Cap. 59

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Esto debió de contarles un ojo de la cara.. -Dijo apenada.-

Para nada, esto no es nada con lo que usted nos dio. -Miró a Jungkook.-

-Jungkook se sonrojó por el comentario de Yoongi.-

Mis niños. -Los abrazo.-

-Los chicos correspondieron al abrazo.-

Todo sea por la madre de nuestro futuro esposo. -Seokjin habló.-

No se tenían que haber molestado en esto, están muy preciosos. Muchas gracias. -Agradeció.-

Queremos demostrar con detalles cuanto valen sus existencias. -Se volvieron a sentar.-

Tan lindos, pero no me quieren comprar dulces. -Frunció el ceño.-

-Soltaron una carcajada.-

¿Apoco?

Galletita, a ti te hacen mal los dulces. -Jungkook trato de callarla.-

¿Como? -La miró.-

Es mentira. -Jungkook no quería que su mamá hablará.-

A mi hijo le hacen mal los dulces. -Abrazo a Jungkook para poder hablar.-

Mamá...

-Los chicos miraron a Jungkook.-

¿Que le hace? -Yoongi pregunto serio.-

Lo pone impertinetico. -Soltó una carcajada.-

-Los chicos se fueron de espaldas.-

Me trolearon como bebé en cuna. -Rieron.-

Pero..¿si van a comprar dulces? -Hizo puchero.-

-Seokjin metió la mano adentro de su chaqueta y sacó una bolsa de dulces.-

Yei! Gracias amor. -Abrió la bolsa y se comió uno y le dio a su madre.-

Aún falta. -Yoongi saco dos bolsitas más de dulces una para el y la otra para su suegra.-

Gracias mi niño. -Acepto la bolsa.-

Gracias, gatito. -Dijo chupando una pastilla.-

Con cuidado. -Lo miró.-

-Jungkook asintió, feliz como un niño recompensado.-

-A los chicos les dio un mareo y se le revolvió el estómago y se pararon y se fueron a los baños. Jungkook se asustó y la mamá igual, se pararon tan de repente que pensaron que había pasado algo.-

Hey! -Jungkook los siguió.-

Esto me huele a gato encerrado. -Los miró sentada, preocupada pero algo le decía que sería abuela.-

Chicos. -Toco las puertas de los cubículos.-

-Los chicos estaban vomitando, y por eso no podían responder.-

Ay dios..¿que les hizo mal ahora? -Dijo con su corazón palpitante al mil.-

-Después de unos minutos los chicos salieron y se lavaron la boca y manos.-

¿Están bien? -Los miró preocupado.-

Si, amor, talvez fue el dulce. -Sonrieron.-

Mhh, eso no me gusta, ya vamos, mi mamá quedó sola. -Salieron de los baños y volvieron con la señora Jeon.-

Perdón por eso suegra. -Se disculparon.-

¿Les puedo hacer una pregunta? -Los miró relajada.-

Si, claro. -Se sentaron a su lado.-

¿De verdad nos odias, bunny?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora