Capítulo Siete

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Las personas yendo de aquí para allá, había sido así desde la madrugada. Nada nuevo para nadie, los shows de variedades se grababan durante las mañanas. Jinah había llegado a penas un par de horas antes, desayunado algo como un café frio. Era lo único que podían tener antes de las grabaciones, era lo mejor para mantener su figura. Sin dejar de lado la energía, que se iba a necesitar para todas las actividades.

_ ¿Y ese bonito abrigo de la esquina? _

Jinah despertó de sus pensamientos, dejando de jugar con la pajilla de su bebida. Siguió teniéndola entre sus labios, por lo que no se dedicó a responder de inmediato. La mano de su estilista Hyolyn, estaba señalando hacia un punto fijo. Jinah entonces observo la pieza desparramada, que le había prestado Heeseung hace días. Pensaba regresársela después del programa de variedades, por eso la había dejado ahí.

_Ese es de pues... _ Jinah no supo cómo proceder coloquialmente. _ Es algo que me han prestado, tengo que devolverlo a su dueño. _ Reparo justo al final.

_Me encantan los detalles sobrios, lo ocuparemos en tu vestuario hoy. _

Jinah noto como la mujer ya tenía la pieza en sus manos, no le tomo mucho dar zancadas para atraparla. Hyolyn tenía esa habilidad de ver oro, en donde había solo simpleza. Jinah respetaba mucho eso, pero se negó a pensar que esa pieza lo era. Bonita si estaba, pero era de Heeseung. Eso le retumbo en los cines, pensando en que algo no encajaba. Lo había pensado incluso aceptando usarlo, en aquel día tan frio.

_ ¡No, no, no! _Jinah casi rogo.

_ ¿Cómo que no linda? _ Hyolyn se le quedo mirando a Jinah.

_Lo que pasa es que es de..._Jinah se apresuró a decir.

_ ¡Qué importa de quien sea! _ Hyolyn resto importancia de una. _ Moda es moda. _ La mujer aseguro. _ Ve a cambiarte ya, tienes un minuto para regresar, toca maquillaje. El programa empieza en quince minutos, no quiero ni un solo pelo fuera de su lugar. _Recito la mujer tal credo.

Jinah quería dar la explicación de todos modos, de que el abrigo no era de ella. De que tenía un presentimiento extraño al usarlo, detalles en este la hacían sentirse extraña. El olor a la colonia de Heeseung, ese picor a canela que esta le dejaba en la piel. La sensación en su estómago, al recordar como había puesto el abrigo por sobre sus hombros. Esa tradición de compartir ropa con tu amado, era lo más cerca que había llegado de lograrlo.

Frente al espejo de los vestidores, se colocó el saco por sobre el resto de su ropa. Viéndolo después de darse un par de vueltas, empezó a entender el concepto de su estilista. Era un estilo con un toque de elegancia, decidió no darle más pedal a aquella bicicleta de pensamientos. Especialmente cuando fue llamada, de una para que le colocasen maquillaje. Atendió echándose a correr, ya todas sus compañeras estaban ahí siendo maquilladas.




El espectáculo de variedades, jocosamente no vario. Las mismas preguntas ensayadas, que todas sabían responder a la perfección. Sonrisas perfectas, adornadas con veneers. Cabellos llenos de laca, que podían mantenerse en pie por horas. Encontró los juegos divertidos, se los disfruto como la niña, que nunca pudo bien ser. Había ganado un lindo peluche de reno, que no quería despegarse del pecho.

Al regresar del panel de fondo blanco, lo primero que se topo fue a Heeseung. Este parecía haber estado ahí un buen tiempo, Jinah lo había descubierto con el rabillo del ojo, mientras tomaban descansos para retocarse. Heeseung la había mirado de vuelta unas tres veces, se sintió patética al contarlas. Recordarlas con vives, disfrutaba la última de ellas en esos momentos.

Foreshadowing Fate || JakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora