renacido como caballero de junta sagrada

capitulo 18: golpe

"Mm... tú... ¿podría ser...? ¡¡Mmmhhhh!!

Cualquiera podría decir a simple vista que Katie ya estaba a punto de rendirse.

Su camisola, que había absorbido su sudor rezumante, se pegaba a su piel, haciendo que el contorno de sus pechos fuera completamente reconocible.

¿O debería decir "tetas explosivas" en este punto? Es porque ya estaban al nivel que parecía que se saldrían si intentabas apretarlas.

Su areola y sus pezones estaban completamente agrandados y erguidos.

Hacia abajo, sus bragas estaban empapadas, y su grieta y su vello púbico oscuro comenzaban a verse.

Pronto, el jugo de amor que ya no podía ser absorbido por las bragas comenzó a gotear por la parte interna de sus muslos.

—O-oye, ¿no es eso suficiente? O-oye, Caballero Sagrado, simplemente abrázala de una vez... Como sea. Me voy.

Joey, tal vez incapaz de soportar ver a su esposa lujuriándolo frente a él, me suplicó con expresión aferrada antes de irse.

"Uguuh... espera..."

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En ese momento, las lágrimas brotaron de los ojos húmedos de Katie, deteniendo a Joey en seco.

Su actitud agresiva de antes ya había desaparecido, y la voz que escapaba de su boca se había vuelto débil.

"Yo... no quiero hacer esto, después de todo... Eres tú... con quien quiero estar... querido..."

"¡A mí también me gustaría abrazarte si pudiera! Pero aunque ya te he visto en ese estado... no reaccionaría en absoluto..."

"Pero aún así... ¡¡¡mmmhhhh!!!"

—Ya estás de humor, ¿no? Hace tiempo que no te veo así, pero sigues tan hermosa como siempre. Así que, por favor, no desperdicies tu cuerpo en mí. Deja de resistirte y deja que te abrace.

"Uuu... noo... no vayas..."

"Solo una vez. Solo esta vez, olvídate de todo y diviértete. Y luego pongamos todo nuestro amor en el bebé recién nacido, ¿de acuerdo?"

"No necesito niños... mientras... mientras te tenga a ti..."

—¡Eso no sirve de nada! Ya estoy deprimido y maltrecho por la guerra, hasta el punto de que incluso yo podría morir antes de tiempo si no tengo cuidado. Entonces estarás completamente solo. Odio... odio eso.

"Mmmh... está bien... pondré el resto de mi vida en proteger tu tumba cuando llegue ese momento..."

"¡¿C-cómo puedes decir esas cosas?! ¡No podré morir en paz si haces eso!"

"Auuh... aun así..."

"Kuh... ¡por favor, Caballero Sagrado, te lo ruego!"

Entonces Joey salió corriendo de la habitación.

O mejor dicho, lo intentó una vez más pero fracasó.

Es porque de repente lo agarré de la muñeca. Si puede leer este mensaje, está leyendo desde un sitio agregado no autorizado. Lea en mi WordPress apuñalando con una jeringa. home. blog para apoyarme a mí y a mis traducciones.

"¿Q-qué pasa ahora?"

No había necesidad de decir nada.

Acabo de mirar a Joey a los ojos.

"... ¿No quieres que me vaya? ¿Se supone que debo observar cómo lo hacen?"

"Ahhh... ya... estoy... así que por favor... no dejes que mi marido me vea..."