alfarero del pueblo Park Jimin entraba a resguardarse y a buscar por lo que veía a su amigo.

Yoongi aterrado fue a su encuentro. Pasmado se acercó observando como su mejor amigo estaba empapado y humedeciendo el piso. Miró primero a Jimin, después al padre Namjoon y después el desastre que existía afuera.

— ¿Qué sucede contigo Park? Estas hecho un desastre — casi se le escapa una pequeña sonrisa — pensé que habías dicho que hoy estarías de viaje —

Jimin en un intento algo absurdo, exprime sus ropas y sacude su cabello — mis caballos tenían que cambiar sus herraduras antes de partir — el padre indicó acercarse a las velas del altar para que se calentara mientras iba en busca de toallas y los dejaba a solas — fue cuando tu padre me vio y se acercó a contarme lo que sucedió — miraba a Yoongi con el miedo de hacerlo sentir mal.

Yoongi negó — ya no interesa Jimin, ella nunca llegó — finalmente aceptaba la derrota.

— Estoy seguro que hay una explicación, habían acordado casarse, se veía animada y feliz — toco su pecho jurando — yo quien no aprobaba esta locura, estoy convencido que Dahyun no estaba siendo obligada. Hasta vi cuando le mostró su vestido de novia a mi hermana. Estaba alegre y entusiasmada —

Las palabras de su amigo solo desatan más dudas y un dolor en el corazón de Yoongi. Con cuidado trata de no romper en llanto — ¿entonces porque no llegó? Desapareció. ¿Por qué tenía que ser precisamente hoy? —

— No lo sabremos hasta que busquemos la verdad —

Ambos chicos fueron guiados por el padre hacia las habitaciones antes ofrecidas por el mismo. Jimin pudo usar el baño para bañarse y pudo usar una muda de ropa seca y caliente de algodón.

Yoongi también con otra muda de ropa, esperaba a Jimin para descansar, debido a que su amigo le había pedido dormir juntos. Conocía a Park desde su infancia y habían crecido juntos.

Juega un poco con el anillo que tenía anteriormente en su dedo anular.

Va recordando cuando hizo su anuncio de casamiento, fue en una cena con su familia, amigos y Dahyun. Trata de no recordar la alegría que expresaba ella, centra sus pensamientos en lo molesto que estuvo Jimin diciendo que aún era joven y que le parecía una idea descabellada desposar a Dahyun.

No era que Jimin no la quisiese, pero se imaginaba que al ser cercanos los tres, Jimin pudo tener sentimientos por ella y que él desconocía. Se sintió muy mal con Jimin, porque parecía ser que en Park comenzaban a crecer celos por su compromiso. Supo que su amistad no volvería a ser como antes cuando su amigo le dijo que no podría asistir a su casamiento.

Puso el anillo en la mesa de estudio y se alejó de ella, permaneciendo parado mientras miraba la cama. Le había pedido a Park que fuera su padrino, era una persona tan importante como sus hermanos y al compartir casi su juventud juntos, quería que este día especial estuviera a su lado. Fue un golpe duro cuando Jimin negó y dijo que tenía asuntos pendientes en el pueblo aledaño, que también tenía asuntos muy importantes que discutir.

Por eso fue una sorpresa verlo llegar al templo. Al parecer aún era importante para Jimin.

De pronto, la puerta se abre y Jimin entra con precaución.

— Que cómodo es tener de nuevo ropa seca, creí que me ahogaría allá fuera — sonriente se acerca a Yoongi — ya es tarde y el padre Namjoon nos invitó a desayunar, lo malo es que desayunan muy temprano aquí — aligero el estado de ánimo de Yoongi.

Y Yoongi agradecía volver a tener a su amigo con él. Lo toma desprevenido y le abraza, tal vez esta acción no era tan masculina como debían actuar. Pero rogaba por un abrazo de su amigo, mañana comenzaría a preocuparse por el que dirán, hoy se dejaría llevar.

Comenzó a llorar, en consecuencia, Jimin lo abraza con más fuerza; lo atrae hacia la cama en donde pueden acomodarse y dejaron que el tiempo pasara.

Jimin no sabía cuándo fue que Yoongi se quedó dormido, seguía abrazando el cuerpo de su amigo. Su respiración se calmó y los suspiros comenzaron. Mirando el techo y escuchando aun el sonido de la lluvia, se mantuvo quieto. Su mente viaja a recuerdos con Yoongi y lo mal que se portó con la pareja.

Había olvidado el olor natural de Yoongi y lo frágil que se veía durmiendo. Aunque tuviera dieciocho o treinta años está seguro que mantendría su juventud intacta, para el fin de sus días. Acaricia el cabello oscuro perteneciente a su amigo y deduce que a caído en un profundo sueño. La habitación está en penumbras y al compás de la naturaleza el sueño lo llama.

Antes de caer rendido acerca su rostro al del contrario, tomando valor, acaricia los labios de Yoongi con los suyos. Había extrañado la sensación prohibida y a la vez celestial.

— Buenas noches, Yoongi. Te prometo que yo te liberare de este destino tan cruel — se atreve a mantener el beso por más tiempo.

Jimin sabia porque Yoongi quiso desposar a Dahyun desde un principio, se llevaban muy bien los tres. Sabia su secreto.

Yoongi venia de una familia no precaria, pero si pobre; Dahyun pertenecía a una familia acomodada y Jimin tenía su taller de alfarería, por lo que se podía decir que era de una clase media.

Dahyun jugaba con él, que muy pronto podría desposar a alguna jovencita que le llamara la atención y no estaba tan equivocada. 

Dahyun por tener estatus social podría continuar sus estudios fuera del pueblo como lo hizo Jungkook y regresar. Para Yoongi su destino era más cruel e incierto a la vez.

En el pueblo existía una costumbre, a consecuencia de la falta de oportunidades para los jóvenes como ellos existía pocas opciones para tener un futuro prometedor. 

 

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La tumba del alfarero - JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora