Capítulo 24: Ante el cielo y la tierra.

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Wei Ying.

—Alguien pudo vernos, Wei Ying —dice Lan Zhan acomodando su hanfu.

—¿Por qué te quejas tanto ahora? Cuando lo hacías conmigo hace un momento, no te quejabas de ello —respondí arreglando la cinta con la que ato mi cabello—. Mira como me vuelves y luego te quejas... Además, no cambies de tema, no me has respondido lo que te pregunte —me acerque a él, puse mis manos sobre su pecho y lo mire a sus hermosos ojos almendrados—. No me has dicho qué me vas a dar por mi cumpleaños.

—Tú eres el que me provoca. Además, te dije que te daría una sorpresa esta noche —da un toque en mi nariz con uno de sus dedos—. Compre algo para ti, pero no te lo daré hasta más tarde.

Sonreí satisfecho, por otro lado, me sentía expectante por saber el obsequio que tendría hacia mí.

—Lo sé, lo sé, ya me lo dijiste... —me empiné y di un casto beso en sus labios ya enrojecidos—. Lan Zhan, ¿qué te parece si vamos al rio a bañarnos? ¿Qué te parece?

—Está bien, terminemos con esto y podemos ir por un rato.

Era la segunda vez que hacíamos el amor en la biblioteca antes de terminar nuestro castigo, aquel que estaba disfrutando demasiado. Es solo que esta vez no pude ser tan silencioso como la vez anterior.

Lan Zhan fruncía el ceño, pero, ¿qué puedo hacer? Solo toco por aquí y por allá, y él ya me toma salvajemente.

La tarde llego y los dos nos pusimos de pie ante la gran biblioteca y miramos satisfechos, por fin habíamos terminado.

Lan Zhan fue hasta donde su hermano para comunicarle que la tarea encomendada, ya estaba hecha.

Por mi parte, fui caminando a paso lento hacia el rio. Hacia un par de meses que no íbamos, primero: el clima no ayudo cuando el invierno llego, después, los combates y el más reciente, fue el inesperado castigo impuesto a Lan Zhan.

En tanto caminaba perdido en mis pensamientos, mi mano fue tomada por una mano más grande entrelazando sus dedos a los míos. Mire inmediatamente con una sonrisa, sus comisuras se curvaron sutilmente, llenando de felicidad mi corazón.

Desde que lo vi por primera vez, mi deseo era verle sonreír y aunque no hace alguna risa estrepitosa, he incluso no me enseña sus perfectos dientes blancos como la nieve, sus pequeñas sonrisas son suficientes para mí. Aunque solo sonríe ligeramente, sus mejillas se alzan y sus ojos brillan demasiado.

Mi corazón se sentía cálido y me sentía realizado junto a la persona que amo, porque esa persona me ama de igual manera.

Empecé a quitar la ropa para poder bañarme y retirar de mi cuerpo por completo las evidencias de lo que habíamos hecho.

—¡Oh! ¡Mira, Lan Zhan! ¡Esta tan hermoso como siempre!

—Sí, es realmente hermoso —respondió.

—Si —gire hacia él, para darme cuenta que me miraba fijamente. Entonces, no supe si se refería al rio o estaba hablando de mí. Aquello me hizo sentir tímido, así que sonreí—. Ven, quítate la ropa y vamos a bañarnos. Tenemos que hacerlo pronto, antes de que alguien venga.

—Mmn —respondió Lan Zhan, se quitó el Hanfu y se metió en el agua fría del rio.

Al estar en el rio, salpique de agua a Lan Zhan. Hacía mucho tiempo no lo hacía, pero esta vez fue diferente ya que no se quedó quieto, esta vez se lanzó hacia mí; así que tuve que huir.

El agua salpicaba por todas partes mientras yo reía al darme cuenta que, en ese momento yo era el que huía de Lan Zhan y no él de mí.

Cuando me atrapo tomando mi cintura, ágilmente me giro hacia él y me beso apasionadamente, luego volvió a soltarme. Al hacerlo, volví a nadar alejándome de él. No podía dejar de reír y eso dificultaba mi nado, mi intento por escapar del hombre que jugaba conmigo en ese momento.

Si el destino nos quiere. Pte2 | WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora