-Desde que Benjamín Rossi tiene uso de memoria siempre pensó que comerse a otros es un acto de amor, muy especial para cualquier ser viviente.
Siempre fantaseo con devorar y saborear la carne de su ser amado, ver su cuerpo retorciéndose mientras le arranca dedo por dedo... Simplemente lo exitaba, lo llenaba de vida.Benjamín era un muchacho de aspecto común, pero siempre lo podías ver en el gimnasio, luchando para poder ser fuerte. Un completo obsesivo con la fuerza, con altos estereotipos de género. A llegado a tener varias parejas, Pero ninguna llegó a tener un grado de importancia como para poder tener su fantasía. -
Un día cualquiera, el estaba en su lugar usual: el gimnasio. El era muy conocido por su larga trayectoria a lo largo del tiempo.
El estaba en la caminadora, cuando vio a un chico: flaco, chico (1.62), pelo negro y anteojos redondos.
El reflejo de la luz no permitió ver el color de los ojos del chico. Pero algo que no sabía cómo explicar de dónde venía, lo hizo querer desear su carne, escucharlo gemir y jadear, hacer que suplicara por piedad...
Lentamente se va poniendo duro por esos pensamientos, se distrajo y casi se cae de la caminadora. Decidió apagarla e hidratarse, también como una excusa para ver al chico con delicados rasgos, casi femeninos. -Tras minutos, casi medio hora de verlo, sin desviar la vista más que para disimular que no lo esta viendo, el ya parece notar que lo están observando, y su incomodidad está a simple vista. Benjamín junta coraje y se le acerca, dispuesto a hablarle, por lo menos para escuchar su voz.
-hola, me llamo benjamín.
Al decir eso, logra observa cómo el otro hombre se queda congelado por un tiempo, con su mirada baja. Estaba apunto de repetir el saludo, pero el chico se le adelantó.
-h-hola... E-eh
El se quedó callado ante la temblorosa voz del chico, parecía como una canción entrecortada, perfecta a cierto punto. Ya estaba empezando a tener pensamientos sucios, lujuriosos... Uno atrás del otro.
El se preguntaba como se escucharía su voz con la boca llena de su sexo. Pero, esos pensamientos se agotaron cuando pudo ver los ojos inocentes del chico, esos ojos los cuales se podrían considerar la ventana del alma, un alma inocente y pura.
Aunque tenía ganas de agarrarlo ahí mismo, utilizar su cuerpo y hacerlo llorar de placer mientras otros miraban, su mente se digno q tenerle algo de respeto hacia ese hombre puro, por respeto.-yo te estuve viendo y... Note que hacías algunos ejercicios mal, ¿Quieres que te ayude?, no es por nada, pero tengo un largo trayecto aquí, me se todos los ejercicios de memoria.
-¿D-de verdad harías eso por mi?, es muy... Amable d-de tu parte.
Sus labios moviéndose y sincronizados en una suave sonrisa amigable, aunque uno de ellos tenga otras intenciones.
-bien, bien... Note que estabas ejercitando con el press de piernas...
Benjamín se queda callado, pensando y admirando los suaves rasgos del chico, preguntándose como sería tenerlo entre sus manos. Pero, en un segundo, entrecierra los ojos con una sonrisa tonta, tratando de aparentar ser amigable.
-Primer día que entras por la puerta de esta gimnasio y ya quieres hacer piernas... Que ambicioso, jeje...
-bu-bueno... Si, pero yo estu-v-ve haciendo ejercicio durante bastante t-tiempo en mi ca-casa... Yo-... Yo se alguna que otra cosa la cual vi por internet... Ya sabes... YouTube, algunos videos de Tok tok...
El chico Rossi puede notar la vacilación en la voz del chico, analizando cada palabra que lanza con indecisión, talvez el este guardándose algunos secretos para si mismo o le de vergüenza el hecho que nunca entró a un gimnasio a pesar de su deseo de tener un buen cuerpo.
-E-en cierto punto se que e-ejercicio debo de hacer... P-pero nunca p-pude usar alguna m-maquina...
-anda, no eres tan novato como parecías.
Dice el que, aparentemente es un poco más pillo en el tema.
Benjamín mira el press de piernas, el cual tiene bastante peso cargado, lo cual lo hace sorprenderse y mirar al niño nuevamente.-tu... ¿Realmente piensas que puedes soportar todo este peso?
-n-no lo sé... Supongo que si... Lle-llevo mi peso todos los días, entonces no veo como no p-podria s-soportar...
La vacilación no disminuye, El deduce que es debido a su timidez y, al igual, por eso también tendría un tartamudeo cada vez que habla.
-mejor será menos peso, hombre.
Dice Benjamin, mientras ve como el otro chico baja la cabeza, aceptando el consejo que le acaba de dar.
El baja el peso, ajustándolo a solo 20 kilos. Lo usual para los principiantes, aunque sabía que el chico no lo era.-bien... Te pongo solo eso para ver cómo andás, si dices que puedes más, te pongo más.
El gimnasio no estaba muy callado, la música motivadora estaba en un buen volumen, el murmuró del personal estaba en el mismo nivel que el de los autos, las personas caminaban de un lado a otro, algunas con mancuernas o botellas de agua, mientras sucedía todo eso en el mismo tiempo, ve como el chico se sienta en la máquina, apoyando sus pies en la plataforma de apoyó, empezando a luchar con el leve peso de la máquina.
Por otro lado, Benjamín se queda al lado de el, observando como lo hace.-apoya tus pies más a los costados.
Murmura, mientras observa con los brazos cruzados como el chico le hace caso. Logra ver cómo las mejillas se le van poniendo rojas, como sus muslos se ponen tensos y sus manos se apoyan en donde pueden.
-vas a hacer... Unas... Tres series con quince repeticiones. Entre cada serie puedes descansar un rato, no tanto.
-y-ya... Ya lo sé...
Rossi puede notar como el chico se muerde los labios, los cuales estaban brillantes por alguna razón. Y, se da cuenta de que desconoce el nombre del chico el cual le atrae, haciendo que se sienta un idiota por no preguntarle antes.
-oh, ¿Cuál era tu nombre?
ESTÁS LEYENDO
BL| come de mí.
De TodoBenjamín es un chico el cual tiene una forma de amar... Escalofriante. Y, para mala suerte de Andrew, Benja se enamoro de el. Un duo dinámico: masoquista y sadico. Pero este sádico tiene un deseo aún más profundo que el dolor ajeno. Y es... *Cada...