"Wanning espera"
"Mo Ran, puedo hacerlo por mi cuenta"
"Pero Wanning, que pasa si te lastimas"
"... Mo Ran, sólo tengo que barrer el patio"
Desde aquella noche, no habían pasado tantos días hasta que los propios espíritus del bosque habían dicho que efectivamente, dentro del cuerpo de Chu Wanning estaba creciendo un nuevo ser.
Cuando Mo Zongshi se enteró, quedó infartado aunque claro que sabía que la semilla puesta había sido por parte de Taxian-Jun, pero aquella noche, a su regreso él había hecho el amor con Chu Wanning hasta el amanecer. Y después de una larga platica con ambos, porfin se había dicho que ambos serían los padres del niño o niña que viniera en camino.Apenas era el primer mes de embarazo y Wanning aún no tenía siquiera un bulto en su estómago, pero ya fuera Mo Zongshi o Taxian-Jun, ambos lo estaban llenando de besos día tras día, yendo y viniendo del pueblo solo para traer dulces, comida rica y saludable y todo lo que pudiese querer Chu Wanning.
"Wanning, no te levantes, deja que este Venerable te atienda bien"
Decía Taxian-Jun cuando era su día de estar con su amado. Desde que llegaba a media noche no buscaba tener sexo como siempre, en vez de eso se había vuelto dulce y amable con su esposo, abrazándolo por la espalda a medianoche y poniendo su cálida palma sobre el vientre de Wanning.
Era su deseo más grande, desde hace tanto tiempo, desde la vida pasada y ahora el solo saber que Chu Wanning había hecho algo solo para hacerlo feliz, era su mayor tesoro.
Al salir el sol, era el primero en despertarse, llenando de besos el rostro aun dormido de su gatito blanco, hasta que éste se giraba y le correspondía a los besos suaves y tiernos.Asi mismo Mo Zongshi también recibía amor a cada rato.
Un beso como premio por cada detalle, y uno beso largo y tranquilo en las noches antes de dormir.Chu Wanning había decidido hacer esto por su pequeño hogar.
Sabía que sería difícil después pero ahora cada vez que se daba un baño, no podía evitar acariciar su vientre aún plano.
Pensar en cómo sería. Si sería un fuerte varón, o una princesa.
Solo tenía esta oportunidad por el riesgo tan grande que llevaba tener un bebé siendo hombre pero después de ver la reacción de Mo Ran, ambas versiones, Chu Wanning sentía que esta decisión era su mayor proyecto de vida.
A sus más de 30 años, agradecía haber seguido cultivando su núcleo lo suficiente para poder mantener la energia.
El primer mes era de sueños y anhelos.
Un gran primer mes.