Cap 8.

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-El profesor Kim ya al tener todo los papeles listos, tuvo que poner en práctica la tarea de conquistar al director.-

-Tocó la puerta de la oficina del director.- Adelante. -Dijo el director sin esperar una visita.-

Permiso director. -Paso todo un caballero.-

Oh..profesor..Kim. -Sintió un leve ardor en sus mejillas.- Dígame, ¿que desea?

Quiero hablar con usted, sobre mi atuendo de hoy, perdón que venga sin previo aviso, es que...-Este se quito la chaqueta y dejo ver la camisa rasgada de brazos y espalda, por la esbelta musculatura en abundancia.-

Santa virgen...-Dijo el director casi babeando, sin despegar la vista del profesor, viendo cada musculo ser presente las rajadas de la camisa.-

Quisiera saber..si usted podría ayudarme. -Se acercó con delicadeza, sin exaltar al director, cosa que este asintió a todo lo que Seokjin le decía, mordiendo levemente su labio inferior.-

U-usted dígame que se le ofrece...-Lo miró coqueto, ofreciéndole todo lo que el quisiera, sin importar que.-

¿De verdad? -Hablo con un tono de sensualidad, que se apoderó de estremecer al director y este aprovecho por tomar iniciativa en tomar su cintura y quedar cuerpo contra cuerpo.-

Si..todo lo que usted quiera yo se lo puedo dar~ -Paso sus manos por detrás de la nuca del profesor. (Es un puto regalado).-

Mh..que interesante. -Acercó su rostro al director, aguantando las náuseas.- Podría pasarme una camisa, por favor, tengo clases. -Hablo traspasando su aliento por los labios del director.-

Si, de inmediato regreso. -Paso sus manos por el pecho y abdomen de Seokjin y fue por una camisa, saliendo de la oficina.-

Fuah..todo sea por el oro. -Se afirmó en el escritorio.-

-El director se demoró, mucho cosa que le dio tiempo para que Seokjin tomara algunas fotos de la oficina y como no habían cámaras busco hasta encontrar algo debajo del escritorio, como un sótano.-

Bingo, bien escondido estas, precioso. -Se alejo del escritorio y se quito la camisa rasgada, unos segundos después entró una de sus colegas.-

Ah! -Se tapo los ojos, cuando lo vio y dio un grito, asustando a Seokjin.-

Santo dios!! -Seokjin grito tapándose el torso.-

Perdón no sabía que estabas aquí...-Hablo apenada.-

No te preocupes, vine por un incidente que pasó con mi camisa..oye..¿podrías cerrar la puerta? -Dijo algo incómodo.-

Oh si lo siento..-Dijo sin mirarlo y cerro la puerta.- ¿Sabes..si el director se tardará mucho? Es que tengo que entregarle unos documentos.

No se, han pasado como 10 minutos, tal vez, si se demoré. -La miró con una sonrisa recta.-

Carajo..-Susurro la mujer.- ¿Te puedo pedir un favor? Le puedes entregar los papeles, diles que están con mi firma y todo lo que necesitan.

-Se acercó a Seokjin a paso lento porque iba caminando de espalda, cosa que se resbaló con uno de sus tacones y cayó en el cuerpo de su colega, dando a entender que también Seokjin la sostuvo para que no se fuese a lastimar.-

¿Estas bien, Areum? -La miró fingiendo preocupación.-

-Se sonrojó y asintió avergonzada.- S-si, muchas gracias, Seokjin. -Se paro rápidamente y se acomodo la ropa y cabello.-

-El director llegó justo y los miró juntos, se puso celoso y trató de "disimular".-

¿Que hace aquí, Areum con Seokjin? -La miró serio con la camisa nueva en manos.-

Y-yo...vine a dejarle los papeles, director. -Se los mostró y Seokjin dio una sonrisa encantadora hacia el director, cosa que este se la devolvió coqueto.-

Bien, déjeme eso en el escritorio y retírese, su colega está semi desnudo y usted está invadiendo privacidad. -Dijo con molestia en su voz.-

Si señor, hasta luego Seokjin. -Se retiró de la oficina casi corriendo y el director miró a Seokjin.-

Muy cercano a la señorita, no? -Se acercó con la camisa en la mano.-

No, para nada, es mi colega nada más, vino por esos papeles y me pillo justo aquí. -Seokjin lo miró coqueto y se afirmó de cuerpo al escritorio.-

Mhm, bueno, supongo que su personalidad lo acompaña siempre en eso. -Dejo la camisa por detrás del cuerpo de Seokjin rozando sus dedos por la cintura de este.-

Que suaves dedos, señor director. -Alzo una ceja, provocando al presente.-

¿Usted lo cree? Tengo una crema muy buena, es muy hidratante para la piel, quiero decir, tengo todo el cuerpo así. -Sonrió incitandolo a dar un paso más.-

-Seokjin bajo la mirada, escaneandolo de pies a cabeza, y bueno, mal cuerpo no tenía, hasta curvas tenía y caderas anchas, mejor que las de una mujer. Llevo acabo su plan, después de todo lo iba a matar después.-

Uhm~ quisera comprobar eso, director. -Seokjin lo tomó de la cintura y lo apego a su cuerpo, cuando justo tocó el timbre para las clases.-

Aveces odio a esos mocosos inoportunos. -Se alejo del profesor y este se puso la camisa rápido y la chaqueta.-

Si usted me lo permito, quisiera verlo después de clases. -Beso su mejilla, dejándolo atónito y salió de la oficina.-

|• Yoongi.

> [Ed.física.]

-Yoongi se paso todo el receso viendo que fallas tenia la universidad. Pillo várias fallas y se sintió satisfecho, fue al vestuario y se puso un buzo algo completamente cómodo para hacer ejercicios o cualquier movimiento algo brusco como para un juego de basketball.

-Los alumnos llegaron y se quedaron en shock al ver a su profesor totalmente diferente a como llegó en la mañana, como de costumbre Jungkook no llegó a tiempo, llegó como 14 minutos después

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-Los alumnos llegaron y se quedaron en shock al ver a su profesor totalmente diferente a como llegó en la mañana, como de costumbre Jungkook no llegó a tiempo, llegó como 14 minutos después.-

Bien, su compañero, ¿donde esta? -Pregunto Yoongi con enfado y fríaldad.-

Con su novia...en el patio. -Dijo una alumna con la mirada baja.-

Bien, empiecen con trotar 10 minutos y sin parar, yo los alcanzó de inmediato. -Dijo para luego ir al libro de clases y destacar a Jeon Jungkook de la lista, sin oportunidad alguna de que vuelva a entrar a la clase. Luego volvió con el curso y empezó a trotar también.-

-Jungkook llegó con tranquilidad y Yoongi ni se molesto en verlo o algo.-

Bien, clase, den pases con el balón, y no es como un flojo mal humorado, es con firmeza. -Dijo explicando.-

¿De verdad nos odias, bunny?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora