Capitulo 24

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-¿Qué opinas de este?- preguntó Jimin mientras mostraba el traje que llevaba puesto

-Me gusta, pero quiero saber si tu intención es mostrar el embarazo...- respondió Jungkook

-Estaba pensando en eso, mi pancita creció y es evidente... no hay forma de ocultarlo- dijo Jimin mientras se veía el espejo

-Entonces sí, es el traje perfecto. Te queda muy bien y es tu color- confesó el pelinegro

Jimin asintió y fue a cambiarse, mientras tanto Jungkook llamó a la modista para que combinara su traje con el de su esposo.

Faltaban un día para la inauguración de su museo, el tiempo había pasado.

El embarazo de Jimin era notorio, pero nadie decía nada.
Para sorpresa del rubio, su primo solo seguía sus órdenes y aunque al principio le costó al de rulos, ahora podía entablar una conversación sin pelear con el contrario.

El museo iba de maravilla, todo salio según lo planeado y aunque hubo contratiempos como en cualquier proyecto, formaron un gran equipo y lograron superar todo.

La boda de Namjoon estaba planificada para que se realizara antes de la inauguración, pero los futuros esposos decidieron posponerla a un mes después.

Ellos decían que querían estar presentes en ese día tan importante, luego se irían de luna de miel y regresarian un mes antes de la fecha de parto de Jimin. Querían estar presentes antes y luego, por si necesitaban ayuda, además que les emocionaba la idea de ser tíos.

Su relación con Jungkook había avanzado demasiado, el pelinegro ya no temía demostrar lo que sentía por su esposo, lo cuidaba demasiado y cumplía todo lo que quería el rubio.

Estaban caminando por el ciudad, habían comprado un  par de ropitas para su futuro bebé, Jungkook compraba mantas, pañaleras y biberones, mientras que Jimin solo se dedicaba a comprar ropa.

-No quiero ser malo, pero Minnie... compras ropa de varón, que vamos hacer si es una niña?- preguntó Jungkook mientras caminaban tomados de la mano

-Kook, confía en mí, yo sé qué es un niño, estoy seguro...- respondió el rubio

-¿Por qué estás tan seguro?- dijo el contrario

-Solo sé... llámalo instinto paternal o intuición, pero estoy seguro que es un pequeño- hablo el rubio, Jungkook iba a responder pero le gano

-Vamos, realizan mi postre favorito aquí- dijo Jimin mientras miraba en dirección al restaurante de sus padres.

Jungkook no dijo nada, solo se dejó guiar por su esposo.

Entraron y se dirigieron a la mesa, la camarera llegó para hacerles el pedido y solo quedaba esperar unos minutos.

A unas cuantas mesas de ellos, se encontraban Taehyung y Yoongi.

Luego de qué el pelinegro le hablará tan duramente a Taehyung, faltó el resto del día, las palabras resonaban en su cabeza y de camino a su casa, la que compartía con sus padres. Se desmoronó, en medio de la carretera se largo a llorar sin importar que lo vieran, estaba ebrio y sus cinco sentidos no eran estables.

Lo que no sabía era que vivía en el mismo barrio que Yoongi, quién al verlo, dudó pero se acercó a ayudarlo.

Aunque el de rulos se negó al principio, al final aceptó la ayuda. El pálido no preguntó por nada, sólo se quedó a su lado mientras el contrario lloraba y trataba de calmarse.

Cuando Taehyung recuperó un poco los sentidos, el pálido lo llevó a su casa. Pero el de rulos no esperaba que su madre estuviera afuera esperándolo, seguro lo presionaria para hablar sobre la entrevista de Jungkook.

Almost DivorcedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora