«Has sido de todo, Himari...», Rintaro estaba tan fascinando por la última fotografía, pero entonces Osamu le arrebato el celular de las manos a su gemelo.
Y Rintaro sintió que su burbuja se estalló. ― Atsumu, ¿en serio?, viendo perfiles desde mi celular. ―pregunto Osamu y entonces vieron a Bokuto llegar tomado de la oreja por su hermana menor, directo con Akaashi.
Atsumu se rio.
― Te quiero lejos de mi amiga, ¿escuchaste Atsumu? ―dijo Osamu. ― Dijiste que veníamos a divertirnos, pues sí, pero tú lejos de la hermana menor de Bokuto-San, ¿esta claro?, hay 100 chicas más en esta fiesta, así que hazme el favor de ir con esas chicas si vas a coquetear.
― Sí, ya te escuche, Samu. ―dijo Atsumu con una expresión aburrida.
— Bueno... Samu me acaba de prohibir acercarme a la hermosa white. —suspiro Atsumu.
— ¿Crees que sea por qué le guste? —Suna pregunto aquello con cuidado.
— No, no, para nada, Samu no tiene esos gustos, o lo dudo mucho. —contesto Atsumu con una expresión de aburrimiento. — Dime, Suna, ¿A ti ella te parece linda?
Rintaro enfoco su mirada en la chica, que hablaba con Akaashi. — Es atractiva. —contesto honestamente él.
— Entonces acércate a ella. —dijo como si nada Atsumu.
— ¿Qué? —Suna no creía lo que acaba de escuchar, la propuesta del chico.
— Oh vamos vimos casi todo su perfil y solo era ella y Boku. —dijo Atsumu. — Y no creas que no note como te le quedaste mirando mientras ella hablaba con los chicos del Nekoma.
― No se a que te refieres. ―lo negó el peli negro.
― A que la veías con interés, mucho interés. ―aseguro Atsumu.
― Me quedaré aquí. ―concluyó Suna, sacando su celular y concentrándose en él.
La noche continúo, Bokuto y Akaashi unieron los grupos, el Nekoma parecía bastante acostumbrado al ambiente, después de todo, dejaban el sofá con bastante frecuencia para bailar algunas canciones. Kuroo era quien más sacaba a bailar a la hermana menor del capitán del Fukurodani, aunque sentía la mirada constante de un jugador del Inarizaki.
Himari volvió al sofá luego de bailar dos canciones con Yaku, con una sonrisa por la diversión. Se sentó al lado de su amigo del Inarizaki. ― Osamu, no has salido a bailar en toda la noche. ―comento la chica mientras bebía un poco de aquella bebida azul que había estado repartiendo por la fiesta los anfitriones, ya iba sus cuatro vasos.
Y por ellos, Akaashi y Osamu decía estaba tan relajada.
― Lo mío no es bailar, Hima, creo que lo debiste notar desde que nos conoces. ―contesto Osamu. ― Pero si aún no has bailando suficiente... ―el gemelo tomo la mano del peli negro de su equipo. ― Rintaro me ha dicho que le gustaría bailar, contigo.
La peli blanca mantuvo su sonrisa animada, mirando al peli negro del Inarizaki. ― ¿En serio? ―la pregunta podría sonar tonta, pero ella no quería incomodarlo incluso algo ebría se conocía con el tipo de música que se estaba poniendo a esas horas.
Entre las once y doce de la noche.
― Sí. ―la voz de Suna salió algo nerviosa.
Himari miro al chico, detallo esos ojos estrechos de color amarillo grisáceo, que le miraban a ella.
Kuroo se unió a la conversación. ― Si me permiten opinar. ―Kuroo solo se incluyo en la conversación con aquel abrebocas. ― Deberías tomarte unas copas más antes de bailar con esa...
