Después de que Devon y Olivia lograran conectar con la otra, volvieron a sus casas, riendo y charlando como si se conocieran de toda la vida. Cuando pararon enfrente de la casa de la rubia sólo aparecía el silencio.
— Te agradezco lo que hiciste, Devon — Comentaba la rubia mirando a su nueva amiga. — No tienes que agradecer, Liv, eres una persona muy inefable y... sinceramente, no mereces que te encierren en una casa abandonada con dibujos hechos por cualquier persona. — Rie la rubia junto a la morena.
— ¿Inefable?, ¿qué es eso?— Cuestionó con una sonrisa la ojiazul
Devon buscaba recuerdos en su mente sobre aquella vez que escuchó la palabra y su significado, mostrando una sonrisa para contestarle. — Es algo que es difícil de explicar, no te lo tomes a mal, me pareces increible y no puedo explicarlo, al menos no puedo darte caracteristicas sobre ti, porque tienes infinidad de cosas bonitas en tu alma, Liv.
Olivia se quedó atónita y conmovida. Ella nunca había escuchado "inefable" en su vida, pero ahora que finalmente la escuchó, se habia vuelto su palabra favorita.
Olivia decidió unir sus almas en un hermoso momento, agradecida por haber ido al parque esa tarde, el abrazo estaba lleno de sentimientos que eran dificiles de identificar, lo más cercano a lo que sentian era eufória tras haberse abrazado. — Gracias, Dev... gracias por compartir esa hermosa palabra conmigo. Se separaron y se quedaron compartiendo una sonrisa amistosa, sin duda esa amistad sólo tendría fin cuando la muerte se llevara a alguna de las dos. Finalmente, la rubia entró en su casa y la ojicafe caminó unas cuadras más adelante para dirigirse a su hogar
...
Narra Olivia:
Después de despedirme de mi nueva amiga, entré a mi casa donde vi a mi madre acercarse preocupada al ver mis moretones y pequeñas curitas que fueron anteriormente curadas por Devon.
— Olivia, ¡¿qué te paso en la cara?!, ¡¿Te hicieron algo?!— la preocupación de mi madre resaltaba en sus ojos, atacando a mi alma llenandome de culpa por haberla preocupado
— Mamá, estoy bien, sólo son unos golpes, alguien me curó y estoy mejor — No sabía que mas decir en ese momento para no preocuparla, no quería recordarle mi problema en la preparatoria, suficiente tenia con el regaño que mi padre me habia brindado. — No te preocupes, ¿Si?, todo esta bien, yo lo estoy.
— ¿Cómo no voy a preocuparme?, eres mi hija y siempre lo haré, dime quienes fueron, Olivia. — Ella sostenía su mirada de preocupación y exaltación al ver mis heridas
— Te lo contaré después, lo prometo pero ahora necesito ir a mi cuarto — Yo sólo sonreía para calmarla, no se que tenia el cigarrillo de Devon, pero no me dolía la cara.
¿Tengo que preocuparme por eso?, tal vez.
Mi madre asintió calmandose por mi promesa y subí a mi cuarto, tomando mi teléfono para distraerme un rato y pensar en lo que había pasado y sin darme cuenta, me quede dormida.
Lo que recuerdo mientras me levantaba era musica al frente de mi ventana con todo el volumen puesto
Me acerqué a la ventana de mi habitación que daba hacia la habitacion de Hunter, mi vecino, a travez del cristal pude verlo bailando nada mas y nada menos que "Chery chery"
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