- Entonces... ¿Lograste algún avance hablando con ella?
- Sí, más o menos. Creo que ahora comienzo a entenderla un poco mejor.
Sumi y yo estamos en la biblioteca, rebuscando entre las estanterías. Desde el evento de ayer Saeko me ha estado evitando, o eso parece. Preferí darle su espacio, así que no insistí en acercarme durante el día y aproveché el momento para pasar un rato con Sumi, que parecía interesada en saber qué había ocurrido entre nosotros. Es una lástima que no pueda hablar abiertamente sobre la situación de Saeko, ya que valoro bastante su forma de ver las cosas.
- Eso es bueno.
Ella vuelve a regalarme una de sus sonrisas afables. El carácter recatado y pacífico de Sumi es algo que no sabía que necesitaba hasta ahora. Por alguna razón, suelo rodearme de gente enérgica y potencialmente problemática, por lo que el tiempo que paso con ella es un descubrimiento reconfortante de tranquilidad antes desconocida. En ese sentido me recuerda a la doctora Hira.
- Fue en parte gracias a tus palabras que me animé a hablar de frente con Saeko. Debería agradecerte por ello.
- No es la gran cosa. Cualquiera preferiría evitar la confrontación de ser posible, pero somos seres humanos; todos somos distintos, y siempre habrá diferencias que nos conflictúen o confundan.
Sumi trata de alcanzar un libro en la parte más alta de la estantería.
- Lo importante es... tener claro que es natural... no entender tan fácilmente al otro..., ya que todos somos... infinitamente... complejos.
Incluso poniéndose de puntas y estirando su cuerpo lo más que puede, se ve incapaz de alcanzar la parte más alta de la estantería.
- Aquí tienes.- le digo, alcanzándole el libro que quería.
Ella asiente ligeramente y acomoda sus gafas. Parecía algo avergonzada, aunque quizás fue solo mi impresión. Si no se tratara de Sumi, pensaría que tiene algún tipo de inseguridad con respecto a su estatura, pero un complejo tan mundano como ese no encajaría con su actitud tan centrada y madura. Sip, no hay manera de que ese sea el caso. Punto.
Entre las novelas que estaban expuestas, una en específico había llamado mi atención. Se titulaba "¡Esta chica quiere MATARME!", y según la sinopsis, trata sobre un estudiante que es acosado por una chica con impulsos homicidas. Casi me entra la risa nerviosa.
- ¿Te interesa? - dice Sumi, que me había estado observando mientras ojeaba el libro.
- N-no, en lo absoluto. Me pareció una premisa inverosímil.
Regresé de inmediato el libro donde estaba.
- ¿Encontraste el libro que buscabas?
- Sí, era el que estaba buscando. Mi padre dijo que lo encontraría aquí.
Ah, sí, el profesor Mark. Por un momento había olvidado que la principal razón por la que estoy frecuentando a Sumi es para poder obtener más información sobre el profesor y su posible conexión con Goro.
- Ya veo. Debe ser curioso tener a tu padre como profesor en tu misma escuela, ¿no?
- Tienes sus beneficios. Sé que podría arreglar mis calificaciones con solo pedírselo.
- ... ¿De verdad?
Con el libro que trae en la mano me golpea suavemente la cabeza.
- Como si fuera a hacer algo así. Pero es la realidad; me ha consentido mucho desde que tengo memoria. Para suerte de él, nunca me aprovecharía del afecto tan grande que tiene hacia mí, pero también me preocupa que pueda llegar a ser así de permisivo con alguien más.
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¡Esta chica quiere MATARME! (literalmente)
Teen FictionDantei es un detective encubierto, cuya labor se ve entorpecida por Saeko, una chica decidida en matar al protagonista por mero capricho, de la forma más disparatada y dramática posible. Cada día se convierte en un desafío por escapar de los absurdo...