Despierto y lo primero que me doy cuenta, es que estoy en un cuarto de madera, no se si es día o noche, la ventana que hay está cerrada y las cortinas tapan de este. Cuando trato de levantarme mi mano está amarrada, mierda... ¿Cómo llegué hasta acá? ¿Por qué mi mano está amarrada? Sin saber que hacer, desesperada, grito.
– ¡Ayuda!
Nadie viene, decido volver a gritar.
– ¡¿Hay alguien?!
En ese momento un hombre, de ojos azules, con un cabello semi-largo, con unos grandes brazos entra por la puerta.
– Shh, hay caminantes por allí – me dice, me mira de arriba hacia abajo – Hasta que despertaste.
– ¿T-tú me trajiste hasta acá? – pregunto temerosa.
– Sí... – camina hacia mí y me desamarra el nudo que había en mi mano y en el respaldo de la cama – No se si recuerdas, pero te encontré en el bosque, estabas sangrando.
Miro mi cuerpo y veo que tengo al abdomen vendado, además de mencionar que me encuentro limpia ¿Acaso él...?
– Tuve que curarte y limpiarte – responde como si me leyera la mente. Lo miro, no parece un mal tipo. ¡Carajo! ¿Dónde estan mis modales?
– G-gracias... eh...
– Daryl - completa mi frase.
– Gracias Daryl – le regalo una sonrisa – Yo soy Cassia.
El ojiazul asiente a mis palabras. – ¿Tienes hambre? Tengo carne – me ofrece y yo asiento.
Veo que Daryl sale por la puerta y yo lo sigo por detrás, me doy cuenta que todas las ventanas estan cerradas, pero supongo que es de noche por la gran cantidad de velas prendidas alrededor. – Ven – me dice.
Se sienta en un pequeño comedor para 4 personas, me siento al frente de él, veo como saca dos platos y sirve carne con ensalada. ¡Hace mucho tiempo que no veía una comida tan deliciosa! Tal vez desde que empezó esta locura.
Me ofrece los cubiertos y me dispongo a deborar, sí deborar, esa comida. Sentía tanta hambre, disfrutaba el sabo que pasaba por mi boca.
– ¿Cómo llegaste hasta allí, toda herida? – alzo mis ojos y veo que Daryl tiene su mirada en mí.
Limpio mi boca con una servilleta y lo miro – No sé si debo decírtelo.
– ¿Por qué? – frunce el ceño.
– Si te lo digo... Tal vez querrás que me vaya.
– ¿Qué peligro tendría yo con una chiquilla como tú? – suspira – Sólo dilo.
– Me perseguían un grupo.
– ¿Les robaste?
– No... e-es que – sale un suspiro por mi nariz – Ellos querían hacer cosas... – murmuro – Conmigo y logré escapar de ellos, aunque uno estaba detras de mí y me hizo esta herida con el filo de su cuchillo – miro mi abdomen – Corrí demasiado hasta que me desmayé y me encontraste – lo miro a sus ojos azules.
– ¿Y por qué estaría en peligro si estás conmigo?
– Si me encuentran... Tal vez quieran matarte a tí, no lo sé... – suspiro – Son unos tipos horribles.
Daryl suelta una pequeña risa – Yo creo que a estas alturas te dieron por muerta, además durante estos días no he visto rastros o señales humanas.
– ¿Cómo sabes?
– Sé rastrear, creeme que sí hubiera algo, ya lo debería haber visto.
Ambos nos disponemos a seguir comiendo de nuestra cena. Mientras él se alimenta, mis ojos se fijan en los detalles que tiene Daryl, tiene unos brazos grandes y estructurado, de seguro él es muy fuerte, su cabello castaño semi-largo, sus ojos color cielo, él es un hombre muy guapo.
– Lamento por invadir tu privacidad – le digo sin pensar, al estar admirando su belleza.
– Descuida.
– M-mañana ya mismo, me pondre en marcha.
Daryl asiente – ¿Tienes algún lugar donde ir?
– N-no... - murmuro.
– ¿A donde irás?
– No lo sé, por allí.
Daryl no tan convencido con mis palabras, me mira serio – Mira, Cassia. No tengo problema con que te quedes aquí, si esa es la razón.
Lo miro al escuchar sus palabras – No podría, Daryl.
– Como quieras. Pero que conste que yo no te estoy echando.
– ¿Y si... Me quedo hasta que me mejore? ¿No te molestaría?
– No... – murmura y veo que termina de comer su cena – De hecho, te iba sugerir que te mejores y luego ahí ves – asiento a sus palabras.
– Estaba rica la cena, gracias – limpio los restos de comida de mi boca y le sonrío en modo de agradecimiento.
– S-sí... – tose – Que bueno que te haya gustado.
Me levanto de mi asiento, tomo mi plato y el de Daryl – ¿Qué haces? – pregunta el mayor al verme llevar nuestros platos al lavaplatos.
– Estaré herida, pero eso no es un impedimento para ayudarte.
– No es necesario.
– Por favor, dejame hacerlo – lo miro y hago un leve puchero – ¿Si?
– Esta bien – suspira – Pero no vuelvas a hacer esa cara de idiota.
Río ante a su comentario y me dispongo a lavar nuestros platos.
・:*:・゚'☆
Sigo a Daryl hasta su habitación. Ambos adentro él empieza a quitarse los zapatos.
– Si quieres... – empiezo a hablar – Puedo dormir en tu sofá.
– No – murmura – Dormí estos días allí y cómodo no es. Aún sigues algo herida, no descansaras bien.
Asiento a sus palabras. Daryl posa su mirada en mí – ¿Te incomoda dormir conmigo?
– N-no es que – me interrumpe.
– No te lo pediría, quiero que descanses y estes comoda.
– No, daryl. Yo...
– Sólo que estos días no he descansado bien – continúa.
– Esta bien, Daryl. Además, cuando mejoré podemos turnarnos... hasta que me vaya, claro. – él asiente a mis palabras.
La cama es espaciosa, entrabamos ambos perfectamente. Él no quiere incomodarme. Sin embargo, durante estos días que estuve inconciente no pudo descansar bien, prometo que antes de irme le dare los mejores agradecimientos, bueno estos días también trataré de ayudarlo.
Con la misma puesta que llevo puesta, apago la vela que estaba en la mesita de noche del lado en el que estoy. Me acuesto y miro el techo.
De reojo, puedo ver a Daryl suspirar y acostarse. Sin embargo, este se da la vuelta para quedar de espaldas a mí, yo le copio la acción para quedar ambos iguales. Sin nada más, cierro mis ojos para quedar en un sueño profundo.
・:*:・゚'☆
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Hogar 𐙚 Daryl Dixon
FanficDaryl Dixon encuentra a una mujer en su peor estado, sin saber que hacer decide llevársela a su cabaña para darle primeros auxilios. El cazador nunca imaginó que al cuidarla, en un rincón olvidado de este mundo apocalíptico, ella sería su nuevo hoga...