° Capitulo ocho ❤️‍🔥

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Jeongin despertó con un cuerpo robusto enredado a su cuerpo y unos rizos nublando su vista, la respiración profunda del alfa haciendo cosquillas en su cuello y un suave ronroneo retumbando en sus oidos.

Desde hace unos tres meses que viene despertando de esta manera, y si fuera otra persona le habría avergonzado lo rápido que se acostumbró a esto.

Luego de su tan inoportuno celo, Hyunjin lo llevó a la casa de sus padres en Doncaster para pasar año nuevo, ya que no pudo ir para navidad y su cumpleaños. La parte buena de todo esto, pasó tres dias seguidos teniendo sexo y siendo cuidado por el alfa más tierno y sobreprotector que haya conocido.

El sexo definitivamente fue de lo mejor había experimentado en su vida, y el detalle del cupcake por su cumpleaños lo derritió en segundos.

En casa de sus padres, se dedicó a recibir tanto cumplidos por su cumpleaños tardío como por el alfa que lo había traido a casa, pasando por la vergüenza de que le señalaran que estaba completamente envuelto en su aroma, por lo que repartió unos cuantos comentarios sarcásticos y no salió de casa en toda la semana. Lo visitaron unos amigos de su infancia, se puso al día con sus historias, se dedicó a jugar con sus hermanas y a pasar un buen rato allí.

Cuando volvió a su departamento se encontró a Hyunjin esperándolo en la puerta con un pack de cervezas, comida china y una sonrisa brillante, pero luciendo adorablemente nervioso a la vez.

Cuando entraron al departamento, dejaron las cosas en la entrada y se fundieron en un abrazo, conectando sus bocas al instante, como si hubieran pasado meses sin verse en vez de dias.

Al separarse, el rizado bajo su cabeza instintivamente hacia el cuello del castaño, aspirando sus feromonas y dejando besos pequeños allí.

Riendo tomó la mano del alfa y se dirigió hacia el sofá, donde se sentaron, el rizado atrayendo al otro chico a sus piernas, dejando otro beso en su cabeza y en sus mejillas. Sintiendose tranquilo y sumiso, se giró para preguntarle al alfa de que iba toda la cosa, para enterarse que Hyunjin lo quería cortejar.

Tras un corto período de shock, se despertó para abrazar y besar tiernamente al rizado, la propuesta fue muy original.

Pasaron los días y siguió recibiendo regalos de Hyunjin; comida a montones, anillos, un collar precioso, flores y más prendas del rizado.

Para cuando llegó el cumpleaños de Hyunjin, se sentía rodeado de su amor, sus regalos e infinitas promesas, que esperaba devolver en igual medida. Ese día, a pesar de dormir juntos entre las casas de los dos, Jeongin lo esperó en su propio departamento con una taza verde en la alacena, un celpillo de dientes nuevo al lado del suyo y la mitad de su guardarropa desocupado. El resultado fue que el rizado terminó anudandolo en el sillon, en la ducha y en la cama.

Así fue como llegó a despertar todos los días siendo abrazado a un oso de rizos chocolate que no dejaba de repartirle besos en la cara todos los días y le hacía el desayuno antes de irse a trabajar. Se sentía una persona muy afortunada.

Claro, Jeongin seguía siendo una persona independiente a pesar de todo, por lo que tomaba el transporte todos los días para ir y volver a su trabajo en una escuela donde enseñaba música, compraba los víveres, salía con Félix a almorzar de vez en cuando y se encontraba con Hyunjin al final de su día para volver juntos a casa.

Tampoco faltaban los alfas idiotas que no captaban que la ropa grande que usaba ni el olor a alfa que llevaba encima diariamente se debía a que se encontraba en una relación con uno, pero gracias a sus comentarios rápidos siempre se los lograba sacar de encima... o a casi todos, menos a Will, un alfa que enseñaba Educación Física en la escuela donde trabaja. Jeongin jura que ese proyecto de alfa tiene sólo dos neuronas y están de huelga, porque siempre lo molesta a él y a Cath, la omega que enseña Educación A/B/O.

(You're the) Devil in Disguise - Omegaverse (Hyunin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora