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La princesa Valeska se encontraba en sus aposentos observando desde su balcón,esperando la noticia que tanto ansiaba.
La puerta se abre,dando paso a su hermano Rhaegar que venía con la ansiada noticia.
—Vamos Val,nuestra madre nos mandó a llamar.
Apenas escuchó sus palabras,salió corriendo en busca de su madre,preocupada. Apenas los niños llegaron a la entrada el guardia les abrió la puerta dándoles paso a los jóvenes príncipes.
Allí se encontraba la princesa Rhaenyra,que había dado a luz a su quinto hijo,el príncipe se veía muy saludable y muy cómodo,durmiendo en los brazos de su madre,la princesa se encontraba acompañada de su esposo Sr Laenor y su guardia Ser Harwin Strong y finalmente sus últimos hijos los príncipes Jacaerys y Lucerys Velaryon.
—Madre —el príncipe se acercó—¿Ya eligieron nombre?,¿Cómo se llama?,¿Si no eligieron puedo nombrarlo yo?—Rhaenyra miraba como su hijo, preguntaba con una emoción en sus ojos,a lo que tuvo que responder. —Cariño el bebé ya tiene nombre,se llamará Joffrey,lo siento mi príncipe. — La emoción de su hijo disminuyó en ese momento y madre sonriendo, lo consoló con un beso en su mejilla.
—Hermano no seas tonto—dijo la princesa acercándose a su madre. —¿Cómo te sientes,tienes algún dolor o algo por el estilo?— Rhaenyra miro a su hija con cariño. —no mi princesa solo me siento un poco incómoda,pero ya se me va a pasar,ahora dime,en donde te encontrabas que no te vi en todo el día?— los ojos de Valeska se abrieron con asombro. —Estuve paseando madre,recorriendo el castillo,ya sabes —le dedico a su madre una sonrisa traviesa.
Ser Harwin miraba a la princesa con una sonrisa mientras negaba con su cabeza,pero prefirió mantener silencio.
En cambio su padre,decidió molestar a su hija negando por completo lo que había dicho.
—Permiteme dudar de eso querida hija. —Valeska miro a su padre y él le dedicó una sonrisa malvada,en ese momento,los nervios comenzaron a invadir su cuerpo. —Hoy alguien me contó que te vieron en la cocina,robando una galletas,y también me dijeron que te escapaste en el momento que te vieron. — las risas de sus hermanos no tardaron en llegar a sus oídos y la vergüenza la invadió,incluso su madre se río aún con el recién nacido en brazos.
—Val,eso es cierto?—su madre la miraba con diversión.
—Seguramente es cierto madre—el principe Jacaerys se reía mientras miraba a su hermana que tenia la cara roja.—A mi hermana le encantan las galletas,hasta a mi me las roba en la noche antes de irnos a dormir.
No pudo reír por mucho tiempo ya que un cojín había golpeado su rostro,y su hermano Lucerys empezó a reír aún más fuerte por lo que su hermana había hecho.
—Niños basta,Val, hija no puedes robar galletas todos los días cariño,tienes que pedirlas amablemente.
—Pero madre,solo me dan dos y a veces no están tan ricas—dijo cruzándose de brazos y desviando la mirada.
