Capitulo 1 ¿ Porque Luchamos?

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México, 2020.

El sol abrasador caía sobre el vasto desierto mexicano, donde dos figuras luchaban contra una criatura imponente. Fritz y Moy estaban en medio de una feroz batalla contra una bestia mítica. Moy yacía herido en el suelo, jadeando, mientras Fritz observaba con una mezcla de miedo y determinación.

-¡José, ayúdame! -gritó Moy con desesperación.

Fritz, sin embargo, no parecía dispuesto a intervenir de inmediato. -Nah, ayer me encargué del Wendigo. Ahora te toca a ti -respondió, cruzándose de brazos.

Moy se levantó con dificultad y, cuchillo en mano, se lanzó hacia el chupacabras. La criatura lo atrapó con su larga lengua y lo lanzó violentamente contra el suelo.

-¡Lo estás haciendo bien, Moycesín! -gritó Fritz, sarcástico.

-¡Hijo de puta, ven y ayúdame! -rugió Moy, furioso.

-Ah, está bien... -dijo Fritz, buscando su hacha distraídamente-. ¿Dónde dejé mi hacha...? Mierda, Moy, no encuentro mi hacha.

El chupacabras, aprovechando la distracción de Fritz, volvió a atrapar a Moy con su lengua, esta vez apretándola alrededor de su cuello, asfixiándolo.

-¡MOYYYY! -gritó Fritz, al ver a su amigo en peligro.

Fritz corrió para salvar a Moy, pero la bestia lo lanzó al suelo con un golpe poderoso.

-Agh... siento algo en mi trasero -se quejó Moy, tratando de liberarse.

-Ah, sí... tenía mi hacha conmigo... ¿Dónde caíste? -dijo Fritz, dándose cuenta de que había estado sentado sobre su arma todo el tiempo.

-Suicídate... en serio, José... Suicídate -dijo Moy, exasperado y sin aliento.

-Nah... -respondió Fritz con indiferencia.

La situación era crítica. La bestia se abalanzó nuevamente sobre ellos, y Fritz finalmente se armó de valor, Pero no encontraba su Hacha

- Moy no encuentro mi hacha- Dijo Fritz de forma Tramquila y distraida

El chico de pelo negro enojado Respondio

- Eres un maldito idiota

Fritz  con una mirada algo triste y un tono sarcastico responde

- Lo se, me lo dicen siempre

El Chupacabras se abalanzó sobre Moy, atrapándolo con su lengua viscosa y comenzó a asfixiarlo. Moy luchó por respirar, sus ojos se llenaron de desesperación.

—¡MOYYYY! —gritó Fritz con angustia.

Sin dudarlo, Fritz corrió hacia su amigo para salvarlo, pero la bestia lo arrojó contra unos arbustos en medio del desierto, cayendo con fuerza.

Moy gimió de dolor—: Agh... siento algo en mi trasero.

Fritz, aún aturdido, intentó levantarse—: Ah, sí, mi hacha estaba conmigo... ¿Dónde caíste exactamente?

Moy respondió con un tono sarcástico—: Suicídate... en serio, José... Suicídate.

—Nah... —Fritz trató de incorporarse, pero el Chupacabras lo atrapó con su lengua y empezó a absorber su energía, mordiéndole el pie.

—Moy... ayuda... —gritó Fritz con voz débil.

Moy lo miró con una mezcla de exasperación y resignación—: Te ayudaré solo si mañana pagas la comida.

—NO —contestó Fritz, obstinado.

—Lo intenté... —suspiró Moy, mientras se preparaba para correr. Con todas sus fuerzas, se lanzó hacia la bestia y logró cortar la lengua del Chupacabras con su cuchillo.

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