Pésima idea

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Cuando me desperté estaba rodeada por unos brazos fuertes y empecé a moverme para levantarme pero lo único que conseguí fue que la persona que me estuviera abrazando me apretara más a él y soltara un gruñido.

-¿Donde te crees que vas?-pregunto Alex con la voz ronca.

-Al baño, pesado, ahora suéltame-dije removiéndome.

-Pues meate encima-dijo burlándose de mí mientras me apretaba más.

-Alex, no me retes, ya sabes que si soy capaz de hacerlo.

Alex soltó un gruñido y acto seguido me soltó.

Al llegar al baño me puse a investigar algo que me pudiera ayudar para atacarlos y salir corriendo pero no encontré nada así que salí de el baño y Alex ya no estaba en la cama así que salí a ver donde estaba.

Cuando llegue a la cocina lo vi haciendo huevos revueltos, al ver que estaba ocupado fui a buscar una salida para irme y cuando encontré la puerta no esperaba que fuera a estar abierta pero para mi sorpresa me equivocaba.

-¿A donde vas, cariño?- me dijo una voz que maldecí al instante.

En ese momento lo único que se me ocurrió fue abrir la puerta para salir corriendo pero no llegué a poner un pie fuera cuando una mano me agarró de el brazo y otra cerro la puerta de un portazo.

En ese momento sentí el verdadero terror por lo que fueran capaces de hacerme por intentar escapar.

-Pésima idea, cariño-me susurro Max al oído.

Me acorralo en la puerta y en ese momento entro Alex.

-No se porque me imaginaba que intentarías escapar-dijo Alex al entrar.

-La verdad es que después de que me secuestrarais y me castigarais como si fuera un perro estaba pensando en quedarme, no te jode- dije irónicamente.

-Había pensado en volver a castigarte pero por desgracia esta tarde tenemos que hacer unas cosas y no tenemos tiempo pero te vamos a advertir de que te quedarás sola y que ni se te ocurra hacer alguna gilipollez- dijo Max seriamente.

-Vale vale, ahora tengo hambre así que déjame - dije intentando que no pareciera que estaba cagada de miedo.

Después de eso me soltó y fuimos a desayunar.

***
Cuando Alex y Max salieron por la puerta me fui directamente a una ventana para ver si podía saltar pero desgraciadamente estaba en el cuarto piso y si me tiraba a lo mejor me podía romper una pierna o algo peor.

Empecé a pensar en que hacer y se me ocurrió una idea un poco absurda que fue coger todas las sábanas que pude y atarlas todas para hacer una cuerda.

Sorprendentemente funcionó antes de baja me puse unos pantalones pegados bastantes cortos y una camiseta de Alex, cuando conseguí bajar me puse muy feliz.

Salí corriendo hasta que encontré una autopista y cuando vi un coche intenté parar al ver que paro me acerque pero me lleve una sorpresa al ver quienes eran.

-No me jodas- dije aterrorizada mientras retrocedía.

Vi a Alex bajase de el coche y me dirigió una mirada que podría haber helado el infierno.

-Inés, lo puedes hacer por las buenas que es subiéndote al coche voluntariamente o por las malas y si eliges por las malas te vas a llevar un castigo así que tú decides-dijo Alex tranquilamente.

Lo pensé por un momento pero al final decidí hacerlo por las buenas porque si salía corriendo me iban a poder alcanzar en un momento.

Cuando me acerque al coche con la mirada en el suelo Alex me abrió la puerta de atrás y yo me subí.

Nadie dijo nada hasta que llegamos otra vez al piso cuando entramos Max me acorraló contra la pared cogiéndome de el cuello.

-¿Que COÑO te había dicho que no hicieras?- pregunto enfadado.

Empecé a llorar por el miedo que me dio y por como me estaba empezando a gritar.

-¡RESPÓNDEME!- me grito al ver que no respondía.

-Me dijiste que no hiciera ninguna tontería- dije en un susurro mientras temblaba.

-Si ¡¿ Y QUE ES LO QUE COÑO ACABAS DE HACES?!- pregunto muy furioso.

En ese momento empecé a llorar mucho más y me empezó a dar un ataque de pánico.

-Joder, Max, relájate que la estás poniendo peor- los tranquilizó Alex.

En ese momento me soltó y yo me arrastre por la pared hasta llegar al suelo intentando tranquilizarme.

De repente sentí unas manos en la cara y al levantar la vista vi a Alex.

-Shhhhh, tranquila, respira, no pasa nada, estoy contigo-dijo intentando relajarme.

Me eche a sus brazos llorando, él se sentó con la espalda en la pared y me puso en su regazo mientras yo enterraba la cara en su pecho y él me acariciaba el pelo.

Después de unos cuantos minutos levanté la vista y miré directamente a Max.

-Lo siento- susurré

Max al verme parece que le sorprendió mi arrepentimiento así que mientras se pasaba la mano por el pelo frustrado se acercó a mi y se agachó para estar a mi altura.

-No pasa nada, da igual pero lo siento por haber perdido los nervios y haberme puesto así.

En ese momento me volví a sentir mal y volví a enterrar la cabeza en el pecho de Alex.

No sé en qué momento ocurrió pero se empezaron a cerrar lo ojos y me quede dormida.

                                 ***

Pobre Inés, bueno ya dentro de poco os enterareis de más cositas.

Hasta el próximo capítulo 💋

Un amor imposible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora