| Kwin ripa | The 100 [3]

024

Crystal suelta un suspiro mirando el mar, lo que hizo tranquilizarla un poco. No sabía muy bien cuando seria el momento en el que no se exaltaría cuando Clarke hablara, pero sus ganas de sobresalir y ordenar poco a poco colmaban su paciencia. Entendía que para otros podría lucir como una niña malcriada y estúpida, pero el pasar del tiempo supo que no lo era, su ira contra la rubia era justificable y ella seguiría actuando así hasta que quisiera.

Escucha pasos acercarse, por lo que limpia sus mejillas al notar lo húmedas que estaban. 

—Déjame adivinar, viniste a hacerme cambiar de opinión acerca de Griffin—murmura sin mirar a Bellamy, el chico traga en seco y mira hacia donde ella estaba mirando.

—Vine a ver si estabas bien.

—Estoy bien.

—Amor... —ante el apodo y el tono de voz que usó, Crystal suspira sintiendo como poco a poco la muralla que había construido se derrumbaba. —No tienes por qué mentirme a mi, porque sé que eso que tienes ahí te está consumiendo lentamente. —sus ojos se encuentran con los de ella y nota lo rota que estaba. —Cuando pensé que la culpa me consumiría, fuiste tú la que me ayudó a salir de ese pozo... Solo, solo déjame ayudarte. Déjame ser lo que necesitas para estar bien.

—Bell, no creo... —el nombrado se acerca a ella y la abraza profundamente.

—Cada partícula dentro de mi me obliga a tenerte en mis pensamientos. Lo único que puedo pensar en que seria un estúpido si te dejo atravesar todo esto tú sola—dice en un susurro, separando su rostro para verla fijamente. —Me tienes a tus pies, Crystal. Así que no me pidas que me aleje porque no lo haré.

La pelirroja cierra los ojos ante las suaves caricias que el morocho le proporcionaba en su rostro, los suaves dedos de Bellamy la tranquilizaron más rápido que el sonido de las olas del mar. Y ahí lo supo, ama a Bellamy con todo su ser. 

Lo ama tan intensamente que dejaría todo por él.

—Te amo, Crystal Kane—musita tan bajo haciendo que Crystal abriera sus ojos para verlo. —Háblame, grítame, úsame, golpéame, haz lo que quieras conmigo pero no dejes que esa culpa y esa tristeza te consuma. 

Bellamy besa su frente y rodea nuevamente con sus brazos a Crystal, quien al instante corresponde el abrazo después de meditar sus palabras.

—No estarás sola nunca más, me tienes a mi. 

Entonces ella no pudo contenerse más y separándose un poco lo observó completamente enamorada, sin decir nada juntó sus labios con los de él en un suave y tierno beso. Bellamy sonríe y le da otro pequeño beso para volver abrazarla. Era impresionante para ambos ver que se conocían tan bien en todos los sentidos, porque los dos sabían que ese momento no era un beso fogoso; si no uno en el que pudieran expresar sin palabras que se amaban y que se necesitaban mutuamente.

Sin embargo, el momento se vio interrumpido cuando ambos vieron a varios hombres salir del mar, sorprendiéndolos del mismo modo por la parte de atrás y rápidamente fueron desarmados. La pareja se miró a pesar de todo y con su mirada se tranquilizaron al instante.

Los terrestres sigilosamente fueron al centro donde estaba el resto del equipo, alertándolos cuando vieron que Bellamy y Crystal estaban amordazados. Octavia se miró con Crystal y está la tranquilizó con la mirada, dándole la confianza para encargarse de la situación.

— ¿Quién eres? ¿Por qué hiciste señales?

—Soy Octavia de la gente del cielo y busco un salvoconducto.