Un amor imposible

Sorpresa

Epílogo

Dos meses después

Estos dos últimos meses con Alex habían sido fantásticos, estábamos genial.

Estaba acostada en la cama mientras observaba a Alex durmiendo, siendo sincera, Alex es guapísimo y es la persona que más quiero.

-Princesa, me vas a quemar con la mirada- me dijo con los ojos cerrados.

-No te estaba mirando- mentí.

-Mentirosa-me dijo agarrándome de la cintura para acercarme más a él.

Cuando estuve más cerca de él enterré la cara en su pecho, cuando estaba acurrucada con él me sentía segura y sentía que con él podía ser feliz.

-Te quiero muchísimo-murmure.

-Yo también, princesa-me contestó dándome un beso en la cabeza.

Estuvimos un rato abrazado hasta que a Alex le dio por hacer tortitas para desayunar y se levantó para prepararlas.

Estaba todavía acostada cuando mi móvil empezó a sonar cuando lo cogí para ver quien era vi que era Zoe.

-Hola, ¿Pasa algo?-pregunte al contestar.

-Si, a pasado otra vez-me contestó llorando.

-Mierda, ¿otra vez? Tía se que te gusta desahogarte conmigo pero para mi también es duro escucharte-le dije triste.

-Ya lo sé y lo siento pero de verdad ya no puedo soportarlo más- escuché como empezaba a sollozar.

-Siempre que te digo lo que tienes que hacer no me haces caso, Zoe, esto es serio.

-Mierda, lo siento, tengo que colgar- dicho eso colgó.

La verdad es que la situación de Zoe solo me la había contado a mi pe....

-¿Que piensas?-preguntó Alex interrumpiendo mis pensamientos.

-Nada-conteste.

-Te estás mordiendo el labio-me informó Alex.

-Joder, odio que me conozcas tanto-dijo dejando de morderme el labio.

-Te aguantas ¿Que estabas pensando?- insistió.

-Es sobre Zoe, no te lo puedo contar ni a ti ni a nadie- conteste.

Alex se acercó para darme un beso pero le hice la cobra para hacerle enfadar un poquito.

Cuando aparte la cabeza para no darle el beso, me cogió de la nuca, envolvió su mano en mi pelo y me acercó a él para besarme.

-Ni se te ocurra volver a hacer eso-me advirtió.

-¿O que?- le rete.

Vi como se le oscurecían los ojos y su cara se enterró en mi cuello.

-O te voy a meter en la cama y todos lo planes que tenia para hoy se van a retrasar hasta mañana- me susurro peligrosamente junto al oído.

-Mejor retrasa lo que quieras hacer ahora porque tengo hambre- le dije separándome.

Empecé a ir a la cocina para comer mientras él me seguía, al entrar vi a Max comiendo.

-¿Solo viene aquí para comer o que?- le pregunte de broma.

-Pues claro-contestó sonriendo- cariño me parece que tienes algo en el cuello- me informo también sonriendo.

Al escucharlo me acerque directamente al espejo que había al lado de la puerta y vi que tenia un chupetón en el cuello.

-¡Alex! ¡Mira como me as dejado el cuello!- le espeté.