★𝕋𝕙𝕚𝕣𝕕 𝕥𝕚𝕞𝕖★

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Estaban en su habitación realizando la tarea que su Sensei les había dejado

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Estaban en su habitación realizando la tarea que su Sensei les había dejado. Para la pareja ya era costumbre turnarse sobre a que habitación ir, ya sea por tarea, conversar, discutir por nimiedades, o dormir juntos, la actividad favorita de Izuku.

Ahora, después de los anteriores eventos, aceptaba sin rechistar el hecho de que ver a Izuku durmiendo, indefenso, con su linda carita haciendo graciosas expresiones, lo excitaba de sobre manera, con el pasar de los días, Katsuki ya no quería tocar, rozar, jugar con el cuerpo del peliverde. Quería más. Ansiaba poder adentrarse en las paredes anales del peliverde, sentir esa adrenalina que su cuerpo experimentaba cada vez que sentía que Izuku se iba a despertar, y lo vería en esa situación tan comprometedora.

Se estaba volviendo un pervertido total. Y con eso el sentimiento de culpa incrementaba, dejandolo despierto varias noches, e ignorando al peliverde de vez en cuando al no ser capaz de verlo en la cara.

Izuku claramente notó su extraño actuar, y, como el gran novio que era, amenazó a muerte a Katsuki para saber que era lo que lo tenía tan extraño y distante. Katsuki tuvo que decir una mentira piadosa para salvarse. Eso no quitó el hecho de que estuvo disculpándose durante una semana con el peliverde, buscando dejarle en claro que lo quería y que lo había estado ignorando porque no quería involucrarlo en sus problemas.

Ahora, con su mirada yendo de un lado a otro, podía sentir como algo se ponía duro y mojaba su pantalón deportivo, pues estaba haciendo frío. Miraba con deseo, cariño, pero sobre todo deseo, a su peligrosamente sexy peliverde. Se había quedado dormido por dos razones, uno, Katsuki estaba más distraído de normal, por lo que tardaba en realizar la tarea que él terminó rápido y sin problemas. Segundo, hacía frío y Izuku detestaba con todo su ser el frío. Lo volvía más débil, y el odiaba sentirse así.

-Mierda, ¿En qué momento se quedó dormido? Debería salir antes de que haga algo. –Recogió su libreta de apuntes, bolígrafos y cuaderno. Pensaba salir y terminar su deber en algún lugar lejos del peliverde durmiente. Su parte íntima empezaba a punzar, y no quería eso.

Solo faltaba que se ponga sus tenis negros y ya estaría listo, pero, para su mala suerte Izuku empezó a hablar entre sueños. Murmuraba cosas que no entendía, así que, muerto de la curiosidad, se acercó para escuchar los murmullos del peliverde.

- Kacchan... Mnnh... No, a-ahí.

Oh diablos, si antes sentía calor, con su miembro punzante y sus manos queriendo extrujar el cuerpo del peliverde, ahora lo sentía el doble. Con rapidez levantó las piernas de Izuku, y las pasó por sus hombros, provocando que su erecta polla tocara las regordetas nalgas del peliverde.

No sabía a quién agradecer, si a los padres de Izuku por haberlo hecho tan malditamente sexy, o a los agotadores entrenamientos que volvieron a
el cuerpo del peliverde más atractivo que antes.

Lo único de lo que estaba seguro era que hoy iba a cruzar la línea, no podía aguantar más. Sí, Izuku sin duda iba a matarlo, golpearlo y quien sabe incluso le terminaría. Es solo que no lograba controlarse, con solo ver a Izuku durmiendo, con su pecho subiendo y bajando por su irregular respiración, sentía una increíble adrenalina recorrer su cuerpo de pies a cabeza.

𝑺𝒐𝒎𝒏𝒐𝒇𝒊𝒍𝒊𝒂. (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora