㠪𝐬𝐜𝐮𝐞𝐥𝐚 = ⼕𝐚́𝐫𝐜𝐞𝐥

❝𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐: 𝐋𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐢́𝐚𝐬❞

㠪𝐬𝐜𝐮𝐞𝐥𝐚 = ⼕𝐚́𝐫𝐜𝐞𝐥

❝𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐: 𝐋𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐢́𝐚𝐬❞

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La mañana mantenía un clima que se podría considerar templado, con fuertes aíres y un cielo que estaba parcialmente nublado, pero sin que las temperaturas llegaran a ser demasiado bajas. Solo era el clima esperado en cualquier otra mañana de las miles existentes.

El reloj marcaba las 7:00 a.m., y la reja en la entrada de aquella parte en el instituto comenzaba a ser abierta al igual que siempre, lo que le permitía un paso libre tanto a las niñas como a las adolescentes que estudian en aquel estricto lugar.

Las niñas en el frente de la entrada fueron las primeras en tener aquel acceso, siendo estas de las alumnas más estudiosas y aplicadas, o las que solamente llegaron mucho más temprano que las otras y decidieron sentarse a platicar en la puerta de la enorme reja blanca.

Aunque eso da igual, aquí es donde el frío líquido del gel tocó la suave piel en la palma de Niffty, quien en esos instantes se hallaba pasando a su secundaria.

El indiferente rostro de la mujer en la entrada transmitía un aura firme y seria, pero eso no le impidió a la castaña darle las gracias a la adulta por ponerle una pequeña gota de aquel desinfectante.

Aquel agradecimiento no llegó a ser contestado, puesto que la chica con anoftalmia empezó a caminar hacia el salón al que pertenece.⁽¹⁾

El sonido del cierre metálico en su mochila contra el material de este era lo único que se presentaba en el lugar a parte de las incomprensibles voces de los niños o adolescentes y sus diversas pisadas por el suelo.

Claro que la castaña no le tomaba importancia en lo más mínimo, por lo que ella simplemente entró a su salón y se dirigió al lugar que se le había asignado, dejando su mochila carmesí con toques amarillos frente la butaca de manera y comenzando a sacar los útiles escolares que le parecieron necesarios en la primera hora de clases.

La joven se mantuvo en eso por un par de segundos, ordenando todos sus útiles con una clara tranquilidad hasta que dos voces familiares se hicieron presentes en el salón con la forma de gritos y quejidos que se causaron por lo que se escuchaba como una aparente pelea.

Ante aquello, Niffty rápidamente se levantó de su asiento y se dirigió hacia donde el escandaloso ruido era causado, siendo llamada por la curiosidad y el chisme más que por el deseo de verificar que todo se encontrara en orden y sin heridos.

Realmente no es como si alguien lastimado le importara, al menos si se trata de una persona que ella no conoce.

Pero, una vez que la castaña vio lo que estaba sucediendo afuera de su salón, se dio cuenta de que en realidad se trataba de sus amigos.

Lucifer y Alastor se encontraban tirados en el piso, cada uno de ellos jaloneándose de los cabellos y del uniforme de su contrario a la vez que se gritaban cosas entre sí. Y los niños a sus alrededores se detenían para observarlos pelear, todos con miradas llenas tanto de curiosidad como de completa confusión. Había algunos se quedaban para verlos y otros cuantos que reanudaban su caminar poco después de haberlos visto, pero lo que sin duda alguna resaltaba eran los gritos que pedían una pelea mucho más intensa a la que actualmente se estaba dando entre el par de idiotas.

Una pequeña multitud de chismosos se comenzaba a formar en orden de observar y apostar por la pelea, lo que dificultó un poco el paso de los niños que simplemente querían ir a sus respectivos salones, pero a su vez agrandó la enorme atención de los otros jóvenes para invitarlos a mirar la tonta situación en el lugar.