Capítulo 13

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Agarra al Sr. Rosa.

—¿Este?

Asiento.

—Joder, eres una chica traviesa, Hanni.

—Pero te gusta follar a una chica traviesa. Tu pequeña zorra sucia.

—Me encanta.

Empuja al Sr. Rosa en mi coño y me folla lentamente mientras está follando mi culo. Muerdo mi labio otra vez así no grito. Adoro la doble penetración. Tener todos mis agujeros llenos. Una tercera polla encajaría en mi boca, dándome todo lo que podría querer. Se me hace agua la boca ante el pensamiento de una verga dura contra mi lengua.

—Hanni…

—¿Hmm?

Me besa con la boca abierta mientras ambas cabalgamos las endorfinas lentamente hacia la terminación. No es follar hasta sacarte los sesos esta vez. No queremos hacer demasiado ruido. Y parece que la Srta. Kim quiere hacerse durar tanto como sea posible. Me corro tres veces más antes de que ella finalmente no pueda retenerlo más y se deja  ir.

Abandona al Sr. Rosa, agarra mis caderas y empuja una docena de veces antes de que se rinda. Se corre en mi culo, llenando el pasaje de mi espalda con su semilla caliente. Su polla tiene más de siete espasmos antes de que finalmente se detenga. Aprieto su eje con mis músculos anales. Ella jura, luego ríe tranquilamente.

La Srta. Kim se retira así puedo girarme para encararla. Nos besamos, nuestros miembros enredados en un abrazo de amantes. Acaricio el lado de su mandíbula. Me doy cuenta que nunca me ha importado demasiado ningún hombre como me importa ella  Por supuesto no le diré eso. No quiero asustarla.

La Srta. Kim siempre tendrá un lugar especial en mi corazón. Es la  primera mujer  con la que alguna vez he fantaseado. Cuando me masturbé por primera vez, me la imaginé tocándome. Cuando mi primer novio tomó mi virginidad, cerré mis ojos e imaginé ala Srta. Kim tomándome.

Siempre ha sido el Srta. Kim Mi fantasía.

Quiero decirle mil cosas sobre mis sentimientos. Mis emociones. Pero era mejor que no lo hiciera. No quiero arruinar el momento.

La Srta. Kim parecer ser del tipo de mujer que no comunica sus sentimientos con palabras. Así que solo nos besamos. Y nos tocamos. Y nos besamos hasta que ambas  caímos dormidas.

En la mañana despierto y veo que la Srta. Kim se ha ido. Como también el Sr. Rosa. Me imagino que lo ha tomado como recuerdo y no me importa. En realidad, parece un poco dulce.

Probablemente quería algo que le recordara nuestro encuentro.

Eso o quería usarlo en sí misma.

Río. No. La Srta. Kim es demasiado para hacer algo como eso.

Más tarde, mis padres me llevaron a Rhode Island y soy dirigida al mundo real, viviéndolo por mi cuenta por primera vez.

Y no puedo esperar

Sucio Secreto ' ᴮᵇᵃⁿᵍˢᵃᶻ ᴳⁱᵖ 'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora