¿Cuánto puede cambiar el mundo en tan solo un segundo? El ser humano tiende a pensar que un segundo es un periodo de tiempo extremadamente corto como para que tengan lugar cambios significativos, sin embargo, me temo que he de discrepar. Un segundo puede resultar una eternidad, en tan solo ese tiempo la vida de una persona puede dar un giro de ciento ochenta grados de manera irreversible. El mundo en el que vivimos actualmente se caracteriza por transcurrir con una velocidad pasmosa, tanto que apenas podemos registrar todos sus acontecimientos, haciendo que los pensamientos se agolpen en nuestras cabezas de forma confusa.
Creo que cualquiera puede llegar a la conclusión de que el tiempo es relativo, nunca es igual para nadie. Eso es cierto, yo misma he podido experimentarlo en mis propias carnes, y pude comprobar que un solo segundo puede llegar a ser lo mismo que ciento veinte años. Sé que suena imposible, a mí también me lo pareció, pero es que resulta que la línea que divide el pasado, el presente y el futuro, en ocasiones, es un tanto confusa, hasta tal punto que aquellos términos terminan por fusionarse en uno solo. Aquella fusión puede traer cosas maravillosas, aunque también puede convertirse en una pesadilla, y todo ello depende de la providencia, pero como siempre he pensado que las personas tienen bastante que ver con los sucesos acontecidos que relacionamos con la suerte, está claro que yo pienso luchar en esas pesadillas y contra quien las provoque, así como disfrutar de los momentos de dicha junto con quienes sepan apreciarlos conmigo.
Tan solo un segundo es lo que dio comienzo a esta maravillosa historia que me encuentro viviendo, a la cual yo titularía: Entre tiempos. Sin embargo, el nombre carece de importancia, lo relevante aquí es la aventura que voy a vivir ahora que me encuentro en posesión de aquel extraño reloj de bolsillo que llegó a transportarme a la entrada de Villabaldebajo, justamente ciento veinte años atrás. Y, aunque, por un momento, creí que me quedaría allí atrapada, gracias a una buena compañía y la frase de un desconocido libro, fui capaz de volver a mi época, eso sí, totalmente embelesada por aquel pequeño pueblo y con ganas de volver con presteza.
Pero, a pesar de que me puedan las ganas, he de actuar con cautela para evitar revelar este gran secreto, ya que estoy totalmente segura de que, si se descubriera, no habría más que tragedias. Es por eso mismo que he decidido mantenerlo entre un grupo muy estrecho de personas, entre los cuales se encuentran Natalia y Alberto, obviamente, puesto que ellos han sido los primeros en conocer el suceso y quienes me ofrecieron su ayuda cuando más la necesitaba. Presiento que ellos y yo vamos a estar muy unidos, hubo una gran afinidad entre nosotros desde el primer momento que es imposible negar.
Esta historia puede ser el comienzo de grandes amistades, intrépidas aventuras y quién sabe qué más.
Tan solo sé que no puedo aguardar a descubrirlo.
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Vestigios de una fantasía.
FantasiaAurora Salazar, una joven de 18 años posee un objeto único que le permite viajar entre su época, el 2023, y una época pasada, el 1903. En su primer viaje hizo buenas amistades y se encaprichó de un pequeño pueblo llamado Villa Valdebajo, sin embargo...