¿Amor no correspondido?💕 •Sasusaku•

¦Sombras Del Amanecer¦

Advertencia ⚠
esta parte de la historia es de por parte de Sasuke.
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Mientras Lee y Sakura disfrutaban de su paseo nocturno, la brisa de Konoha susurraba a su alrededor, como un eco lejano de viejos recuerdos y nuevas posibilidades. Las luces de las farolas creaban un halo dorado que envolvía sus figuras, iluminando suavemente sus rostros mientras compartían confidencias y risas.

Unos metros más atrás, oculto entre las sombras de los árboles, Sasuke observaba en silencio. Había llegado a Konoha por asuntos del clan Uchiha y, aunque prefería mantenerse alejado de la vida social de la aldea, el destino lo había llevado a caminar por estas calles esta noche. La visión de Sakura y Lee juntos provocaba en él una mezcla de emociones complejas.

Sasuke no pudo evitar sentir un doloroso punzón de celos al ver a Sakura tan cerca de otro hombre. Recordó los días en los que ella había estado siempre a su lado, ofreciéndole su amor incondicional y su apoyo inquebrantable. En su juventud, él había rechazado esos sentimientos, centrándose en su búsqueda de poder y venganza. Ahora, al ver la serenidad y la alegría en el rostro de Sakura, se dio cuenta de lo que había perdido.

Sasuke apretó los puños, luchando contra el impulso de acercarse. Sabía que no tenía derecho a interferir en la vida de Sakura, especialmente después de todo el daño que le había causado. Aún así, no podía negar los sentimientos persistentes que guardaba por ella, un amor que había enterrado profundamente bajo capas de culpa y arrepentimiento.

Desde su posición, Sasuke vio cómo Lee tomaba suavemente la mano de Sakura, entrelazando sus dedos con los de ella. Sakura no se apartó; en cambio, respondió con una sonrisa cálida y sincera, una que Sasuke recordaba bien pero que no había visto en mucho tiempo. Observando la escena, Sasuke comprendió algo esencial: había dejado que Sakura se fuera no solo para seguir su propio camino, sino para darle a ella la oportunidad de encontrar la felicidad que merecía.

En ese momento, Sasuke recordó su vida actual con Karin. Aunque se habían casado, la relación nunca había sido más que una asociación práctica. Karin había estado a su lado en los tiempos más oscuros, pero sus sentimientos hacia ella no eran tan profundos como los que había sentido, y tal vez aún sentía, por Sakura. Sin embargo, Sasuke sabía que su deber era con Karin, y debía tratar de ser el mejor esposo posible, aunque su corazón no estuviera completamente comprometido.

Con un último vistazo a Sakura y Lee, Sasuke dio media vuelta y se alejó lentamente, dejando que la noche lo envolviera. Mientras caminaba, el peso de sus decisiones pasadas parecía más liviano, y cada paso lo llevaba más lejos de un capítulo de su vida que ya no podía recuperar. Aceptar el presente significaba también aceptar que había dejado ir a Sakura para protegerla, y que eso, en última instancia, era lo correcto.

Al regresar a la casa temporal donde se hospedaba en Konoha, Sasuke se sentó junto a la ventana y observó la luna llena que colgaba en el cielo. Reflexionó sobre cómo podría encontrar la paz en un mundo donde había causado tanto dolor. Decidió que su redención no solo pasaba por corregir sus propios errores, sino también por permitir que aquellos a quienes había lastimado encontraran su propia felicidad.

Esa noche, Sasuke prometió que nunca más sería la causa del sufrimiento de aquellos que amaba. Dejar ir a Sakura había sido una decisión dolorosa, pero necesaria. Y aunque el vacío que sentía por haberla perdido era profundo, también había una especie de paz en saber que ella estaba en buenas manos, rodeada de amigos que la apreciaban y cuidaban de ella.

Con la llegada del amanecer, Sasuke se preparó para otro día en la aldea. Aunque el pasado siempre estaría presente, estaba decidido a enfrentar el futuro con una nueva perspectiva. Mientras la aldea despertaba a la luz del nuevo día, Sasuke sintió que, de alguna manera, todos ellos encontrarían su propio camino hacia la paz y la felicidad. Al final, su amor por Sakura siempre estaría allí, pero su deseo más ferviente era que ella estuviera sana, salva y feliz, sin importar con quién estuviera.