ʜᴇʀᴍᴀɴᴏꜱ (4)

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Himari estaba en la parte de atrás del auto de Kuroo, con su hermano y Akaashi, en el medio de ambos tratando de evitar que hicieran una escena romántica frente a Kenma y Kuroo. ― ¿Todo bien haya atrás? ―Kuroo pregunto viendo por el retrovisor del vehículo.― ¿A quién vamos a dejar primero?

Himari era la más consciente de los tres de atrás. ― Todos nos quedaremos en mi casa, Kuroo, gracias. ―dijo ella y el peli negro asintió.

― Ya entiendo porque dijiste eso de que verlos tan pegados es cosa de todos los días. ―comento Kuroo y Himari sonrió.

― Sí, bueno... ―Himari miro a los dos chicos. ― Bokuto y Akaashi desde el momento uno tuvieron esa conexión que... Nunca vi que tuviera Boku con otra persona... ―Himari acarició el cabello de su hermano. ― Así que cuando comenzó a venir diariamente a nuestra casa, no fue difícil conectar. 

― ¿Estás segura que tú no eres la hermana mayor? ―pregunto Kenma y Kuroo rió.

― Segurísimos. ―Kuroo y Himari afirmaron entre risas.

― Oh sí, una vez esculcamos toda mi casa con Kuroo para encontrar pruebas de que yo nací primero y todos estábamos siendo engañados. ―contó divertida Himari.

― Pero las actas de nacimiento no mienten. ―Kuroo recupero el aliento de la risa. ― Y lamentablemente Hima es menor.

― Y yo soy la que tiene que llevarlos ebrios a casa. ―dijo la muchacha mientras el auto se frenaba frente a una unidad residencial. ― Kuro, ¿me ayudas con Bokuto?

― Un placer, Hima. ―dijo el capitán del Nekoma, abriendo su puerta delantera. ― Kenma, vuelvo, subiré el saco de papas que es Bokuto. ―Kenma asintió sin despegarse de su videojuego.

Y tal como Kuroo dijo, cargo a Bokuto como saco de papas, mientras que Himari despertó a Akaashi y lo ayudo a subir al ascensor para llegar al décimo piso ―donde ella vivía con Bokuto―.

...

A la mañana siguiente, Himari se levantó con una casa llena de música, y su hermano mayor mirándola con una papita entre los labios. — Buenos días, Hima. —saludo su hermano desde el marco de la puerta.

La chica suspiro. — Buenos días... —la pereza se hizo evidente. — ¿No es muy temprano para alguien con resaca como tú?

— Me extraña, hermanita, yo soy un deportista de alto rendimiento

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— Me extraña, hermanita, yo soy un deportista de alto rendimiento. —recordo el peli blanco.

Akaashi apareció en la puerta y abrazo a Bokuto, para después moverlo un poco. — Ya lo conoces, no puede perder un día, así que... Bebe mucho electrolíticos, come un desayuno lleno de nutrientes y se hace ese jugo para resacas que le enseño Kuroo. —dijo Akaashi con una sonrisa mientras veía a Bokuto irse a su cuarto.

Himari sonrió. — Gracias por cuidarlo, Akaashi. —dijo la menor.

— No es problema, también he hecho el desayuno, panqueques con algo de nutrientes, te deje algunos en la estufa. —dijo Akaashi con una sonrisa. — Ahora iré a cuidar del búho.

Rintaro Suna -Topacio y ZafiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora